Esquí en NZ (agosto 2020) ✏️ Diarios de Viajes de Nueva Zelanda

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NZ es un país que tiene un poco de todo: playas, lagos, glaciares, volcanes, fiordos… y también montañas con altitud y nieve suficiente para esquiar. Quizás esquiar no sea la prioridad de quien viene en invierno desde Europa, pero sí es muy habitual ver australianos que cruzan el charco para pasar unos días en la nieve, sobre todo en Queenstown. Este año, con el turismo internacional cerrado a cal y canto, era el mejor momento para visitar las pistas de Queenstown y Wanaka: buenos precios y poca gente. Malo para quienes viven de ello, pero una oportunidad muy buena para los que normalmente no nos planteamos ir a Queenstown a esquiar. Así que en agosto nos cogimos una semana que repartimos entre las 4 estaciones de la zona. Los vuelos estaban tirados de precio (y AirNZ te permite llevar equipo de esquí a mayores del equipaje facturado sin cargo), había infinidad de Airbnb’s disponibles a buen precio dada la falta de demanda y el exceso de oferta, y el alquiler de coche también estaba muy rebajado. Lo único que no había bajado de precio respecto a años anteriores era el precio de los pases, pero cogiéndolos de varios días en lugar de ir día por día nos ahorramos algo.

La mayor parte de las pistas de esquí de NZ están en la isla sur, pero irónicamente la única estación de la isla norte es también la más grande del país. Mt Ruapehu combina dos estaciones en distintas caras de la misma montaña: Whakapapa (noroeste) y Turoa (sur). Juntas constituyen el mayor dominio esquiable de NZ, y eso de esquiar en un volcán en activo tiene su gracia, pero tiene el problema de que la nieve no está precisamente garantizada, y además, al ser la única estación de la isla norte, suele estar bastante concurrida y no es precisamente barata por aquello de no tener competencia directa. Nosotros la visitamos hace años, allá por el lejano 2012 o 2013, y la experiencia fue bastante mala: estuvo dos días lloviendo y solo pudimos subir a las pistas el tercer día, pero la lluvia se había convertido en hielo y no lo disfrutamos especialmente. Desde entonces no habíamos vuelto a esquiar en NZ porque nos daba pereza arriesgarnos con Ruapehu otra vez, y porque la opción de ir esquiar en la isla sur era prohibitiva. Hasta este año.

En la isla sur hay muchas estaciones de mayor o menor tamaño, pero en general se concentran en dos zonas: Queenstown/Wanaka y Canterbury (zona de Christchurch). En esta última, las estaciones más importantes son Mt Hutt y Craigieburn, aunque hay muchas otras más pequeñas y menos conocidas.

Nosotros nos decantamos por Queenstown/Wanaka. En esta zona hay 4 estaciones (agrupadas de dos en dos, es decir, con un mismo pase accedes a dos de ellas y con otro pase accedes a las otras dos) y como teníamos una semana decidimos visitarlas todas. No son estaciones grandes, sobre todo si estás acostumbrado a las estaciones del Pirineo o los Alpes, y pasar una semana en la misma hubiera sido muy aburrido. El único problema con este plan era la logística: dos de las estaciones (Remarkables y Coronet Peak) están más cerca de Queenstown, una (Treble Cone) está más cerca de Wanaka, y otra (Cardrona) está más o menos a mitad de camino. Sin saber qué días íbamos a pasar exactamente en cada estación, porque queríamos decidir en función del tiempo que hiciera en el último momento, era difícil reservar alojamiento. Al final decidimos coger Airbnb’s para las tres primeras noches en Queenstown y las tres últimas en Wanaka. Los pases los cogimos con bastante antelación para aprovechar los precios early bird, y después de repasar las distintas combinaciones de días que ofrecía cada estación, la mejor combinación era un pase de 4 días no consecutivos para Remarkables + Coronet Peak ($297), y otro de 3 días no consecutivos para Cardrona + Treble Cone ($255). De los 7 días esquiamos 6, así que estuvieron bien aprovechados. Elegimos agosto para evitar las school holidays de finales de julio y porque en teoría es cuando mejor nieve hay. En la práctica, esa semana la nieve era bastante escasa y había bastantes pistas cerradas (incluso Treble Cone estuvo cerrada los 3 o 4 primeros días porque había llovido y había perdido mucha nieve), pero a pesar de todo pudimos esquiar algo y nos hizo bastante buen tiempo, así que en conjunto la experiencia fue infinitamente mejor que la de Mt Ruapehu! Y como bonus, pudimos cenar en Fergburger en Queenstown un par de veces sin hacer cola. Algo impensable hasta antes del covid, pero este año sin turistas es sin duda el mejor momento para visitar Queenstown y disfrutar de una (o varias) buenas hamburguesas.

