Nuestro segundo día en Petra nos permite levantarnos más tarde y desayunar tranquilamente en el hotel ya que queríamos estar a las 9:00 en el centro de visitantes. Hoy nos esperaba un día más corto en el recinto ya que habíamos reservado clases de cocina jordana en Petra Kitchen y estas comienzan a las 18:00 de la tarde.
El recorrido por el Siq nos lo tomamos con más calma que el día anterior que queríamos llegar cuanto antes al Tesoro antes que se llenase de grupos de turistas. Nos esperaba otro día despejado y caluroso. No me canso de recomendaros que llevéis mucha agua en todo momento.
El recorrido por el Siq nos lo tomamos con más calma que el día anterior que queríamos llegar cuanto antes al Tesoro antes que se llenase de grupos de turistas. Nos esperaba otro día despejado y caluroso. No me canso de recomendaros que llevéis mucha agua en todo momento.
Recorriendo el Siq
En primer lugar, nos detuvimos en los enigmáticos Bloques del Djinn. En la zona hay carteles explicativos que os permiten reconocer lo que estáis viendo. Estos bloques con forma de cubo toman su nombre de la palabra árabe "espíritu". Hoy en día la creencia generalizada es que eran tumbas o memoriales a los muertos. En la zona conocida como Bab el-Siq se puede ver un grupo de tres bloques desde el sendero que conduce al Siq. En todo el área de Petra hay un total de 25 bloques.
Bloques de Djinn
Muy cerca de la entrada al Siq se encuentra la primera tumba que vemos todos los visitantes a Petra, la Tumba de los Obeliscos. Esta tumba construida por los nabateos en el siglo I a.c. destaca por los cuatro obeliscos de su parte superior y por su fachada con columnas dóricas.
Tumba de los Obeliscos
Volvimos a recorrer el kilómetro largo del Siq, aunque no tuvimos la tranquilidad del día anterior y los beduinos ya se habían puesto en movimiento trasladando a turistas hasta el Tesoro en carro. A esas horas ya se ven a grupos que vuelven de regreso al centro de visitantes. Visitan fugazmente el Tesoro y a otro destino.
Durante el recorrido por el Siq se pueden ver las antiguas tuberías de terracota de más de 2.000 años de antigüedad que construyeron los nabateos para canalizar el agua hasta la ciudad de Petra. También, tras unas excavaciones salió a la luz un tramo de calzada romana.
Canalizaciones de agua
Pavimento romano
En algunos tramos del Siq se pueden ver hornacinas en las paredes que albergaban figuras de Dushara, principal dios nabateo. Estos lugares recordaban a los visitantes de Petra que estaban entrando en lo que para muchos era una ciudad sagrada.
Otro de los puntos interesantes del Siq lo encontramos cuando llegamos a la talla en la piedra de un camello con el caravanero. Está bastante erosionada, pero aún se distingue la forma de ambos. Como se puede ver en la foto, el canal de agua pasa por detrás de la propia talla.
De nuevo el momento mágico en el Siq cuando este comienza a estrecharse y oscurecerse y a la vuelta de la esquina aparece de nuevo ante nuestros ojos, el Tesoro.
La experiencia en el Tesoro es completamente distinta a la vivida el día anterior. Los beduinos han montado ya sus tiendas y han traído los camellos y burros. Hay muchos grupos sobre las 10:00 de la mañana, por eso recomiendo encarecidamente que uno de los días o el único que estéis allí madruguéis y lleguéis antes de las 9:00, incluso me atrevería a decir que antes de las 8:00 para aseguraros la soledad.
De nuevo tomamos la calle de las fachadas y hoy descubrimos una serie de paneles informativos que señalan algunas tumbas relevantes como la tumba 67 con su cámara funeraria en su parte superior o la tumba 825 con su techo escalonado en forma de zigurat.
Tumba Nº67
Tumba Nº825
Desde ahí decidimos poner rumbo hacia el Altar de los Sacrificios. La escalera de subida está antes de llegar al Teatro Nabateo justo al pasar la tienda beduina "Why Not". De todas las subidas que se pueden hacer en Petra esta nos pareció la más sencilla y lo que también es muy importante, la bajada se hace por un camino distinto al de subida con gran atractivo.
