Siempre que podemos comenzamos la visita a una nueva ciudad con una free tour. En este caso contactamos con Civitatis vía web el día de antes pues no había podido hacerlo antes por estar cancelados todas las visitas a causa del Covid y de casualidad se habían reanudado el tour esa semana después de más de una año.
A las 11 hr. nos reunimos en la plaza del capitolio donde comenzaba la visita. Nuestra guía fue una estudiante peruana que hizo una explicación estupenda muy amena y completa en las 2 hr. que duró. Al final del trayecto hasta no repartió una hoja con lo que todo el mundo quiere saber "Dónde comer" "Qué ver" y que os he copiado en el apartado primero dedicado a este tema.
Ruta muy aproximada seguida en el free tour al Toulouse histórico
Detalle que pasa desapercibido si no te lo dicen. En las arcadas de la parte oeste de la plaza del capitolio unas pinturas en el techo representan la historia de Toulouse.
Mientras esperábamos al free tour aprovechamos para entrar en el Hôtel de Ville o
ayuntamiento. Es gratuita, pasas el control y llegas a un gran patio con dependencias oficiales y en el ala este por unas escaleras subes a la primera planta donde se visita distintas salas con grandes pinturas de artistas tolosanos, incluido la sala que utilizan para los casamientos civiles y el salón de plenos.
La sala de los ilustres. Veinte artistas de Toulouse de finales del s.XIX entre pintores y escultores participaron representando diversas temáticas: "Episodios gloriosos de Toulouse", "Toulouse ciudad de las artes" y "La defensa de la patria".
Salón de plenos del Ayuntamiento..
Donjon o torre del homenaje en la plaza posterior al Ayuntamiento. Construida pen 1524 para conservar los documentos que vinculaban a la ciudad y a las reuniones de los capitouls..
El tour comenzó con la historia de Toulouse y de la occitania en general, desde los romanos hasta nuestros días, con especial mención a los cátaros pues este movimiento/herejía de la edad media tuvo un gran impacto en esta comarca y marcó muy fuerte la historia de la ciudad. Continuamos a la Basílica de San Sernin donde nos dieron 15’ para visitarla por dentro (lo cual es de agradecer ya que estábamos allí), pero la verdad es que se merecía dedicarle más tiempo, no sólo por su magnitud si no por la colección que reliquias tan grande que alberga en sus catacumbas. Seguimos callejeando, pasando por puntos muy interesantes como la sede la UGT que se instaló en el exilio durante y después de la guerra civil. Pasando por el convento de los Jacobinos, sin entrar, hasta el rio Garona por el baluarte antes puerto y ahora pequeño jardín con kiosco al lado de la Basílica de la Dorada muy venerada en la ciudad. Callejeando hasta el Palacio Assézat convertido en hotel, mandado construir en el s.XVI por Pierre Assézat rico industril textil. El tour continuó desde aquí hasta llegar al Convento de los Agustinos, en esas fechas cerrado por reformas, donde acabó cuando eran las 13 hrs.
Iglesia de San Sernin, originaria del s. XI. Contiene en las catacumbas reliquias de 128 santos..
Palacio de Assézat ahora convertido en hotel y museo (cerrado temporalmente).
Para comer nos decidimos por el restaurante Les Americains, en su carta ponía especialidad de mejillones, pero nosotros decidimos comer por fin la Cassoulet porque ya era hora y no nos había apetecido por el calor. La verdad es que no me pareció gran cosa, creo que no era el sitio adecuado.
La tarde la pasamos deambulando por el centro comercial, aprovechamos para comprar unos vinos, los recuerdos, esas compras para llevar a los familiares que te lleva tanto tiempo y dolor de cabeza. Hasta que se hizo la hora cenar, las 20 hrs. o antes, y fuimos a parar a la crepería Le Sherpa ,francamente recomendable y que os cito en la parte 1 del diario que dedico a los restaurantes.
Atardecer al lado del rio Garona en Toulouse, lugar de encuentro de una gran parte de sus habitantes sobre todo los jóvenes. Al fondo el puente nuevo.
Después llegamos hasta el río pasando por el distrito universitario donde había una gran animación pues es el punto de encuentro de toda la juventud tolosana. Un bonito paseo con la puesta de sol como telón de fondo y los barcos turísticos de arriba a abajo. Era también una opción la de coger uno de esos barcos que te dan una vuelta mientras cenas o bien una excursión que te lleva por el canal de Brienne; son opciones que nos sugirieron en la oficina de Turismo, pero los horarios no nos cuadraban y descartamos esas opciones. Una copa en Le port de la Daurade y para el hotel.
No podíamos irnos de Toulouse sin ver el convento de los Jacobinos. Como los lunes cierran lo veríamos el martes antes de macharnos.