DÍA 1. La entrada a Austria desde Eslovenia, que abandonamos desde la zona del lago Bohinj y bordeando el lago Bled con su verdeazul imposible, con 33 grados y aire caliente, la hicimos por la carretera eslovena E652 que se convierte en la austriaca B91 en el Loiblpass, un paso de alta montaña en el corazón de la cadena de Karawanken, en el mismo valle de Loibl. Al cruzar el puente ya estamos en la Republik Österreich, así, sin darnos cuenta, aunque mi corazón va a mil. ¡De nuevo en casa! Los nombres alternan ahora en alemán y en esloveno.
Conducimos en dirección Ferlach/Klagenfurt hasta el parking de la garganta Tscheppaschlucht, que cuesta 2€ al día y que se pagan al salir, junto a la barrera. Cruzamos el puente sobre la carretera siguiendo la señal Tscheppaschlucht y Waldseilpark; lo primero que atravesamos es este parque de juegos en el bosque, con tirolinas y demás. Caminamos en bajada durante unos 20’ sin saber si vamos por buen camino, porque no vemos ni rastro de indicaciones hacia el desfiladero. Por fin nos encontramos con la caseta de pago (una señora sentada en una mesa y silla :D), señalizada como Kassa. La entrada nos cuesta 8.50€ a los mayores y 5.50 al niño. Está incluida en la tarjeta Kärntencard, e incluye también la guagua de regreso al aparcamiento. Desde el principio del camino nos han acompañado las aguas del Loiblbach.
En nuestro camino encontramos un sendero relajante para hacer con los pies descalzos y la Goldenes Brünni, una fuente de agua que cae a 37 litros por segundos, con una temperatura de 7º. A continuación la Quelle der Krafat, la fuente de vitalidad. Otros puntos son la Wilderer-Platz y el Höhe Leiter.
A partir del punto de Goldenes Brünni tenemos la parte más difícil y exigente, es continuamente en subida sin tregua, escaleras o entre rocas; a veces tenemos el agua muy cerca, en la parte más amplia de la “schlucht”; hay gente que aprovecha para darse un remojón.
Otras, la garganta queda abajo con sus aguas revueltas que pasan estrechas entre las paredes lisas.
Todo el grupo de gente que coincidimos en el camino tenemos cara de extenuados y paramos a descansar de vez en cuando.
Después de casi una hora llegamos por fin, en 15 minutos, desde Höhe Leiter, al famoso puente Teufelsbrücke (un Devil´s Bridge, denominación que también vimos en Eslovenia para referirse a los puentes que están en las gargantas), con sus banderines de colores y el rumor del agua fluyendo cerca: es el otro plato fuerte de la garganta: la cascada Tschaukofall y Felsentor. Es lo mejor de la visita, los saltos de agua.
Otros 30 minutos nos llevan, por un camino, ahora mucho más fácil y casi siempre llano, hasta el Gasthof Deutscher Peter (Loiblpass, 4), restaurante muy conocido y valorado en la zona. Es uno de los puntos clave de la tercera etapa del Panoramaweg Südalpen (Bodental-Deutscher Peter-Klagenfurtter Hütte). Estaba lleno, incluso nos pareció ver una mesa dentro de la cocina con clientes. Dudamos sobre si quedarnos a comer, porque había zona infantil, pero había tanta gente y estábamos tan cansados que preferimos comprarnos un refresco y unos helados y comerlos fuera mientras esperábamos el bus de vuelta hasta el aparcamiento. Allí es tradición colgar las botas. La ruta sigue hacia otros lugares, entre ellos, hacia el Refugio Klagenfurt, que haremos mañana y que resultará otra ruta bastante exigente. Hicimos bien en partirla en dos días.
Llegamos a Bodental por la misma 91 empezando la tarde; en el Familienhof Sereigni recogimos las llaves de la Ferienhaus Bodental, aprovechamos para jugar un rato en el parque infantil y nos fuimos a nuestra pequeña casita casi en las entrañas del bosque, a pasar la tarde en su amplio jardín.
