Nos levantamos pronto, como todos los días, para estar en la calle a eso de las 08:00. Como vimos que el día anterior utilizamos bastante el bono de bus que nos vendieron en el hotel, y hoy sería otro de los días en los que nos moveríamos por Kyoto, decidimos volver a comprar otro bono bus de 24 horas por 600 ¥ por persona.
Tomamos el bus para llegar hasta nuestra primera parada del día, el Templo Kinkankuji (Pabellón Dorado), y como venía siendo todo en este viaje, espectacular. Sin quitarle mérito al Pabellón de Plata que vimos ayer, éste es mucho más impresionante. En este caso toda la construcción está cubierta de pan de oro, por lo que lo hace más bello todavía. Sus jardines, también, estupendos todo colocado de manera estratégica para realzar la belleza del lugar. Precio 400 ¥ por persona.
Desde allí, en la misma parada donde nos bajamos, tomamos el mismo bus hasta la siguiente parada, el Templo Ryoamji. Este templo se destaca, sobre todo, por su jardín seco (karesansui); seguramente el jardín seco más famoso e importante de Japón. Como curiosidad indicar que no se sabe ni la fecha de construcción, ni quién fue su creador y tampoco su significado, aunque se creo que fue construido en el siglo XV. No se que tiene el lugar, pero puedes quedarte sentado horas mirando dicho jardín y no cansarte nunca. Precio 500 ¥ por persona.
Volvimos a tomar el mismo bus hasta nuestra siguiente parada, el Templo Ninnaji. Precio 1300 ¥ por persona. Este templo tiene uno de los jardines más bonitos que hemos visto en todo el viaje. El conjunto de edificios que lo componen, tienen un estilo imperial, por lo que podéis imaginaros la belleza. En este caso debes descalzarte para poder moverte por todo el templo, debido a que los suelos son los originales.
Dejamos los templos de esta zona para dirigirnos en bus hasta Arashiyama. Tomamos el bus 56 hasta la última parada, allí luego tomar el bus 11 que te deja en Arashiyama. El motivo de movernos hasta aquí sería la visita del Bosque de Bambú, pero decidimos parar antes para comer. Justo donde nos deja el bus vemos un restaurante que tiene muy buena pinta, Arashiyama Udon Ozuru. Tomamos una tempura mixta con sopa de fideos udon y una sopa de pato, agua del grifo, todo por 2000 ¥.
Después de comer nos dirigimos andando hasta el famoso Bosque de Bambú, estaba a pocos metros andando del restaurante. Yo iba bastante ilusionado por verlo, pero no se si fue la cantidad de gente que había, pero reconozco que me defraudó un poco. Es un tramo pequeño en el que se ven los altos bambús, y con tanta gente la verdad que desmerece un poco.
Terminamos la visita y nos dirigimos hasta la estación de tren para tomar el JR que nos dejará en Kyoto Station, nuestra siguiente parada. De construcción futurista te deja con la boca abierta al ver toda la estructura. Parece imposible que todo se mantenga en su sitio si apenas columnas de apoyo....
En la propia estación había unos niños de un cole que nos preguntaron si nos podían hacer una encuesta, y por supuesto acepté. No preguntaron cosas acerca de qué hacíamos en su país y qué es lo que más nos estaba gustando, qué nos parecía la gente japonesa, etc... Aquí os presento a mi entrevistador y a su grupo de clase
Tomamos un bus que nos dejó en el barrio de Gion, fuimos paseando hasta llegar al barrio Miyagawacho. Eran las 17:00 y había una luz especial que se reflejaba en sus calles y casas al borde del río. De pronto, BOOMMM!!!, por allí empezaron a desfilar maikos y alguna geiko, para desplazarse a sus lugares de trabajo. Fue alucinante ver como andaban y se movían con sus trajes, nos quedamos impresionados. Con mucha educación les pedí si podía sacar alguna foto, pero la verdad es que ni se paraban, supongo que por el cansancio de todos los días de la gente sacándoles fotos.
Con el subidón en el cuerpo de, por fín, haber podido ver a las famosas maikos y unas cuantas picaduras de los mosquitos; nos fuimos a buscar un lugar para cenar. Nos metimos en un restaurante que encontramos, en el cual no había nadie, se llamaba Teppan Dining Gion Danran. Al principio nos causó un poco de duda, pero es el típico lugar que te invita a entrar y tengo que reconocer que fue todo un acierto. Lo regenta una pareja súper amable y la comida deliciosa. Tomamos un Okonomiyaki y un Tepanyaki, te lo hacen en una plancha y luego te lo ponen en unas planchas que hay en la mesa/barra para que no se enfríe. Nos costó 2800 ¥ con cerveza. Fue una cena muy agradable, nos invitaron a saque y todo, estuvimos más de dos horas hablando con ellos acerca de España, sus vinos, etc... Él era un coleccionista de katanas, incluso nos enseñó una para que la viésemos. Cuando digo hablando, me refiero utilizando Google .
Desde allí, llegamos al barrio de Gion y tomamos el bus que nos dejaría en el hotel para descansar.