Cuenta la leyenda que un gigante osó lavar sus enormes pies en un lago próximo a Friburgo, quedando sus aguas negras; y de ahí el nombre actual del lago: LAGO NEGRO, LAC NOIR O SCHWARZSEE
Así que este será nuestro último destino en tierras suizas; y es que aprovechando que hace buen día y sin prisas por regresar decidimos pasar la jornada por esa zona, es lo bueno que tiene viajar en furgo, que decides in situ cuando y donde parar, y por supuesto, pernoctar.
En el lago desde luego, ni rastro del gigante, ni de sus pies, ni del color negro. De hecho el lago tiene todas las tonalidades que lo rodean.
Tiene un parking no muy grande que se llena rápidamente, ya que es un sitio muy turístico, y es que las posiblidades de ocio que ofrece son muy amplias. Creo recordar que el precio era 6 chf.- por todo el día, o bien 1chf.- la hora, al gusto del consumidor.
En el lago desde luego, ni rastro del gigante, ni de sus pies, ni del color negro. De hecho el lago tiene todas las tonalidades que lo rodean.
Tiene un parking no muy grande que se llena rápidamente, ya que es un sitio muy turístico, y es que las posiblidades de ocio que ofrece son muy amplias. Creo recordar que el precio era 6 chf.- por todo el día, o bien 1chf.- la hora, al gusto del consumidor.
En invierno os recomiendo visitar junto al lago el PALACIO DEL HIELO, y si vais en verano os encontraréis todas estas actividades:
Para empezar es el punto de partida de numerosas excursiones y rutas de senderismo y de ciclismo. Tienes la posiblidad de subir en telesilla hasta Riggisalp y luego descender en trotti bike. Rodear el lago es otro de los must de la zona, bien por tu cuenta, o siguiendo la ruta de Häxenwääg, que no es otra que una bruja que tienes que ir buscando y descifrando acertijos. Nosotros no la seguimos por dos razones: las familias que la estaban haciendo iban muy despacio porque los acertijos eran complicados (además de estar solo en alemán y en francés) y nos demoraríamos mucho en la visita y la segunda razón de peso: 15 francazos por hacer la ruta!!!
También se ofrece alquiler de barcas a pedales e hinchables.
Nosotros optamos por los planes low cost, recorrimos el lago a nuestro aire y parábamos en las atracciones de la bruja aunque no entendiésemos muy bien de qué iba la cosa, comimos en la orilla, nos bañamos, y finalizamos montando en el super rodelbahn.
El recorrido alrededor del lago apenas tiene desnivel, es muy cómodo y apto para sillas. Encuentras una casita con aperos de labranza, dragones que rugen y se iluminan al pulsar un botón, charcas con ranas de mentira...está muy bien. Tardamos alrededor de 2 horas porque paramos en cada cosa que a Hugo le llamaba la atención, a descansar y a recoger fresas silvestres, que abundan por la zona, y que nos sirvieron de postre.
Y como os decía, después de comer nuestro picnic en la orilla...AL RODELBAHN!!
Ya hemos montado en unos cuantos y este es de los que más velocidad coge, entre otras cosas porque va sobre un rail.
Y como nos seguimos resistiendo a dejar el país que lleva por mando la naturaleza, nos acercamos a la fábrica del queso de gruyeres y a la del chocolate, a coger víveres para los próximos meses. Ahora sí, auf Wiedersehen Suiza!!!
Ponemos rumbo a Francia, nos esperan unos cuantos kilómetros hasta el próximo destino