Ya atardeciendo caminamos hasta el final del valle de Bodental hasta el lago Meerauge, tan escondido entre su azul increíble, siguiendo las aguas del Bodenbach.
Mañana nos espera el Refugio Klagenfurt
Conducimos en dirección Ferlach/Klagenfurt hasta el parking de la garganta Tscheppaschlucht, que cuesta 2€ al día y que se pagan al salir, junto a la barrera. Cruzamos el puente sobre la carretera siguiendo la señal Tscheppaschlucht y Waldseilpark; lo primero que atravesamos es este parque de juegos en el bosque, con tirolinas y demás. Caminamos en bajada durante unos 20’ sin saber si vamos por buen camino, porque no vemos ni rastro de indicaciones hacia el desfiladero. Por fin nos encontramos con la caseta de pago (una señora sentada en una mesa y silla :D), señalizada como Kassa. La entrada nos cuesta 8.50€ a los mayores y 5.50 al niño. Está incluida en la tarjeta Kärntencard, e incluye también la guagua de regreso al aparcamiento. Desde el principio del camino nos han acompañado las aguas del Loiblbach.
En nuestro camino encontramos un sendero relajante para hacer con los pies descalzos y la Goldenes Brünni, una fuente de agua que cae a 37 litros por segundos, con una temperatura de 7º. A continuación la Quelle der Krafat, la fuente de vitalidad. Otros puntos son la Wilderer-Platz y el Höhe Leiter.
A partir del punto de Goldenes Brünni tenemos la parte más difícil y exigente, es continuamente en subida sin tregua, escaleras o entre rocas; a veces tenemos el agua muy cerca, en la parte más amplia de la “schlucht”; hay gente que aprovecha para darse un remojón.
Otras, la garganta queda abajo con sus aguas revueltas que pasan estrechas entre las paredes lisas.
Todo el grupo de gente que coincidimos en el camino tenemos cara de extenuados y paramos a descansar de vez en cuando.
Después de casi una hora llegamos por fin, en 15 minutos, desde Höhe Leiter, al famoso puente Teufelsbrücke (un Devil´s Bridge, denominación que también vimos en Eslovenia para referirse a los puentes que están en las gargantas), con sus banderines de colores y el rumor del agua fluyendo cerca: es el otro plato fuerte de la garganta: la cascada Tschaukofall y Felsentor. Es lo mejor de la visita, los saltos de agua.
Otros 30 minutos nos llevan, por un camino, ahora mucho más fácil y casi siempre llano, hasta el Gasthof Deutscher Peter (Loiblpass, 4), restaurante muy conocido y valorado en la zona. Es uno de los puntos clave de la tercera etapa del Panoramaweg Südalpen (Bodental-Deutscher Peter-Klagenfurtter Hütte). Estaba lleno, incluso nos pareció ver una mesa dentro de la cocina con clientes. Dudamos sobre si quedarnos a comer, porque había zona infantil, pero había tanta gente y estábamos tan cansados que preferimos comprarnos un refresco y unos helados y comerlos fuera mientras esperábamos el bus de vuelta hasta el aparcamiento. Allí es tradición colgar las botas. La ruta sigue hacia otros lugares, entre ellos, hacia el Refugio Klagenfurt, que haremos mañana y que resultará otra ruta bastante exigente. Hicimos bien en partirla en dos días.
Llegamos a Bodental por la misma 91 empezando la tarde; en el Familienhof Sereigni recogimos las llaves de la Ferienhaus Bodental, aprovechamos para jugar un rato en el parque infantil y nos fuimos a nuestra pequeña casita casi en las entrañas del bosque, a pasar la tarde en su amplio jardín.
Ya atardeciendo caminamos hasta el final del valle de Bodental hasta el lago Meerauge, tan escondido entre su azul increíble, siguiendo las aguas del Bodenbach.
Mañana nos espera el Refugio Klagenfurt