RUTAS POR LA SERRANÍA DE ALBARRACÍN.
Esta es una excursión perfecta para hacer, por ejemplo, durante una visita de fin de semana o de un par de días a Albarracín, ya que, además de recorrer el que es sin duda,uno de los pueblos más bonitos de España, resulta muy recomendable conocer también los preciosos rincones que ofrece su serranía. Hay multitud de rutas y paseos que, en general, no requieren mucho esfuerzo ni tampoco hacer demasiados kilómetros en el coche. Por ejemplo, los dos paseos a que me voy a referir en esta etapa se pueden combinar perfectamente, como fue nuestro caso. En total suponen unos 10 kilómetros y entre tres horas y media o cuatro de marcha, aproximadamente. Pero iré por partes.
Situación de la ruta en el mapa peninsular según Google Maps.
CASCADA DEL MOLINO VIEJO O DE BATIDA.
De camino a Albarracín, paramos en Calomarde para ver su cascada. Se encuentra a unos 15 kilómetros de Albarracín, tomando la carretera A-1512 (dirección Torres de Albarracín) y luego la A-1704 hacia Calomarde y Frías de Albarracín. A esta cascada también se la conoce como la del Molino Viejo o de Batida.
Recorrido en coche desde Albarracín según Google Maps:
Hay un indicador junto a la carretera, a mano izquierda según se va desde Albarracín, unos dos kilómetros antes de llegar a Calomarde, que pone “Cascada de Batida” y un apartadero donde dejar el coche y un merendero. El acceso está habilitado con escaleras, barandillas de madera y pasarelas. También existen paneles informativos que facilitan datos del entorno, por ejemplo de las plantas aromáticas y medicinales que abundan en la zona y sus propiedades.
El entorno.
A la cascada se llega en tres minutos de sencillo paseo. Es muy bonita (más de lo que se aprecia en las fotos) y parte del agua cae en una cueva. Lleva agua todo el año: a mediados de agosto de un verano caluroso y seco, lucía dos buenos chorros. Supongo que en primavera su aspecto debe ser espléndido.
Este pintoresco lugar forma parte de una ruta más larga que viene desde Calomarde y Frías de Albarracín y continúa por la orilla del río, cuyo sendero seguimos unos pocos minutos, contemplando un paisaje muy agradable.
RUTA DEL BARRANCO DE LA HOZ Y PUENTE DE TOBA DEL RÍO BLANCO.
Al leer los paneles informativos que había junto a la Cascada del Molino Viejo, vimos el de la ruta llamada “Puente de Toba del río Blanco”, que por las fotos prometía bastante. El cielo estaba bastante negro y se oían truenos a lo lejos, pero parecía que la tormenta iba y no venía. La caminata no era muy larga, así que nos animamos a hacerla. Es una variante corta del sendero SL-TE40, que va de Calamarde a Frías de Albarracín. También tiene un tramo en común con el PR-TE2.
Datos de la ruta.
Distancia: 3,6 kilómetros. Duración: 1h 5 minutos. El recorrido es lineal, así que hay que sumar la vuelta, es decir, en total son poco más de 8 kilómetros y unas dos horas y cuarto de marcha, sin paradas. El sendero está perfectamente indicado y la orientación es fácil. Se trata de una caminata sencilla con tiempo seco, pero tiene zonas que van en altura y puede haber personas a las que les dé vértigo. Hay cuerdas y cadenas de ayuda en los lugares más complicados.
Éste es uno de los lugares con cadenas, por ejemplo.
El sendero comienza pasada la Iglesia de Calomarde y el puente sobre el río, a la derecha, según se llega desde Albarracín. Sin embargo, los paneles indicadores están al otro lado de la carretera, donde también hay un aparcamiento. Nosotros dejamos el coche allí, aunque se puede avanzar un poco más por una pista que llega a una pequeña zona recreativa con bancos y columpios.
Nada más empezar a caminar nos encontramos con enormes rocas que bordean el río Blanco, entre las que destaca el llamado Moricacho, rodeado de cuevas y con una impresionante abertura lateral, como si le hubiesen dado un tajo con un cuchillo gigante. Merece la pena llegar aunque solo sea hasta aquí. El camino es una pista accesible para todos los públicos.
El Moricacho.
Poco a poco, el río se va encajonando y el paisaje se vuelve más agreste, con pequeñas presas que remansan el agua y barracos pronunciados, como el que pudimos divisar desde el Mirador del Barranco Mingo Marco. Aquí la pista se había convertido en un sendero de tierra y piedras pequeñas bastante asequible. El paisaje era realmente bonito.
En este momento estábamos en un alto y para seguir nuestra ruta teníamos que coger la senda que bajaba a nuestra izquierda (señalado con un indicador de madera que pone “Puente la Toba”) y se internaba en lo más profundo del barranco. Aquí el camino se complica un poco, pero existen cadenas que sirven de ayuda (no tuvimos que utilizarlas, supongo que se precisarán sobre todo en caso de lluvia o hielo porque la roca erosionada puede volverse muy resbaladiza).
A partir de ahí, el camino resulta muy agradable, a la orilla del río, cuyas aguas cantarinas corren alegres, formando pequeñas cascaditas.
Seguimos avanzando hasta encontrarnos con el llamado “Puente de Toba”, un arco natural de roca con formaciones calcáreas sobre el río, cuyo curso se encañona entre dos paredes de apenas un par de metros de anchura. No hace mucho que se habilitó el paso mediante unas estructuras metálicas que cuentan con pasarelas, barandillas y escaleras. Esta zona es bastante espectacular.
La ruta continúa por un sendero que sube y baja, con laterales protegidos por cadenas y pasarelas que cruzan varias veces el río, en un paisaje boscoso donde abundan sobre todo los pinos y que conduce al paraje llamado Molino de las Pisadas. El sendero sigue hasta Frías de Albarracín, pero nuestra ruta acabó aquí.
Es posible volver por otro sendero que va por la parte superior del barranco (SL-TE41), pero como estaba empezando a caer la tarde, preferimos no arriesgar y regresamos por donde habíamos venido.
La amenaza de tormenta había pasado y al final de la tarde asomó el sol.
Una ruta muy bonita y con un puntito de aventura. Además, combinada con la Cascada del Molino Viejo o de la Batida, supone una excursión perfecta de medio día en la Serranía de Albarracín.