Parecía otra mañana cualquiera en la región de Alsacia, pero se hizo especial nada más pisar una de sus comunas elegida como pueblo más bonito de Francia en junio del 2017: KAYSERSBERG.
Para mí, uno de los pueblos top para visitar.
La mezcla entre naturaleza, casas típicas alsacianas, calles adoquinadas repletas de pastelerías artesanales, preciosas tiendecitas con productos típicos de la zona y su río hacen de ella una joya de esta región.
[img]i.postimg.cc/SQYQwJK6/IMG-3790.jpg[/img[/img]
En Kaysersberg todo se ve menos comercial y más artesanal.
Pasear por su calle principal escuchando el rio acompañado del sonido de sus pajaritos mientras saboreas una de sus típicas tartas de manzana o un Kougelhopf (bizcocho típico en forma de panettone) no tiene precio.
[img]i.postimg.cc/ ...56338a.jpg[/img[/img]
Primero de todo unos datos prácticos
Está situada a 10km de Colmar, en la entrada del Valle de Weiss rodeada de viñedos y montañas.
Posee un castillo, bueno… más bien unas ruinas de lo que fue un castillo de principios del s.XIII. Dicen que sus vistas son muy bonitas, nosotros no subimos así que no puedo dar mi opinión.
Las aguas del rio Weis cruzan el pueblo dividiéndolo en dos partes las cuales se unen a través de un puente fortificado del 1514.
Fue la ciudad natal del Dr.Albert Schweitzer. Fue médico, filósofo, teólogo, músico, misionero en África y obtuvo el premio nobel de la paz. Hay un museo dedicado a él.
[img]i.postimg.cc/ ...836a2b.jpg[/img[/img]
Comenzamos la visita
Nosotros llegamos bastante temprano ya que era el último día y a las 19:00h teníamos que devolver nuestro tercer acompañante de viaje, el super Fiat 500 que nos fue de perlas durante todo el viaje.
A las 9:00 – 9:30 aparcamos en una pequeñita esplanada justo en la entrada, al lado del parquin público, así que no tuvimos que pagar nada.
Des de ahí accedimos por su calle principal y mientras paseábamos por ella ya pudimos percibir su olor a canela y a tartas recién hechas.
Así que cuando llegamos a uno de sus núcleos principales, donde se unen las dos partes del pueblo y puedes ver una preciosa postal de sus casas al margen del río decidimos entrar en una pastelería y comprar algo de desayunar.
[img]i.postimg.cc/7Lbr0WG3/IMG-3778.jpg[/img[/img][img]i.postimg.cc/gjb99cMs/IMG-3777.jpg[/img[/img]
¡Ya podéis ver el aspecto que tienen ¡pues os aseguro que el sabor es aún mejor. La tarta de manzana con almendras estaba ¡RÍQUISIMA NO…LO SIGUIENTE!
Mientras saboreábamos estos dulces estuvimos un ratito contemplando el río y escuchando el sonido de su agua correr, incluso pudimos ver como un hombre estaba pescando en él.
Disfrutando de las vistas tan bonitas que teníamos a nuestro alrededor y de la tranquilidad que nos aportó ese momento.
[img]i.postimg.cc/dtvM41Zt/IMG-3763.jpg[/img[/img][img]i.postimg.cc/ ...rsberg.jpg[/img[/img]
Dicen que vale más una imagen que mil palabras, pues aquí os dejo estas dos para os transportéis conmigo a ese momento. Siempre será un recuerdo viajero especial.
Es que este pueblo me enamoró.
Después decidimos callejear, pasear, introducirnos en sus rinconcitos sin rumbo fijo para descubrirlo. Vimos muchas callecitas repletas de flores y visitamos muchas tiendecitas.
Aquí las tiendas tienen un aspecto más tradicional, nosotros descubrimos una muy chiquitita que quedaba un poco subterránea y vendían muchas ollas, de arcilla, típicas de Alsacia para hacer gratinados o cocinar al horno. Estaban decoradas de mil formas diferentes.
También había unos relojes de cuco con unos detalles increíbles.
Nosotros optamos por comprar nuestro souvenir aquí y nos llevamos la típica olla Alsaciana que la utilizo mucho en casa y la comida sale divina.
He de decir que también la compré aquí porque encontré diferencia de precio en comparación con las otras tiendas de los pueblos visitados anteriormente.
Después retomamos el paseo y llegamos a su preciosa plaza acompañada de la Iglesia de La Sainte Croix, de estilo románico, aunque también posteriormente se doto de algunos toques góticos.
Y como en todos los pueblos de Alsacia, no podía faltar su Fuente Constantin del año 1521. En Alsacia hay muchas fuentes y cada una de ellas más bonitas.
[img]i.postimg.cc/yYffcYFG/IMG-3804.jpg[/img[/img]
Decidimos sentarnos en uno de los bancos que rodeaban la Fontaine, relajarnos y descansar un poco antes de retomar el paseo.
[img]i.postimg.cc/rwBNNdzf/IMG-3815.jpg[/img[/img]
Tras toda una mañana descubriendo este tesoro de Alsacia, acabamos nuestra visita.
[img]i.postimg.cc/ ...sberg3.jpg[/img[/img][img]i.postimg.cc/ ...sberg5.jpg[/img[/img][img]i.postimg.cc/ ...sberg4.jpg[/img[/img]
Es un pueblo muy pequeñito, por lo que lo puedes ver en menos tiempo, nosotros le dedicamos una mañana entera porque fuimos con mucha calma, mirando y callejeando mucho, entrando en muchas tiendas y empapándonos de él.
