La tarde del primer día la dedicamos a visitar Gerasa. Esta ciudad está separada por apenas 50 kilómetros de Ammán y si no encontráis mucho tráfico, como nos pasó a nosotros en algo menos de 1 hora podréis llegar sin mayor problema tomando la carretera 35.
Lo primero que hicimos fue ir a comer. Elegimos el Lebanese House a apenas 5 minutos de distancia en coche de la puerta del recinto arqueológico de Gerasa. El restaurante nos gustó mucho, con unos mezzes variados y muy ricos. La carne también muy buena. Es una opción muy interesante en el caso de vuestra visita a Gerasa ya que el local es grande y no vais a tener problemas para encontrar sitio.
Lo primero que hicimos fue ir a comer. Elegimos el Lebanese House a apenas 5 minutos de distancia en coche de la puerta del recinto arqueológico de Gerasa. El restaurante nos gustó mucho, con unos mezzes variados y muy ricos. La carne también muy buena. Es una opción muy interesante en el caso de vuestra visita a Gerasa ya que el local es grande y no vais a tener problemas para encontrar sitio.
Para visitar Gerasa vais a necesitar alrededor de 3 horas y se os van a pasar volando. La antigua ciudad romana abre a las 8 hasta las 17:00 en horario de verano y hasta las 16:00 en horario de invierno. Planificad bien la visita para no tener que correr. Lo bueno es que una vez dentro puedes estar más tiempo. Nosotros salimos más tarde de las 18:00 y no nos dijeron nada.
Junto a la entrada hay un par de aparcamientos gratuitos. El que está más cercano a la entrada y donde aparcan los turismos y cruzando la carretera el aparcamiento para autobuses y furgonetas. Por otro lado, la entrada está incluida en el Jordan Pass. De no haberlo adquirido hay que pagar 10 dinares.
Una vez pasas el control de billetes y un control de metales, más decorativo que otra cosa, accedes a un recinto repleto de tiendas de souvenirs.
Junto a la entrada hay un par de aparcamientos gratuitos. El que está más cercano a la entrada y donde aparcan los turismos y cruzando la carretera el aparcamiento para autobuses y furgonetas. Por otro lado, la entrada está incluida en el Jordan Pass. De no haberlo adquirido hay que pagar 10 dinares.
Una vez pasas el control de billetes y un control de metales, más decorativo que otra cosa, accedes a un recinto repleto de tiendas de souvenirs.
Acceso a Gerasa
Gerasa, la actual Jerash, fue una de las ciudades más importantes de Oriento Medio en la época del Imperio Romano, siendo junto a Filadelfia, actual Ammán, una de las diez ciudades que formaban la decápolis romana, localizada en la provincia romana de Siria.
El apogeo de Gerasa tiene lugar en el siglo III d.c. contando con entre 15.000 y 20.000 habitantes, siendo una ciudad que comerciaba con los Nabateos, habitantes de Petra, aprovechando las rutas comerciales a Siria. En el siglo VIII d.c. la ciudad sufre un importante terremoto que reduce su población a la cuarta parte y hace que sea prácticamente abandonada. Gerasa entra en un largo letargo, hasta que a mediados del siglo XIX comienzan unas labores de restauración que durarán más de un siglo, para hacer que en la actualidad, Gerasa, sea considerada una de las ciudades romanas en ruinas en mejor estado de conservación.
Sugerencias para la visita:
1. Reservad al menos 2 horas para la visita, si son 3 horas mejor. En mi opinión la mejor hora para ver la antigua ciudad es el atardecer. Ver el cambio de color de las piedras a tonos anaranjados es precioso.
2. Una buena ruta, como ahora veremos, es entrar por la Puerta de Adriano, llegar al antiguo Foro y recorrer el Cardo Máximo y la vuelta hacerla por el camino de tierra que discurre paralelo al Cardo pudiendo contemplar por la parte trasera la Basílica, el Templo de Artemisa y el resto de ruinas. El paseo finalizaría en el anfiteatro desde donde ver la puesta de sol.
