Ese día nuestro despertador sonó hacia las 8:00h y de seguida nos pusimos en marcha para prepararnos y salir hacia una de las visitas prevista. Hoy el día iba de Castillos y a eso a Jordi ¡le encanta!
Después de un desayuno y parar en un supermercado en busca de provisiones para después de la visita, pusimos rumbo hacía Orschwiller.
El castillo esta situado a 26km de Colmar, en la comuna francesa de Orschwiller y abría sus puertas a las 9:15h.
Si vas en coche
Aconsejo llegar un pelín pronto ya que hay 150 plazas, de aparcamiento, gratuitas distribuidas en los dos márgenes de la carretera que asciende a la fortaleza, mientras más pronto llegues mas cerquita de él podrás aparcar.
Como ir en autobús:
¡es muy fácil!
En la estación de Colmar coges la línea 500 = dirección a Sélestat.
Al salir de la estación de Sélestat, justo a la izquierda hay un bus lanzadera por 2,50€/pers, que te lleva directamente hasta el castillo.
Importante saber que presentando el ticket del bus lanzadera en la taquilla te hacen un descuento de 2,00€/pers en la entrada.
Os dejo el enlace de la web oficial del castillo donde podréis consultar precios, horarios e incluso
descargaros los horarios del bus lanzadera: Web oficial Château du Haut-Koenigsbourg
UN POQUITO DE HISTÓRIA – SUS ORIGÉNES.
Esta fortaleza fue construida en el s.XII, de manera estratégica, encima de la montaña Stophanberch, a una altura de 755m. De esta manera vigilaba de norte a sur la ruta del vino y el trigo y de este a oeste la ruta de la sal y la plata.
En posesión de los Habsburgo fue donado a los Triesten en 1479, de ahí que veamos su escudo al traspasar la puerta principal bajo sus murallas.
Durante la guerra de los Trenta Años el castillo fue derrotado y seguidamente incendiado por los suecos así que pasado un tiempo fue donado al emperador alemán Guillermo II Hohenzollern, que fue el que ordeno su restauración en 1899. Una de las más importantes y fieles a su origen medieval.
[img]i.postimg.cc/sxynTv53/IMG-3489.jpg[/img[/img]
Comenzamos la visita
Después de aparcar en una de sus plazas de aparcamiento ascendemos pasito a pasito hacía la entrada. Paseando a través de un camino de arena con frondosos árboles a sus laterales, se pueden observar las vistas de sus murallas.
[img]i.postimg.cc/8ctbww1b/IMG-3579.jpg[/img[/img][img]i.postimg.cc/fLv7T50h/IMG-3498.jpg[/img[/img]
Al cruzar la puerta principal ya percibimos que habíamos elegido bien hacer esta excursión, algo nos decía que nos esperaba una visita muy interesante en su interior, así que nos pusimos manos a la obra.
Llegamos a un pequeño patio exterior donde se encuentran los establos, una herrería con un molino de viento en su alto, una fuente del s. XV y el acceso a las taquillas.
[img]i.postimg.cc/fyr9JPz1/IMG-3512.jpg[/img[/img]
A este patio se puede acceder sin entrada, es gratuito. Mucha gente va al castillo, ve este patio, se hace unas fotillos y se marcha. Personalmente, si podéis, aconsejo realizar la visita entera, no os llevará más de 3 horas como máximo.
Los tickets nos costaron 9€/adulto + 1 audioguía de 4,50€
He de decir que la audioguía es muy funcional, ya que te dan un mapa del recorrido numerado y un bolígrafo interactivo que lo acercas a la numeración y te da la explicación. ¡Está muy muy bien! Ya que dentro no hay ninguna explicación en Español.
Con las entradas en mano y la audioguía colgada en el cuello nos dirigimos al interior del castillo donde lo primero que vemos son unas escaleras que nos llevan a su precioso puente levadizo y a la puerta de los leones. Esta servía de aislamiento de la fortaleza en caso de ataque.
[img]i.postimg.cc/zBdLcQg3/IMG-3546.jpg[/img[/img]
De ahí pasamos a un patio interior donde encontramos las cocinas que comunican con las bodegas, donde se puede observar una grandiosa bota de vino. En el patio también hay un pozo y una pequeña torre que alberga unas preciosa escaleras circulares decoradas con bellas barandas y rejas en sus ventanales trabajadas en forja.
[img]i.postimg.cc/kGBV3yQs/IMG-3522.jpg[/img[/img]
Subiendo las escaleras nos dirigimos a la primera planta:
Nos impactó la sala del Kaiser por sus frescos en las paredes y en lo alto del techo el escudo/lema del sacro imperio romano: un águila imperial. Es una de las principales estancias del castillo y la verdad que es impresionante. Recuerdo su larga mesa central, iluminada con un increíble lampara en su techo donde se puede apreciar el águila con sus alas.
