Hoy toca día de navegación, y me reitero en mi idea inicial, tener el día de navegación al final creo que es la mejor opción para esta ruta. Ya llevas el cansancio acumulado de toda la semana a tope y ayer subiendo al Preikestolen agotamos todas las reservas de energía. Hoy nos dedicamos al completo a descansar y disfrutar del todo incluido, aprovechamos que hace un día de sol estupendo y nos instalamos al lado de la piscina, se nota que ya estamos mucho más al sur porque las temperaturas son más altas. Por la tarde dan una charla en el teatro sobre el procedimiento de desembarque para mañana. En el camarote nos han dejado ya una hoja con toda esa información, así que puedes saltarte la charla si quieres porque es repetir lo mismo que ya has leído. Nosotros fuimos por si acaso, y creo que me enteré mucho mejor leyendo el papel que en la propia charla.
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Ultima noche en el Zenith y nuestro primer atarceder en una semana
Como habréis observado, no he hablado de las actividades a bordo del barco, básicamente porque no fuimos a ninguna. En el diario de a bordo que dejaban todos los días en camarote vienen los horarios y actividades para el día siguiente, pero por un motivo u otro, nunca fuimos. Nuestro tiempo en el barco lo pasábamos entre la ya famosa cubierta 11, en el bar de copas Agua Dulce junto a la piscina, y el buffet Delicias con mesas dentro y al exterior, donde había algo para comer prácticamente a cualquier hora del día, y para cuando ya se hacía tarde, en la cubierta 8 Café Café, un sitio muy tranquilo donde disfruté de más de un capuchino buenísimo, y el Casino bar donde a algunas horas tenían actuaciones musicales en directo. Y por supuesto, cada noche en el restaurante Atlántico donde servían las cenas. De hecho esta última noche, en el apartado de sugerencias del chef (que van cambiando diariamente) ofrecen varios platos típicos de la gastronomía escandinava y por descontado que los probamos.
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Bar de copas Agua Dulce
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Vista de la cubierta 11 con la zona exterior del Buffet Delicias al fondo
El último día desembarcamos en Malmö. Teníamos que dejar los camarotes a las 8.00 y estamos citados a la 13.00 en la disco para trasladarnos al aeropuerto. En principio planeamos bajar a Malmö para hacer una visita rápida, pero descartamos la idea esa misma mañana. Estábamos agotados y tras aterrizar en Madrid aún nos quedarían varias horas para llegar a casa. Así que aprovechamos esa mañana para despedirnos de los compañeros de viaje y descansar en un barco que por momentos se iba quedando más vacío. Sobre las 12.30 abrieron el buffet para que los últimos en salir pudiéramos comer algo, cosa que agradecimos mucho, aunque luego en el vuelo también nos darían algo de almuerzo. Traslado en bus al aeropuerto, y sin muchos incidentes ya estamos volando de vuelta a España. Con qué ganas esperábamos que llegara este viaje y que rápido se nos ha pasado la semana!!
Como había leído antes del viaje y como comentaba en la primera entrada, ya a la vuelta puedo constatar que ni el Zenith ni Pullmantur son crucero de lujo. Si es lo que vas buscando, te llevarás un chasco y posiblemente te pases el viaje enfurruñado y buscando pegas a todo (algún pasajero así nos cruzamos…). Pero como decía al principio, sabiendo donde nos metíamos, para nosotros era lo de menos y hemos tenido una experiencia fantástica que hemos disfrutado muchísimo. Noruega era uno de nuestros destinos preferidos y por fin este año cumplimos ese sueño. Teníamos altas expectativas y no nos ha decepcionado en absoluto. Espero que hayáis disfrutado leyendo este diario, hasta la próxima aventura!!