Durante la subida, las vistas del Siq exterior son excelentes.
Durante la subida, las vistas del Siq exterior son excelentes.
Subida al Altar de los Sacrificios
En poco más de 30 minutos estaréis en el Altar de los Sacrificios. En este punto tenían lugar ceremonias religiosas y se cree que se sacrificaban animales, de ahí su nombre. Aún son visibles orificios y canalizaciones, probablemente para la sangre de los animales, aunque todo esto es una teoría sobre el lugar.
Lo que os encontráis en el Altar de los Sacrificios no es tan impresionante como el Monasterio y el Mirador del Tesoro, pero la subida merece la pena, primero por las vistas que tenéis desde la tienda beduina que está cerca del Altar y también por el camino de bajada que se hace por una ruta distinta a la de subida y te lleva al centro urbano de Petra.
Nos tomamos un refresco muy a gusto en la tienda beduina del Altar de los Sacrificios y aprovechamos para comprar unos imanes. El precio es similar en casi todos los sitios, 4 imanes por 7 dinares. Para volver, como he comentado, tomamos el camino de Wadi Farasa, antigua ruta procesional, que en vez de llegar al Siq Exterior, os dejará en el centro urbano de Petra, concretamente en el Qasr al-bint.
Esta ruta es maravillosa, con muy buenas vistas en todo momento a través del cañón y algún punto digno de visita durante el recorrido. Os recomiendo hacerla de bajada para poder disfrutar más ya que de subida es bastante dura con mucho escalón.
Lo primero que nos encontramos en nuestra bajada es el la Fuente del León, construida por los nabateos entre el siglo III a.c. y el siglo III d.c. En su momento el agua brotaba desde la boca del león procedente de un manantial cercano. El agua estaba canalizada y se acumulaba en una cisterna cercana a los pies de la montaña.
Fuente del León
Muy cerca de este punto se tienen las primeras vistas del Templo del Jardín, aunque su traducción exacta es "The Garden Hall". Se le da este nombre porque se cree que en la explanada frente al templo había en su momento un jardín. El templo es una pequeña cámara precedida por una entrada compuesta por dos columnas.
Templo del Jardín
Frente al templo hay una pequeña cisterna que se alimentaba de manantiales superiores. A la izquierda del templo hay un agujero que se utilizaba para controlar el suministro de agua a la cisterna y de esta forma regar el jardín a voluntad.
Cisterna Nabatea
Descendiendo un poco se llega al Triclinium y a la Tumba del Soldado Romano. El primero destaca sobre todo por su interior y los tonos de rojizos a rosáceos de la piedra. Esta estancia se cree que se utilizaba como comedor.
Triclinium
Desde el Triclinium se obtienen muy buenas fotos de la Tumba del Soldado Romano. Esta tumba se caracteriza por su fachada columnada con tres pequeños nichos en su parte superior en los que se pueden ver figuras masculinas con ropa militar greco-romana, de ahí el nombre del templo. Esta tumba no es romana, por ello también es conocida como la Tumba del Soldado.
Se cree que la Tumba del Soldado formaba parte de un complejo mayor que incluía el Triclinium y un patio con columnas cuyos restos aún son visibles.
Junto a la Tumba Renacentista el cañón se abre y se vislumbra la antigua ciudad al fondo. Esta tumba tiene ese nombre por su arco coronado por una urna al estilo del Renacimiento Italiano.
Tumba del Renacimiento
Desde este punto hay algo menos de 30 minutos hasta el centro urbano. Se atraviesa un puesto beduino donde podréis comprar agua antes de llegar a Qasr al-bint.
Wadi Farasa
Gran Templo
Tumbas Reales
Qasr al-bint
Hoy comimos en el otro restaurante de Petra, el Nabatean Tent. También es comida tipo buffet al igual que en el restaurante Basin. El precio es algo más bajo, aunque la calidad parecida, para salir del paso y descansar un poco a la sombra.