Siento no tener una foto de esta sala pero así cuando la veáis en persona, ¡será más impactante!
En este piso también se puede observar una sala de armas.
Sin perder detalle de las estancias accedimos a la segunda planta:
Aquí encontramos las viviendas.
[img]i.postimg.cc/GtV4cszC/castillo5.jpg[/img[/img]
Fue mi parte preferida del castillo ya que disfruté mucho viendo el mobiliario, sus hermosas estufas de hierro y como se calentaban, me asombró mucho lo pequeñas que eran sus camas y lo austeras que eran sus habitaciones. Pude hacerme una idea de cómo se vivía en esa época.
[img]i.postimg.cc/ZqH0WQjj/castillo4.jpg[/img[/img]
Después de este viaje al pasado pusimos rumbo a la siguiente parte de la visita: El edificio del Gran Bastión. Atravesando en lo que en su época fue el jardín del castillo y su segundo puente levadizo llegamos a la zona más alta.
[img]i.postimg.cc/VvxNyPLs/IMG-3559.jpg[/img[/img]
El Gran Bastión es un edificio defensivo que consta de dos torres y sus vistas son brutales.
En él puedes ver una colección de cañones y si te asomas a alguno de ellos podrás ver en su interior las bolas de piedra de cañón que se utilizaban en aquella época.
[img]i.postimg.cc/3wx0F7kz/IMG-3548.jpg[/img[/img]
La verdad que no os podéis perder esa oportunidad de disfrutar de unas vistas tan bellas de los alrededores del castillo. Yo me quede unos instantes ahí parada…tranquilamente…que hasta me olvide de hacer una foto de ese momento, jejejej.
También podéis ver una exposición sobre la obra de reconstrucción.
Y esta fue nuestra visita a este increíble castillo, que nada tiene que ver con muchos otros que hemos visitado. No os esperéis habitaciones y salas lujosas, con todo tipo de detalles. Es un castillo fiel a sus orígenes, austero, muy bien construido para su función que era vigilar sus tierras y sus rutas comerciales.
Así que para poner punto final a esta visita nos llenamos nuestras barrigas con un picnic parando en una pequeña zona que hay con una mesita de madera bajando por la misma carretera que se asciende al castillo.
[img]i.postimg.cc/J0VhvWhr/IMG-3591.jpg[/img[/img]
Jordi y su cara de alegría cuando se trata de comida
En conclusión: si os interesa el tema y sois amantes de los castillos, para nosotros es una visita recomendadísima, que vale mucho la pena y no os podéis perder.
Después de un desayuno y parar en un supermercado en busca de provisiones para después de la visita, pusimos rumbo hacía Orschwiller.
El castillo esta situado a 26km de Colmar, en la comuna francesa de Orschwiller y abría sus puertas a las 9:15h.
Si vas en coche
Aconsejo llegar un pelín pronto ya que hay 150 plazas, de aparcamiento, gratuitas distribuidas en los dos márgenes de la carretera que asciende a la fortaleza, mientras más pronto llegues mas cerquita de él podrás aparcar.
Como ir en autobús:
¡es muy fácil!
En la estación de Colmar coges la línea 500 = dirección a Sélestat.
Al salir de la estación de Sélestat, justo a la izquierda hay un bus lanzadera por 2,50€/pers, que te lleva directamente hasta el castillo.
Importante saber que presentando el ticket del bus lanzadera en la taquilla te hacen un descuento de 2,00€/pers en la entrada.
Os dejo el enlace de la web oficial del castillo donde podréis consultar precios, horarios e incluso
descargaros los horarios del bus lanzadera: Web oficial Château du Haut-Koenigsbourg
UN POQUITO DE HISTÓRIA – SUS ORIGÉNES.
Esta fortaleza fue construida en el s.XII, de manera estratégica, encima de la montaña Stophanberch, a una altura de 755m. De esta manera vigilaba de norte a sur la ruta del vino y el trigo y de este a oeste la ruta de la sal y la plata.
En posesión de los Habsburgo fue donado a los Triesten en 1479, de ahí que veamos su escudo al traspasar la puerta principal bajo sus murallas.
Durante la guerra de los Trenta Años el castillo fue derrotado y seguidamente incendiado por los suecos así que pasado un tiempo fue donado al emperador alemán Guillermo II Hohenzollern, que fue el que ordeno su restauración en 1899. Una de las más importantes y fieles a su origen medieval.
[img]i.postimg.cc/sxynTv53/IMG-3489.jpg[/img[/img]
Comenzamos la visita
Después de aparcar en una de sus plazas de aparcamiento ascendemos pasito a pasito hacía la entrada. Paseando a través de un camino de arena con frondosos árboles a sus laterales, se pueden observar las vistas de sus murallas.
