Hoy toca madrugar para cumplir con el objetivo principal de nuestra escapada, la Ruta del Cares, por cuestiones climatológicas hemos dejado la ruta para el último día, debido a esto despues de la caminata nos quedan 5 horas de viaje en coche hasta A Coruña, el día se presenta ilusionante y agotador, pero no nos ha quedado otra opción.
Despues de desayunar, recoger nuestras pertenencias y cargar el coche con el equipaje, compramos pan para los bocatas (panadería Tomás, la recomiendo, buen pan y rica repostería) y vamos hasta el hotel a pagar el alojamiento y devolver las llaves. Aquí voy a hacer un pequeño inciso, ya había comentado que el apartamento cumplía las 3 B, bueno, bonito y barato, pero el responsable de los mismos es para "darle de comer aparte", a la hora de pagarle ni siquiera una pregunta acerca de como habíamos estado en el apartamento, ni siquiera nos miró a la cara, se limitó a cobrarse con la misma gratitud que como estuviesemos pagando un café. Ni un adios, ni unas gracias, ni un buen viaje, sin duda lo peor de la escapada.
Después de repostar, tomamos de nuevo la N 625 para recorrer los 42 kms que nos separan de Caín (54 minutos), antes de llegar al puerto del Portón debemos de tomar a la derecha, para coger la LE 2711 que nos llevará hasta el valle de Valdeón a través del puerto de Panderrueda. La subida es muy tendida y corta, apenas te das cuenta de que subes un puerto de montaña, el paisaje precioso y solitario.
Debido a la falta de tiempo decidimos no parar en el mirador de Piedrashitas al que se debe de llegar aparcando en el lugar habilitado y tras unos 15 minutos de caminata. Mas adelante está el mirador de Panderrueda, paramos pero la niebla no nos deja ver las vistas.
El descenso es muy bonito por una carretera que serpentea entre las montañas tapizadas de hayedos de un verde brillante en esta época del año, el cielo comienza a despejarse y nos permite disfrutar desde el mirador de Valdeón de unas preciosas vistas del valle, con Posada de Valdeón en el fondo y las cumbres del Macizo Central a nuesta derecha.
La carretera nos conduce hasta Posada de Valdeón, capital del valle de Valdeón, un pueblo bonito y con buenas infraestructuras turísticas. Cruzamos el pueblo y nos desviamos hacia Caín. Hacemos una pequeña parada en el Mirador del Tombo, las vistas de Picos desde el son una maravilla.
Nos separan poco mas de 5 kms desde el mirador hasta el inicio de la ruta, por una carretera muy estrecha, con algunos desniveles del 20%, pero ya sólo el circular por esta carretera vale la pena, llegamos a Caín a traves de preciosas majadas, rodeados de las cumbres impresionantes de Picos. El último tramo discurre por la garganta del Cares, es un espectáculo.
Nada mas llegar a Caín nos hacemos una pregunta que seguramente cualquiera que llegue hasta allí se hará en su cabeza ¿Que llevó a los fundadores del pueblo a instalarse en un lugar tan inaccesible?.
El pueblo es pequeñito, muy bonito, totalmente integrado en el paisaje, apenas unas decenas de casas a los pies de las moles calcáreas de Picos. Allí, además de con varios establecimientos de hosteleria y alojamientos hay un par de pequeñas tiendas en las que podemos encontrar casi de todo. Llama la atención la pequeña iglesia y, sobre todo, el minúsculo cementerio a ver si va a ser cierto el dicho popular que dice que "Los de Caín no mueren, se despeñan".
Encontrar el inicio de la Ruta del Cares es sencillo, basta con seguir el río hasta el final del pueblo.
Por fin, despues de varios años en mente, podemos iniciar la Ruta del Cares, ¿Porque hemos elegido Caín como punto de partida en lugar de Poncebos?. Pues por varias razones:
- En primer lugar por economía, los alojamientos del lado asturiano nos salían bastante más caros que el alojamiento en Riaño, que se adaptaba mejor a nuestras necesidades.
- En segundo lugar por la ruta en sí. No vamos a realizar la ruta completa 24 kms ida y vuelta, nos parece mucho y mas yendo con niños. Nuestra intención es llegar a la zona de Culiembru, hasta el km 6,5 empezando en Caín, es la parte mas espectacular de la ruta, con la salida de Caín, los múltiples túneles excavados en la roca y la zona mas encajonada y fotogénica. Además, estos 6,5 kms son prácticamente llanos al contrario que los 2 primeros kilómetros desde Poncebos que son de ascenso contínuo.
- En tercer lugar por la facilidad de aparcamiento ya que al empezar mucha menos gente desde Caín es más facil aparcar al comienzo mismo de la ruta. Pudimos aparcar a 150 metros del inicio de la senda y vimos que las fincas particulares que los vecinos tienen habilitadas para el aparcamiento (previo pago de 3 €) estaban vacías pese a ser domingo. En Poncebos hay pocas plazas de aparcamiento y, o se llega muy temprano o hay que aparcar en el parking del funicular o aún mas atras en el parking habilitado a 1,5 kms de Poncebos, con lo que añades 2 kms mas de ida y otros 2 de vuelta a la ruta.
- Y además, el trayecto desde Posada de Valdeón hasta Caín ya vale la pena de por sí.
Después de este rollo que he soltado paso a contar la experiencia que nos deparó la caminata por la Garganta Divina. Después de unos cafés y unos sobados en uno de los bares del pueblo y poco antes de las 11 de la mañana comienza lo bueno, como creo que sobran los comentarios me voy a limitar a poner unas cuantas fotillos y que cada uno saque sus conclusiones, al final os comentaré mis impresiones sobre este increible sendero.
El Cares al inicio de la ruta.
Alguno de los túneles del comienzo.
Desvio para el Canal de Dobrengos
Puente de los Rebecos
Puente Bolín
Desde Puente Bolín a Culiembros
En Culiembros. Los Collaos al fondo
De vuelta en el Puente de la presa
Mis puntualizaciones sobre la ruta:
1. El tramo que hemos hechos, algo mas de media ruta completa, hasta Culiembros, el mas bonito y recomendable por su variedad, puentes, tuneles, es el mas encajonado y espectacular, además no presenta desnivel.
2. Un acierto empezar desde Caín, tanto el camino hasta el pueblo como el pueblo mismo es precioso. No hay aglomeraciones de caminantes ni problema para aparcar al inicio de la ruta.
3. La ruta se puede hacer con niños que estén acostumbrados a caminar y sean obedientes. Deben de ir de la mano, de esa forma no hay problema. No la vi peligrosa si se realiza con calma y las debidas precauciones. Si te cruzas con otros caminantes la anchura del sendero es mas que suficiente para hacerlo con tranquilidad.
4. Un problema es que no hay donde hacer nuestras necesidades, además, al no poder apartarse en casi toda la ruta, los "regalitos" quedan a la vista de todos, no es muy agradable. Puedes encontrarte con gente haciendo sus necesidades como nos paso a nosotros un par de veces.
5. Al haber llovido los días anteriores, el Cares bajaba con agua y se veia mas bonito que en pleno verano. A lo largo de la ruta habia bastantes charcos, sobre todo en los túneles. En los túneles no hay luz por lo que es recomendable llevar una linterna para no tropezar o empapar los pies en los charcos que se forman en ellos.
6. Llevar una bolsa plástica para los residuos porque sólo se pueden dejar en Caín o en Poncebos.