3. Llevad agua. El calor en los meses de verano aprieta. Cuando nosotros estuvimos, finales de abril, hacía una temperatura muy agradable, pero hay sitios donde no hay sombras en las que cobijarse.
El apogeo de Gerasa tiene lugar en el siglo III d.c. contando con entre 15.000 y 20.000 habitantes, siendo una ciudad que comerciaba con los Nabateos, habitantes de Petra, aprovechando las rutas comerciales a Siria. En el siglo VIII d.c. la ciudad sufre un importante terremoto que reduce su población a la cuarta parte y hace que sea prácticamente abandonada. Gerasa entra en un largo letargo, hasta que a mediados del siglo XIX comienzan unas labores de restauración que durarán más de un siglo, para hacer que en la actualidad, Gerasa, sea considerada una de las ciudades romanas en ruinas en mejor estado de conservación.
Sugerencias para la visita:
1. Reservad al menos 2 horas para la visita, si son 3 horas mejor. En mi opinión la mejor hora para ver la antigua ciudad es el atardecer. Ver el cambio de color de las piedras a tonos anaranjados es precioso.
2. Una buena ruta, como ahora veremos, es entrar por la Puerta de Adriano, llegar al antiguo Foro y recorrer el Cardo Máximo y la vuelta hacerla por el camino de tierra que discurre paralelo al Cardo pudiendo contemplar por la parte trasera la Basílica, el Templo de Artemisa y el resto de ruinas. El paseo finalizaría en el anfiteatro desde donde ver la puesta de sol.
3. Llevad agua. El calor en los meses de verano aprieta. Cuando nosotros estuvimos, finales de abril, hacía una temperatura muy agradable, pero hay sitios donde no hay sombras en las que cobijarse.
La entrada a Gerasa se hace por el Arco de Adriano. Este arco del triunfo recibe su nombre en homenaje a la visita que el emperador Adriano hizo en el año 129 d.c. La entrada no puede ser más imponente, un arco de 13 metros de altura, con tres puertas y en muy buen estado general de conservación.
Arco de Adriano
Nada más atravesar el Arco, a la izquierda se localiza el hipódromo. Actualmente no se aprecia del todo bien la magnitud de este lugar, porque llegó a tener 245 metros de longitud y 52 metros de ancho, con un aforo de 15.000 espectadores, que acudían a ver carreras de cuadrigas y otros deportes. Se puede acceder a el sin problemas, también a sus gradas, y pasear por su arena.
Hipódromo
Diariamente hacen dos representaciones aunque no coincidimos con el horario de ninguna de ellas. En las representaciones se pueden ver cuadrigas y grupos de legionarios escenificando tácticas de combate romanas. Todo ello impulsado por el proyecto RACE (Representación del ejército y las cuadrigas romanas).
Seguimos caminando hasta que llegamos a una de las puertas de acceso a la ciudad, la Puerta Sur. En este punto nos pidieron de nuevo el Jordan Pass. Junto al control de visitantes también tenéis un pequeño restaurante para comprar agua o comer algo.
Puerta Sur de Jerash
En el esplendor de la ciudad, antes de que esta puerta se construyese, en el camino que sale de la misma y comunicaba Gerasa con Filadelfia (Ammán) se estableció en este punto un gran zoco con unas 15 tiendas de artesanos y mercaderes. Probablemente un incendio destruyó todas estas tiendas, cuyos restos se pueden observar en la actualidad bajo la puerta sur.
Desde aquí llegamos a uno de los puntos más impresionantes de todo Gerasa, la Plaza Oval. La plaza con sus 90x80 metros da una sensación de enormidad, rodeada de una ancha acera y un conjunto de 56 columnas jónicas del siglo I d.c.
