Blogs / Diarios 
Un día más, seguimos alternando senderismo y enoturismo en nuestro viaje.
A las 10 horas llegamos a Bodegas Los Lirios, situada una imponente finca de unas 7 hectáreas a los pies del volcán Caldera de Bandama.
Es una bodega familiar con una producción muy limitada, con sólo 5000-7000 botellas anuales. Tienen un bochinche muy cerca donde poder degustar sus vinos.
Allí nos esperaba Carlota, que fue una magnífica anfitriona. Se nota cuando una persona es parte importante de la bodega, ya que muestra con pasión y con todo lujo de detalles información sobre viñedos, tierra y vinificación.
La visita (que se podría considerar como privada) puede parecer algo cara (15 €) para catar un único vino, en comparación con otras bodegas. Sin embargo, son pocas bodegas las que permiten realizar una visita tan completa, técnica y didáctica a pie de viña, así que la cata queda en segundo plano.
Tienen auténticas joyas en forma de viñedos centenarios en vaso, totalmente “salvajes”, que crecen a su aire (por así decirlo). Este sistema impide la mecanización, lo que implica tener que vendimiar manualmente, pero asegura una menor producción (sumada a la lógica bajada de la misma por la extrema vejez del viñedo) para obtener vinos (de uvas blancas en este caso, que estaban recién vendimiadas) muy concentrados y de gran calidad. El vino elaborado con esta uva es un pequeño tesoro familiar.
El resto de viñedo, de uva tinta mayormente, está sembrado en espaldera.
Las principales variedades blancas son: Malvasía volcánica, Listán blanco, Vijariego y Albillo. Y alguna foránea como la Sauvignon blanc.
Tintas: Listán negro y Castellana como locales, y Syrah, Merlot, Tempranillo y Pinot Noir como foráneas.
Son francos, la zona y climatología no ayuda a prescindir totalmente de pesticidas y productos fitosanitarios, por lo que no están calificados como ecológicos.
A pesar de ello realizan labores de mantenimiento poco agresivas para evitar las principales enfermedades que se dan en la zona: oidio y mildiu.
La zona de bodega es muy pequeña, donde comprobamos que todos los procedimientos son totalmente artesanales (incluso el etiquetado, que se hace con mucha paciencia y buen pulso).
Tras una hora de visita nos sirvió un picoteo-desayuno compuesto por: quesos, pasas, aceitunas, almogrote y mojo caseros.
Sus principales vinos son:
• Blanco DO Gran Canaria
Producción de sólo 500 botellas, con uva prensada “a pie” y sin filtrar.
Leve crianza en barrica de roble francés.
Las variedades y proporciones van cambiando cada año.
• Tinto Los Lirios (DO Gran Canaria)
Listán negro y castellana, en porcentajes según añada (normalmente 80-20 ó 90-10)
Leve paso en barrica de roble francés, según añada. El de 2020, por ejemplo, no tiene crianza.
• Tinto de autor Llantén (sin DO)
Coupage de 5 variedades: Listán negro, Castellana, Syrah, Merlot y Tempranillo (estas últimas no están amparadas en la DO)
Leve paso en barrica de un bajo porcentaje de la uva, según añada.
Lo único “negativo” fue que sólo catamos un vino (Llantén), por lo que nos quedamos con ganas de conocer el resto de vinos de la bodega. Ofrecen también la visita con cata de tres vinos por 25 €, pero no había disponibilidad.
Dejamos el enoturismo por hoy y cambiamos de aires: playas y senderismo.
Comenzamos visitando el Bufadero de La Garita.
Sin ser espectacular, este fenómeno es muy bonito e interesante. Para quien no lo sepa, junto al acantilado se forma una gran olla de agua, que se va llenado y vaciando a merced del fuerte oleaje. En esos súbitos movimientos, el agua reboza con muchísima presión y sale disparada en forma de pequeño geiser por un orificio de la misma.
Aunque es posible acercarse bastante al bufadero, por seguridad no se aconseja (sobre todo si hay mucho oleaje).
Nos equivocamos yendo primero al bufadero, ya que volveríamos por la zona a la tarde. Por ello, es mejor realizar el sendero directamente: Barranco de los Cernícalos.
NOTA: no haciendo honor al nombre del sendero, NO vimos ningún ejemplar de esta bella rapaz, jejeje.
Ficha rápida de la ruta
• Distancia aproximada: 6 kilómetros
• Dificultad: baja
• Tiempo real: 2:20
• Ascenso total: 258 m
• Descenso total: 248 m
• Altura mínima: 192 m
• Altura máxima: 726 m
• Señalización: casi nula, un punto negativo porque no es fácil encontrar la ruta correcta.