Yo recomiendo tomárselo con tranquilidad, pasear y callejear, tomarte o comprarte alguna tarta en unas de sus boulangeries y relajarte en su plaza.
[img]i.postimg.cc/ ...sberg2.jpg[/img[/img][img]i.postimg.cc/ ...sberg6.jpg[/img[/img]
Espero que os haya podido transmitir un poquito de la esencia de Kaysersberg.
¡Saludos a todos y muchas gracias por leerme!
Para mí, uno de los pueblos top para visitar.
La mezcla entre naturaleza, casas típicas alsacianas, calles adoquinadas repletas de pastelerías artesanales, preciosas tiendecitas con productos típicos de la zona y su río hacen de ella una joya de esta región.
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En Kaysersberg todo se ve menos comercial y más artesanal.
Pasear por su calle principal escuchando el rio acompañado del sonido de sus pajaritos mientras saboreas una de sus típicas tartas de manzana o un Kougelhopf (bizcocho típico en forma de panettone) no tiene precio.
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Primero de todo unos datos prácticos
Está situada a 10km de Colmar, en la entrada del Valle de Weiss rodeada de viñedos y montañas.
Posee un castillo, bueno… más bien unas ruinas de lo que fue un castillo de principios del s.XIII. Dicen que sus vistas son muy bonitas, nosotros no subimos así que no puedo dar mi opinión.
Las aguas del rio Weis cruzan el pueblo dividiéndolo en dos partes las cuales se unen a través de un puente fortificado del 1514.
Fue la ciudad natal del Dr.Albert Schweitzer. Fue médico, filósofo, teólogo, músico, misionero en África y obtuvo el premio nobel de la paz. Hay un museo dedicado a él.
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Comenzamos la visita
Nosotros llegamos bastante temprano ya que era el último día y a las 19:00h teníamos que devolver nuestro tercer acompañante de viaje, el super Fiat 500 que nos fue de perlas durante todo el viaje.
A las 9:00 – 9:30 aparcamos en una pequeñita esplanada justo en la entrada, al lado del parquin público, así que no tuvimos que pagar nada.
Des de ahí accedimos por su calle principal y mientras paseábamos por ella ya pudimos percibir su olor a canela y a tartas recién hechas.
Así que cuando llegamos a uno de sus núcleos principales, donde se unen las dos partes del pueblo y puedes ver una preciosa postal de sus casas al margen del río decidimos entrar en una pastelería y comprar algo de desayunar.
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¡Ya podéis ver el aspecto que tienen ¡pues os aseguro que el sabor es aún mejor. La tarta de manzana con almendras estaba ¡RÍQUISIMA NO…LO SIGUIENTE!
Mientras saboreábamos estos dulces estuvimos un ratito contemplando el río y escuchando el sonido de su agua correr, incluso pudimos ver como un hombre estaba pescando en él.
Disfrutando de las vistas tan bonitas que teníamos a nuestro alrededor y de la tranquilidad que nos aportó ese momento.
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Dicen que vale más una imagen que mil palabras, pues aquí os dejo estas dos para os transportéis conmigo a ese momento. Siempre será un recuerdo viajero especial.
Es que este pueblo me enamoró.
Después decidimos callejear, pasear, introducirnos en sus rinconcitos sin rumbo fijo para descubrirlo. Vimos muchas callecitas repletas de flores y visitamos muchas tiendecitas.
Aquí las tiendas tienen un aspecto más tradicional, nosotros descubrimos una muy chiquitita que quedaba un poco subterránea y vendían muchas ollas, de arcilla, típicas de Alsacia para hacer gratinados o cocinar al horno. Estaban decoradas de mil formas diferentes.
También había unos relojes de cuco con unos detalles increíbles.
Nosotros optamos por comprar nuestro souvenir aquí y nos llevamos la típica olla Alsaciana que la utilizo mucho en casa y la comida sale divina.
He de decir que también la compré aquí porque encontré diferencia de precio en comparación con las otras tiendas de los pueblos visitados anteriormente.
Después retomamos el paseo y llegamos a su preciosa plaza acompañada de la Iglesia de La Sainte Croix, de estilo románico, aunque también posteriormente se doto de algunos toques góticos.
Y como en todos los pueblos de Alsacia, no podía faltar su Fuente Constantin del año 1521. En Alsacia hay muchas fuentes y cada una de ellas más bonitas.
[img]i.postimg.cc/yYffcYFG/IMG-3804.jpg[/img[/img]
Decidimos sentarnos en uno de los bancos que rodeaban la Fontaine, relajarnos y descansar un poco antes de retomar el paseo.
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Tras toda una mañana descubriendo este tesoro de Alsacia, acabamos nuestra visita.
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Es un pueblo muy pequeñito, por lo que lo puedes ver en menos tiempo, nosotros le dedicamos una mañana entera porque fuimos con mucha calma, mirando y callejeando mucho, entrando en muchas tiendas y empapándonos de él.
Yo recomiendo tomárselo con tranquilidad, pasear y callejear, tomarte o comprarte alguna tarta en unas de sus boulangeries y relajarte en su plaza.
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Espero que os haya podido transmitir un poquito de la esencia de Kaysersberg.
¡Saludos a todos y muchas gracias por leerme!