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En esta etapa nos pasabamos la mayor parte del día en carretera así que ya cogimos un Lodge el día anterior que estuviese a las afueras de Johannesburgo para no tener que coger atascos y poder ahorrar el máximo de tiempo.
Esta etapa se nos hizo muy, muy larga, no sé si es que no la planee bien, o que ibamos muy lentos conduciendo pero la sensación fue de pasarnos el día al volante. Si volviese atrás la organizaría para ir más tranquilos ya que nos quedaron cosas por ver.
La primera parada fue las cascadas Mac Mac Falls.
Más tarde paramos a Graskop a comer, comimos en un restaurante mozambiqueño-portugués que la verdad estaba muy bien, en la calle principal. El pueblo no tenía mucho para ver, eran cuatro calles, dos hoteles y muchos autocares de turistas.
Después salimos a ver God's Window, un mirador sobre el Cañón del Rio Blyde. Después de esta parada fuimos directos a Bourke's Luck Portholes. Y finalmente fuimos directamente al lodge porque ya por hora de cierre no nos daba tiempo a llegar a Three Rondavels. Una pena.
Nuestro lodge estaba ubicado en Hoedspruit, cerca de Orpen Gate ya que nuestro objetivo era entrar al parque lo antes posible al día siguiente. Nos alojamos en Twiga Tower y fue un descubrimiento total. Este alojamiento tenía un 9,9 en Booking, y no es para menos, los amfitriones eran un encanto, nos dieron muchisimos consejos sobre como visitar Kruger y a que horas y en que zonas se podía ver cada animal. Tenían muchisimas revistas en varios idiomas sobre el parque, mapas con zonas marcadas y un montón de actividades que se podían reservar desde allí, incluso hacían safaris privados. Una gozada. Además el Lodge estaba ubicado dentro del Hoedspruit Wildlife Estate, una zona privada donde conviven varios alojamientos con animales al aire libre, desde el propio alojamiento puedes ver Impalas, Jabalís, Cebras, Kudus y Girafas, e incluso el dueño del lodge nos enseñó un video de sus camaras de seguridad donde, hacía una semanas, en un árbol del jardín un leopardo se había echado la siesta, ¡¡dentro de su propio recinto!!
Llegados a ese punto, mi emoción no podía ser mayor.
También nos recomendaron el restaurante Hat and Creek,en Hoedspruit también y fue donde probamos nuestro primer Wild Game plate. Nos encantó, probamos kudu, avestruz e impala. Calidad/precio genial, no podían acertar más.
Después de cenar nos fuimos prontito a dormir, que al día siguiente nada más abrir Kruger allí estaríamos.
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