Como curiosidad, os diré que en NZ no es habitual encontrar alojamiento a pie de pista como puedes encontrar en Europa: lo de salir esquiando del hotel/apartamento es impensable. Tampoco hay cabinas para subir hasta la estación: se accede directamente por carretera (que suelen estar sin asfaltar y si ha nevado necesitas cadenas). Imagino que esto es porque las montañas no son tan altas como en Europa, pero la desventaja es clara: el espacio de aparcamiento es muy limitado y muchas veces se forman unas colas de espanto para acceder, sobre todo en fin de semana y school holidays. Para intentar paliar esto, se anima a que la gente use los shuttles y que comparta vehículo, pero aun así, si no madrugas es posible que te tengas que dar la vuelta porque el parking está lleno.

Otra curiosidad sobre las estaciones kiwis: nunca dan el dominio esquiable como kilómetros de pista, sino como área total. Esto es, supongo, porque les va mucho el fuera de pista, y las pistas pisadas son solo una pequeña parte de lo que ofrece cada estación.

The Remarkables

Elevación base: 1610 m
Desnivel: 468 m
Área esquiable: 385 Ha
Telesillas: 4

The Remarkables es la estación más cercana a Queenstown y tiene muy fácil acceso (con carretera asfaltada), y es por tanto extremadamente popular. En school holidays y fines de semana suelen colgar el cartel de “parking lleno, por favor no subáis” en Facebook antes de las 10 de la mañana, y eso es precisamente lo que nos pasó el día que llegamos nosotros. Era domingo y aterrizamos en Queenstown a las 12:30, pensando que podríamos aprovechar un par de horas esa misma tarde ya que la estación está muy cerca del aeropuerto, pero viendo que el parking estaba lleno ni nos molestamos en intentarlo. El problema era que este invierno, con las fronteras cerradas, The Remarkables solo abriría los fines de semana, y de ahí nuestra ansia por subir el primer día. Afortunadamente pudimos subir el séptimo y último día del viaje (sábado) y aprovechar la mañana antes de coger nuestro vuelo a las 3:30. Es una estación con muchos puntos a su favor. Como ya he dicho, es muy accesible desde la ciudad. Tiene 4 telesillas y algún arrastre para principiantes, y abarca tres valles. Las pistas son bastante anchas y de nivel fácil-medio, pero tiene también bastantes negras fuera de pista (aunque estas últimas necesitan mucha nieve, y cuando estuvimos nosotros no había suficiente y estaban cerradas). Está orientada al norte, con lo que si hace bueno tienes sol casi todo el día, pero obviamente esto también puede ser una desventaja si no nieva a menudo. Lo peor, para nosotros, fue que siendo sábado había muchísima gente, y se formaba algo de cola en los telesillas (nada del otro mundo, tampoco, no os imaginéis colas a la europea porque esto es NZ al fin y al cabo). Lo mejor son las vistas: impresionantes.



Coronet Peak

Elevación base: 1187 m
Desnivel: 462 m
Área esquiable: 280 Ha
Telesillas: 3

El segundo y tercer días los pasamos en Coronet Peak, la otra estación fácilmente accesible desde Queenstown (sobre todo desde la zona de Arthur’s Point o del aeropuerto). Esta estación, aunque tiene la base a menos altura, está orientada al sur, con lo que la nieve, en teoría, se preserva mejor. La carretera también está asfaltada y el acceso es muy sencillo. Las vistas son también espectaculares, y si te fijas bien puedes incluso ver los telesillas de los Remarkables. Las pistas son en general fáciles, azules y rojas, con alguna negra interesante. Tiene tres telesillas y un arrastre en la parte este que estaba cerrado cuando estuvimos nosotros. Uno de los tres telesillas solo llevaba a pistas verdes (y a una azul a la que también se accedía desde otra silla) así que estábamos limitados a dos sillas, y la estación se nos quedó un poco pequeña ya el segundo día, y además había poca nieve y algunas pistas estaban muy peladas. Ahí es cuando me alegré mucho de haber decidido gastar un poco más y visitar las 4 estaciones en lugar de coger directamente un pase de 7 días para la misma zona.



