DÍA 4 – CHICHEN ITZÁ – IL KILL – EK BALAM – VALLADOLID
Como pensábamos ir por la nacional, porque nos quedaba la carretera muy cerca, decidimos salir muy pronto, como a las 06:30h. Menos mal, porque si no, no habríamos podido hacer todo. Antes de las 08:30h llegamos a Chichen y aparcamos literalmente en la puerta, delante de las letras que conforman el nombre de Chichen. Acababan de abrir, así que nosotros a nuestro rollo y con la tranquilidad haciéndonos fotos y dando palmas a las faldas de la pirámide xD. Cuando volvemos a la tierra, vemos que aquello está ya bastante lleno de gente y empieza a hacer mucho calor. Eran como las 10:00 o 10:30. Acabamos de ver las 4 construcciones que nos quedan y tras comprar algún souvenir a los vendedores ambulantes nos vamos. Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando vimos el cacao que había liado para entrar. Una cola de coches impresionante y vehículos aparcados en los bordes de la carretera a 2 y 3 km de Chichen.
CONSEJO: id muy temprano a Chichen. Aunque dé pereza, lo ideal es salir sobre las 6.00 o 6.30 de la mañana según donde esté el hotel.
Llegamos al cenote Il Kill. Estuvimos una hora aproximadamente. Había bastante gente, pero no se estaba mal. Saltamos unas cuantas veces y rumbo al siguiente destino.
De camino a Ek Balam, paramos a comer junto a la carretera, en un bar regentado por una mujer y sus gallinas. El precio ridículo, unos 2$ por persona nos costó la comida, pudimos disfrutar de una buena enchilada mexicana.
Llegando a Ek Balam, vimos que teníamos una tormenta encima. Pensábamos que nos daría tiempo a llegar, pero cuando ya cogimos el camino que va por la zona de selva, nos cayó una tromba impresionante. Jamás nos había cogido algo similar en ningún sitio. Con deciros que cayó un rayo tan cerca que el cuadro eléctrico del coche se apagó y se encendió, no os digo más. Nos paramos al borde del camino y detrás nuestro el resto de los coches y autobuses acabaron haciendo lo mismo. Cuando amainó y llegamos a Ek Balam, no pudimos dejar el coche en el parking más cercano porque el nivel de agua pasaba de la altura del suelo del coche y al abrir la puerta se metía dentro.
Lamentablemente, debido a la fortísima lluvia, no se podía subir a la pirámide, por lo que nos quedamos con las ganas.
Nos pasamos por Valladolid y aprovechamos para pasear por la zona y hacer alguna compra. Llegamos al hotel ya de noche, muy tarde, así que solo nos quedaba como opción para cenar el snack bar de la playa que estaba las 24h, os podéis imaginar, comida basura americana. Fuimos directos a cenar, aún con la ropa de playa y después de un cóctel, a ducharnos y a la cama.
Lamentablemente, debido a la fortísima lluvia, no se podía subir a la pirámide, por lo que nos quedamos con las ganas.
Nos pasamos por Valladolid y aprovechamos para pasear por la zona y hacer alguna compra. Llegamos al hotel ya de noche, muy tarde, así que solo nos quedaba como opción para cenar el snack bar de la playa que estaba las 24h, os podéis imaginar, comida basura americana. Fuimos directos a cenar, aún con la ropa de playa y después de un cóctel, a ducharnos y a la cama.