Hemos visto el amanecer en la playa y, tras hacer tiempo, hemos ido a desayunar. El resort está para tirarlo y hacer uno nuevo porque ni para hacer tres tostadas han conseguido hacerlo bien.
A las 8 hemos ido al club de buceo, aquí hemos conocido a nuestra compañera que vendrá los dos días a bucear. Miriam, una suiza muy muy peculiar. De unos 50 largos y que no para de cascar, la cuestión es que habla español y tiene cuerda para rato.
Ya en el barco arrancamos hacia Apo Reef. Apo Reef es una especie de atolón entre Busuanga y Mindoro. Desde Pandan son dos horas en barco. Las dos horas han dado hasta para echar una siestecilla. Finalmente llegamos a una islita solitaria con un faro en medio y nos preparamos para bucear.
La Suiza se sacó en curso de buceo hace dos semanas, bajando ya se le veían maneras, pero bueno la mujer al menos no consume mucho aire y aunque vaya bajo el agua usando más las manos que las aletas no nos condiciona. El buceo ha sido decepcionante. Por un lado ha estado bien, hemos visto un napoleón nada más bajar, un par de tortugas e incluso un punta blanca. El agua a 28 y una visibilidad increíble pero el coral... Estaba todo el coral muerto o roto. Una lástima la verdad. Tras el segundo buceo hemos comido y contemplado el mar mientras la Suiza nos hablaba de las diferencias entre la Suiza alemana y la Suiza italiana...
El segundo buceo lo hemos hecho en la otra cara y aquí al menos el Coral era decente. Tortugas nuevamente, un par de tiburoncillos pequeños y un grupo de atunes. El arrecife lo bonito que tiene es un montón de pececillos rollo acuario, aun así ni de lejos es lo mejor que hemos visto en filipinas. Más teniendo en cuenta que todo el mundo habla maravillas.
El tercer buceo nuevamente en el lado en el que peor está el coral. Un buceo sin más. Estaba bonito con la luz del atardecer pero de momento decepcionante. Quizá si hubiéramos hecho esto al principio del viaje hubiera sorprendido más peros los tres buceos de hoy, salvo el segundo, ni fu ni fa. Esperemos que mañana mejore la cosa porque de momento el buceo no vale la pena.
A la noche hemos cenadores con Miriam, la mujer ha estado en mil países así que nos ha amenizado la cena. Para dormir lo hacemos en unas colchonetas en la cubierta. Con la luz de la luna y el vaivén del barco vamos a dormir como bebes en la cuna
A las 8 hemos ido al club de buceo, aquí hemos conocido a nuestra compañera que vendrá los dos días a bucear. Miriam, una suiza muy muy peculiar. De unos 50 largos y que no para de cascar, la cuestión es que habla español y tiene cuerda para rato.
Ya en el barco arrancamos hacia Apo Reef. Apo Reef es una especie de atolón entre Busuanga y Mindoro. Desde Pandan son dos horas en barco. Las dos horas han dado hasta para echar una siestecilla. Finalmente llegamos a una islita solitaria con un faro en medio y nos preparamos para bucear.
La Suiza se sacó en curso de buceo hace dos semanas, bajando ya se le veían maneras, pero bueno la mujer al menos no consume mucho aire y aunque vaya bajo el agua usando más las manos que las aletas no nos condiciona. El buceo ha sido decepcionante. Por un lado ha estado bien, hemos visto un napoleón nada más bajar, un par de tortugas e incluso un punta blanca. El agua a 28 y una visibilidad increíble pero el coral... Estaba todo el coral muerto o roto. Una lástima la verdad. Tras el segundo buceo hemos comido y contemplado el mar mientras la Suiza nos hablaba de las diferencias entre la Suiza alemana y la Suiza italiana...
El segundo buceo lo hemos hecho en la otra cara y aquí al menos el Coral era decente. Tortugas nuevamente, un par de tiburoncillos pequeños y un grupo de atunes. El arrecife lo bonito que tiene es un montón de pececillos rollo acuario, aun así ni de lejos es lo mejor que hemos visto en filipinas. Más teniendo en cuenta que todo el mundo habla maravillas.
El tercer buceo nuevamente en el lado en el que peor está el coral. Un buceo sin más. Estaba bonito con la luz del atardecer pero de momento decepcionante. Quizá si hubiéramos hecho esto al principio del viaje hubiera sorprendido más peros los tres buceos de hoy, salvo el segundo, ni fu ni fa. Esperemos que mañana mejore la cosa porque de momento el buceo no vale la pena.
A la noche hemos cenadores con Miriam, la mujer ha estado en mil países así que nos ha amenizado la cena. Para dormir lo hacemos en unas colchonetas en la cubierta. Con la luz de la luna y el vaivén del barco vamos a dormir como bebes en la cuna