Cardrona

Elevación base: 1670 m
Desnivel: 600 m
Área esquiable: 400 Ha
Telesillas: 4

Cardrona está en la Crown Range Road, la carretera de montaña que une Queenstown con Wanaka. Está orientada al sur-este y suele tener buena nieve cuando las estaciones de Queenstown están un poco peladas. Está como a una hora de Queenstown, y unos 40 minutos de Wanaka. Es de las pocas poquísimas estaciones que te permiten dormir a pie de pista: los Cardrona Alpine Apartments están en la misma base de la estación. Una ventaja, ya que la carretera es mala (sin asfaltar) y revirada, y un auténtico barrizal al bajar. Nosotros visitamos Cardrona el cuarto día, saliendo desde Queentown y durmiendo luego en Wanaka, y el quinto día, haciendo ida y vuelta desde Wanaka. Esta estación me gustó bastante. Tiene mucho terreno para freestyle y yo creo que es donde más snowboard vimos, pero aun así es muy disfrutable con esquís también. Son pistas súper anchas en dos valles distintos, sobre todo azules y rojas; no hay casi negras. La zona más baja (Valley View) estaba cerrada por falta de nieve. Tip: si aparcas bien, puedes esquiar hasta el coche al terminar.



Treble Cone

Elevación base: 1260 m
Desnivel: 700 m
Área esquiable: 550 Ha
Telesillas: 2

Treble Cone es la estación más alejada de Queenstown y eso se suele traducir en menos gente; también porque la carretera de subida es bastante mala. Su mayor reclamo son sus 700 metros de desnivel y la gran cantidad de fuera de pista que ofrece, con lo que suele ser la estación favorita de quien esquía bien. Las vistas del lago Wanaka desde arriba son un buen bonus. La visitamos el sexto día desde Wanaka (está a unos 50 minutos). Nosotros no somos de esquiar fuera de pista y se nos quedó un poco pequeña, porque las pistas pisadas son solo una pequeña parte del dominio esquiable. Además el día empezó muy feo, con nevada y ventisca, el peor que habíamos tenido toda la semana. Luego mejoró un poco y pudimos disfrutar bastante, porque las pocas pistas que tiene están muy bien. Tiene una de las pistas más largas con 4 km, que no está mal para una estación con solo 2 telesillas. Las pistas están orientadas al este, y dada la poca altitud de la base, TC suele tener una temporada más corta que el resto de estaciones. La zona de Motatapu Basin es una de las más exigentes de toda la isla sur, sin remontes y solo abierta cuando las condiciones de nieve y meteo son lo suficientemente buenas (estaba cerrada cuando estuvimos nosotros). También es bastante popular la subida (andando) hasta la cima de Treble Cone a 2088 metros, buen ejercicio cuando llevas los esquís a cuestas.


¿Cuál es mi favorita?
Difícil pregunta. Depende mucho de lo que uno busque y del nivel que uno tenga. En mi caso, que no me gusta esquiar fuera de pista y soy más de pistas rojas con alguna azul y alguna negra, me quedaría con Remarkables o Cardrona. Si te gusta el freestyle, definitivamente Cardrona, y si te gusta el fuera de pista, definitivamente TC. Las más accesibles si vas desde Queenstown y tienes poco tiempo son Remarkables o Coronet Peak, es fácil alquilar equipo y coger un bus que te lleve desde el centro. Lo que está claro es que si te gusta esquiar y pasas por esta zona de NZ en invierno con un día o dos extra, la experiencia de esquiar con esas vistas es impagable, y muy recomendable!

Como despedida, os dejo un par de fotos que pude hacer desde el avión de vuelta a Wellington de los lagos Pukaki y Tekapo:

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