• Consejos: mucha agua, gorra y protector solar. Al ser corta no es necesario llevar mucha comida.
Dejamos el coche junto al merendero del barranco.
La ruta comienza un poco más adelante, atravesando una zona residencial de chalets y casas.
Hay que llegar hasta una reja con un cartel que prohíbe el paso, justo al lado de un poste con las diferentes rutas que pasan por allí (esta es la SL-1) y un panel informativo caído.
Siempre siguiendo las pobres y escasas indicaciones hacia las cascadas, viendo los restos de un viejo pozo.
A continuación vimos una pequeña canalización de agua, que terminaba con un tímido cartel indicando el camino a seguir (Cascada a 3,1 km).
La ruta es muy sencilla, y va bordeando un arroyo que, a pesar de estar en pleno mes de agosto, llevaba suficiente agua.
El paisaje, enclavado en la Reserva Natural Especial Los Marteles y Paisaje Protegido Lomo Magullo, está formado principalmente por cañaverales. El sendero cruza y otra vez el arroyo, pudiendo pasar de una orilla a otra mediante improvisados puentes realizados con hojas y maderas.
Vamos viendo alguna que otra pequeña cascada, pero a pesar de buscar intensamente mientras revisábamos el mapa GPS, al no haber cobertura en la zona nos resultó imposible encontrar todas las cascada (tal como habíamos visto en alguna ruta de Wikiloc).
Aunque teníamos las fotos de la ruta base de Wikiloc, no dábamos con el camino correcto.
Sabiendo que había que “escalar” una de las cascada, subimos por la que no era, aunque con poco esfuerzo. Pero después nos tocó bastante bajarla con cierta seguridad. Aconsejamos abstenerse de tal acción, nada recomendable para preservar vuestra integridad física...
Hay un momento en el que hay que abandonar el camino del arroyo y subir por el flanco derecho de la montaña, según nos indicaron unos chicos de la zona con quienes nos cruzamos. Ya estábamos de regreso, y aunque se ofrecieron a indicarnos el camino ya estábamos cansados de dar vueltas.
Nos conformamos con las cascadas que encontramos en nuestra peculiar versión del sendero, ¡qué remedio!
Aun así el sendero es muy bonito y de obligada visita si estáis por la zona.
Nuestro consejo, descargar el track de Wikiloc (por falta de tiempo no lo metimos en el reloj GPS), estudiar bien la ruta previamente o bien optar por realizarla con alguien de la zona.
Más información:
https://www.grancanaria.com/blog/es/article/los-cernicalos-camina-con-el-agua/
www.grancanaria.com/ ...n-el-agua/https://www.grancanaria.com/blog/es/article/los-cernicalos-camina-con-el-agua/
De vuelta al merendero, nos pusimos el bañador y partimos de nuevo hacia la costa dirección Telde.
Ahora sería el momento ideal para visitar el Bufadero, por cierto.
A las 16:30 ya estábamos en la Playa Hoya Del Pozo - Bandera Azul, genial para la práctica de deportes acuáticos por el fuerte viento. Dejamos el coche en un aparcamiento de arena al aire libre junto a la playa.
Como curiosidad, es una de las playas donde los socorristas se ganan mejor el suelo, ya que los pobres no paraba de advertir y reñir a los bañistas.
Digamos que hay una línea imaginaria entre estos últimos y los surferos, no pudiéndola atravesar por seguridad. Imposible sumergirse más allá del pecho u hombros.
Aguas cristalinas, arena fina, bastante espacio (a pesar de estar concurrida) y acantilados y piedras a los lados.
Una hora de baño nos bastó para “empaparnos” de este playa, y nos dirigimos a otra cercana (a la que llegamos a pie): Playa del Hombre.
Pocos bañistas y muchos surferos (hay una escuela justo al lado). La zona habilitada para el baño es muy limitada, pero su impresionante y gigante duna invita al descanso.
A las 17:30-18 horas volvimos al aparcamiento donde habíamos dejado el coche a fin de partir hacia el Parador para descansar, relajarnos en el SPA y tomarnos unas copas de vino en la terraza viendo el ocaso.
La densa calima de estos días se tomó un rato de descanso, permitiéndonos disfrutar de una impagable puesta de sol maravillosa con Tenerife y el Teide de fondo.
Journey Prev.
Last commentaries to the diary: 
Topic: 
Ir a tema del foro