Plaza Ovalada
En el centro de la plaza hay dos altares y en el siglo VII d.c. se agregó una fuente que en la actualidad alberga una columna que se utiliza para contener la llama del festival de Gerasa.
Plaza Ovalada con Templo de Zeus al fondo
La Plaza Ovalada era el centro de la vida social de Gerasa, donde se establecía el mercado. De la plaza salía la vía principal de Gerasa, el Cardo Máximo. Si os vais fijando veréis que las losas que forman el pavimento de la plaza aumentan de tamaño según nos alejamos del centro, lo que genera la sensación óptica de amplitud y hace que la plaza parezca más grande.
El Cardo Máximo era la calle principal de la ciudad. Cuenta con 800 metros de longitud y una orientación de norte a sur y conectaba la Puerta Norte con la Plaza Ovalada. Pasear por ella te da una impresión de lo magnífica que debió ser la ciudad en su momento. Aún hoy se pueden ver las marcas de los carros en el pavimento y el sistema de alcantarillado que existía en la ciudad, fijaos en los orificios situados a los lados de la calle que servían para canalizar el agua hasta el sistema subterráneo que recorría todo el Cardo.
La calle originalmente estaba rodeada de columnas. Hoy en día pocas de ellas son originales de la época romana ya que fueron reconstruidas en la época bizantina.
A ambos lados de la calle se levantan diversas estructuras de la ciudad. Nada más salir de la Plaza Ovalada lo primero que nos encontramos a nuestra izquierda son las tiendas de la parte sur del Cardo.
Los mercaderes se establecieron en la arteria principal de Gerasa donde más gente transitaba. Algunas estructuras de estas tiendas aún son visibles en la actualidad, aunque hay que tener imaginación para visualizar lo que pudo ser en el pasado.
Los mercaderes se establecieron en la arteria principal de Gerasa donde más gente transitaba. Algunas estructuras de estas tiendas aún son visibles en la actualidad, aunque hay que tener imaginación para visualizar lo que pudo ser en el pasado.
Mercado sur
Siguiendo por el Cardo nos encontramos con la Catedral, originalmente un templo romano que en el siglo IV se reconstruyó como Iglesia Bizantina, a la que ahora se conoce como la catedral. Se cree que el edificio original estaba dedicado al dios romano Dionisio. Para construir esta iglesia y los baños adyacentes se utilizaron piedras procedentes del Templo de Zeus, situado junto a la Plaza Ovalada.
Una de las estructuras mejor conservadas del Cardo es el Ninfeo. Al igual que vimos en Ammán, salvando las distancias ya que esta es mucho más impresionante, el Ninfeo era una fuente ornamental construida durante el siglo II d.c. dedicada a las ninfas. Era un tipo de construcción muy común en las ciudades romanas. Originalmente el nivel inferior estaba construido en mármol y el superior en yeso pintado, todo ello coronado con un techo de media bóveda. El agua descendía en forma de cascada a través de siete cabezas de leones talladas hasta unas pequeñas cuencas situadas en la acera y fluía hasta los desagües del sistema subterráneo de alcantarillado.
Ninfeo
Otra de las grandes estructuras de Gerasa es el Templo de Artemisa. El templo está precedido por un gran vestíbulo que se conoce como Propileo, que en griego significa "antes de la puerta". Desde el Propileo hay que subir unas escaleras que te llevan directamente al Templo de Artemisa.
Acceso al Templo de Artemisa
Aunque el Templo de Artemisa fue desmantelado en el siglo IV d.c., sus 11 enormes columnas corintias nos dan una idea de la magnitud de este templo. Los visitantes se quedarían maravillados al acceder por al escalinata del Propileo y descubrir tal obra, ya que desde el Cardo no era visible.