[img]i.postimg.cc/8ctbww1b/IMG-3579.jpg[/img[/img][img]i.postimg.cc/fLv7T50h/IMG-3498.jpg[/img[/img]
Al cruzar la puerta principal ya percibimos que habíamos elegido bien hacer esta excursión, algo nos decía que nos esperaba una visita muy interesante en su interior, así que nos pusimos manos a la obra.
Llegamos a un pequeño patio exterior donde se encuentran los establos, una herrería con un molino de viento en su alto, una fuente del s. XV y el acceso a las taquillas.
[img]i.postimg.cc/fyr9JPz1/IMG-3512.jpg[/img[/img]
A este patio se puede acceder sin entrada, es gratuito. Mucha gente va al castillo, ve este patio, se hace unas fotillos y se marcha. Personalmente, si podéis, aconsejo realizar la visita entera, no os llevará más de 3 horas como máximo.
Los tickets nos costaron 9€/adulto + 1 audioguía de 4,50€
He de decir que la audioguía es muy funcional, ya que te dan un mapa del recorrido numerado y un bolígrafo interactivo que lo acercas a la numeración y te da la explicación. ¡Está muy muy bien! Ya que dentro no hay ninguna explicación en Español.
Con las entradas en mano y la audioguía colgada en el cuello nos dirigimos al interior del castillo donde lo primero que vemos son unas escaleras que nos llevan a su precioso puente levadizo y a la puerta de los leones. Esta servía de aislamiento de la fortaleza en caso de ataque.
[img]i.postimg.cc/zBdLcQg3/IMG-3546.jpg[/img[/img]
De ahí pasamos a un patio interior donde encontramos las cocinas que comunican con las bodegas, donde se puede observar una grandiosa bota de vino. En el patio también hay un pozo y una pequeña torre que alberga unas preciosa escaleras circulares decoradas con bellas barandas y rejas en sus ventanales trabajadas en forja.
[img]i.postimg.cc/kGBV3yQs/IMG-3522.jpg[/img[/img]
Subiendo las escaleras nos dirigimos a la primera planta:
Nos impactó la sala del Kaiser por sus frescos en las paredes y en lo alto del techo el escudo/lema del sacro imperio romano: un águila imperial. Es una de las principales estancias del castillo y la verdad que es impresionante. Recuerdo su larga mesa central, iluminada con un increíble lampara en su techo donde se puede apreciar el águila con sus alas.
Siento no tener una foto de esta sala pero así cuando la veáis en persona, ¡será más impactante!
En este piso también se puede observar una sala de armas.
Sin perder detalle de las estancias accedimos a la segunda planta:
Aquí encontramos las viviendas.
[img]i.postimg.cc/GtV4cszC/castillo5.jpg[/img[/img]
Fue mi parte preferida del castillo ya que disfruté mucho viendo el mobiliario, sus hermosas estufas de hierro y como se calentaban, me asombró mucho lo pequeñas que eran sus camas y lo austeras que eran sus habitaciones. Pude hacerme una idea de cómo se vivía en esa época.
[img]i.postimg.cc/ZqH0WQjj/castillo4.jpg[/img[/img]
Después de este viaje al pasado pusimos rumbo a la siguiente parte de la visita: El edificio del Gran Bastión. Atravesando en lo que en su época fue el jardín del castillo y su segundo puente levadizo llegamos a la zona más alta.
[img]i.postimg.cc/VvxNyPLs/IMG-3559.jpg[/img[/img]
El Gran Bastión es un edificio defensivo que consta de dos torres y sus vistas son brutales.
En él puedes ver una colección de cañones y si te asomas a alguno de ellos podrás ver en su interior las bolas de piedra de cañón que se utilizaban en aquella época.
[img]i.postimg.cc/3wx0F7kz/IMG-3548.jpg[/img[/img]
La verdad que no os podéis perder esa oportunidad de disfrutar de unas vistas tan bellas de los alrededores del castillo. Yo me quede unos instantes ahí parada…tranquilamente…que hasta me olvide de hacer una foto de ese momento, jejejej.
También podéis ver una exposición sobre la obra de reconstrucción.
Y esta fue nuestra visita a este increíble castillo, que nada tiene que ver con muchos otros que hemos visitado. No os esperéis habitaciones y salas lujosas, con todo tipo de detalles. Es un castillo fiel a sus orígenes, austero, muy bien construido para su función que era vigilar sus tierras y sus rutas comerciales.
Así que para poner punto final a esta visita nos llenamos nuestras barrigas con un picnic parando en una pequeña zona que hay con una mesita de madera bajando por la misma carretera que se asciende al castillo.
[img]i.postimg.cc/J0VhvWhr/IMG-3591.jpg[/img[/img]
Jordi y su cara de alegría cuando se trata de comida
En conclusión: si os interesa el tema y sois amantes de los castillos, para nosotros es una visita recomendadísima, que vale mucho la pena y no os podéis perder.