Por la tarde, debido a que íbamos a ir a Petra Kitchen, solo nos quedaba visitar el Templo de Leones Alados y la Iglesia Bizantina. Si no hubiésemos tenido este plan probablemente hubiésemos buscado un sitio para ver el atardecer sobre Petra y el Altar de los Sacrificios tenía muchas papeletas ya que habíamos leído comentarios muy buenos sobre el atardecer desde este punto bañando las fachadas de las Tumbas Reales. Lo dejamos para nuestra vuelta.
El Templo de los Leones Alados actualmente no es más que un conjunto de piedras que apenas deja entrever lo que fue en algún momento. Recibe su nombre por los leones tallados en los capitales de todas las columnas de este templo y que hoy en día no son visibles.
Por la tarde, debido a que íbamos a ir a Petra Kitchen, solo nos quedaba visitar el Templo de Leones Alados y la Iglesia Bizantina. Si no hubiésemos tenido este plan probablemente hubiésemos buscado un sitio para ver el atardecer sobre Petra y el Altar de los Sacrificios tenía muchas papeletas ya que habíamos leído comentarios muy buenos sobre el atardecer desde este punto bañando las fachadas de las Tumbas Reales. Lo dejamos para nuestra vuelta.
El Templo de los Leones Alados actualmente no es más que un conjunto de piedras que apenas deja entrever lo que fue en algún momento. Recibe su nombre por los leones tallados en los capitales de todas las columnas de este templo y que hoy en día no son visibles.
Lo mejor de la visita a estas ruinas son las vistas que desde este punto se tienen del Gran Templo, en mi opinión las mejores y del resto del centro urbano. Desde este punto parte un sendero a la cercana Iglesia Bizantina, importante porque alberga mosaicos bizantinos en buen estado de conservación.
Iglesia Bizantina
Lentamente pusimos rumbo a la salida de Petra por el camino que sale desde la Iglesia Bizantina hasta las Tumbas Reales. Este camino discurre paralelo a la vía columnada, pero elevado a esta y cruza un pequeño cañón a través de un viejo puente de madera. Por esta parte de Petra menos transitada que la vía principal podéis encontrar camellos y burros que los beduinos dejan campar a sus anchas por las tardes.
Llegamos de nuevo al Tesoro y nos despedimos de Petra hasta pronto. La experiencia de estos dos días había sido mágica y Petra uno de los mejores sitios donde habíamos estado en nuestros viajes. Sin duda un sitio que se merece ser una de las siete nuevas maravillas del mundo moderno, un sitio al que volveremos.
Llegamos al hotel con el tiempo justo para darnos una ducha y quitarnos el polvo de Petra. Petra Kitchen comienza a las 18:00 de la tarde y el sitio donde se imparten los cursos de cocina está muy cerca del centro de visitantes en la calle Tourism Street, muy original el nombre. Acaban de inaugurar también un hotel, el Petra Boutique Hotel, aunque no tengo referencias.
Petra Kitchen
En los cursos se preparan una serie de aperitivos fríos y otros calientes, "mezzas", para terminar con un plato principal. Nosotros preparamos entre otras cosas un taboulah, ensaladas, sopa de lentejas, ensalada fattoush típica de la cocina libanesa y Baba Ganouj, puré de berenjena. Como plato principal elaboramos Mushakan. Este plato es típico de Palestina aunque ya se ha extendido por todos los países de Oriente Medio. Consiste en carne de pollo frita con cebolla y aderezada con especias, que se sirve con un pan. Estaba todo riquísimo.
Cada grupo tiene un chef en su mesa que te va guiando por cada uno de los pasos y os ayuda a cocinar. Todas las explicaciones son en inglés, pero con un nivel básico seréis capaces de seguir las clases sin problemas. Al final todos cenamos lo que hemos estado preparando durante las clases. Es una experiencia muy divertida.
Musakhan
Mezzas
Cocinado
Te dan bastante tiempo para cenar y se pueden pedir durante el cocinado y la cena todas las bebidas que se quieran. Poníamos de esta forma punto y aparte a nuestra estancia en Wadi Musa y nuestra visita a Petra, al día siguiente iríamos por primera vez al desierto.