Templo de Artemisa
El Cardo continúa y antes de llegar a la Puerta Norte se cruza con otra calle, la Decumanus. Esta calle une el Tetrapylon con el Teatro Norte. El Tetrapylon es una pequeña estructura cuadrada que servía de acceso al Teatro Norte y se construyó en el siglo III d.c. en honor a la esposa del emperador Séptimo Severo.
Decumanus
Tetrapylon
Nos íbamos acercando al final del Cardo y por lo tanto a la Puerta Norte, pero antes nos encontramos con el Teatro Norte. Este teatro se construyó en el año 165 d.c. Es más pequeño que el Teatro Sur que visitaríamos posteriormente, aunque no por ello menos interesante.
Teatro norte
En origen solo tenía 14 filas de asientos y se utilizaba para representaciones y reuniones del consejo de la ciudad. En el siglo III d.c. el teatro duplica su tamaño hasta su actual capacidad, unas 1.600 personas. La piedra de este teatro tiene una alta composición de hierro, por eso al golpearla reproduce un peculiar sonido. Hay que fijarse en los detalles de las figuras talladas en la piedra a la altura del escenario.
Habíamos llegado al fin del camino, pero al visita no había terminado. Comenzaba a caer la tarde, lo que hacía que la luz fuese perfecta. Para el camino de vuelta no utilizamos el Cardo de nuevo sino que vinimos por el camino de tierra superior que cruza algunas construcciones como el Templo de Artemisa o la Catedral. Desde este camino se tienen unas vistas magníficas del Cardo con la actual ciudad de Jerash al fondo.
Templo de Artemisa
Catedral
Al final de este camino llegamos al más grande de los dos teatros de Gerasa, el Teatro Sur, situado junto al Templo de Zeus. En mi opinión es el mejor lugar para ver el atardecer en la ciudad.
Este teatro se construyó a finales del siglo I d.c. y tenía capacidad para más de 3.000 personas. El teatro tiene una acústica perfecta que permite escuchar al orador situado en el centro de la planta de la orquesta, desde cualquier punto del teatro sin que este alce la voz. Otro punto a destacar del Teatro Sur son las magníficas vistas que se obtienen de toda la ciudad.
Este teatro se construyó a finales del siglo I d.c. y tenía capacidad para más de 3.000 personas. El teatro tiene una acústica perfecta que permite escuchar al orador situado en el centro de la planta de la orquesta, desde cualquier punto del teatro sin que este alce la voz. Otro punto a destacar del Teatro Sur son las magníficas vistas que se obtienen de toda la ciudad.
Es un sitio perfecto para disfrutar de los últimos instantes en Gerasa, aunque no todo es tranquilidad. Nada más entra algún visitante al teatro inmediatamente un par de jordanos te siguen con un tambor y una gaita escocesa para poner banda sonora a la visita. Es un poco extraño, pero hasta cierto punto hasta agradable.
La última visita de Gerasa fue el Templo de Zeus. Aunque actualmente del templo solo se conservan algunas imponentes columnas, en su momento fue uno de los edificios más relevantes de la ciudad. Merece la pena subir hasta el templo para contemplar por última vez la ciudad de Gerasa.
Templo de Zeus
Gerasa
Tomamos el mismo camino de acceso dando por finalizada nuestra visita a la antigua ciudad romana. A la salida mi mujer tuvo un episodio curioso ya que varias chicas jordanas la rodearon y le pidieron insistentemente que se hiciese un selfie con ellas. Tan contenta que estaba ella con su minuto de fama
El camino de vuelta a Ammán lo hicimos anocheciendo. Antes de llegar a la capital habíamos leído que una bonita parada era el mirador de la presa King Talal así que allí que fuimos nosotros. El desvío desde la carretera 35 no es muy grande así que si vais con tiempo suficiente es una parada interesante por sus vistas. Muchos jordanos lo utilizan como sitio para comer y tomar algo.
No dio para mucho más el día. Estábamos muy cansados por haber dormido poco y porque había sido una jornada intensa, así que nos fuimos pronto al hotel para descansar.