Continuando con las rutas de senderismo que hicimos durante las vacaciones del verano pasado en el norte de Cataluña, en esta etapa toca el relato de la que hicimos hasta Prat del Cadí, en la cara norte de la Sierra del Cadí, uno de los lugares más bonitos del Pirineo Catalán. Además, nos vino muy bien por su corta longitud, lo que nos permitió dedicarle tres horitas por la tarde mientras que por la mañana nos habíamos entretenido con actividades de otro tipo en la Cerdaña.
UBICACIÓN DE LA RUTA.
Hay varias posibilidades para realizar esta ruta. Nosotros escogimos la más sencilla para aprovechar mejor el tiempo en un ya de por sí apretado programa de vacaciones.
Ubicación del inicio de la ruta en el mapa peninsular.
Esta opción, la más conocida, parte desde las inmediaciones de un pequeño pueblecito que se encuentra en la montaña, llamado Estana, donde acaba la carretera. Desde allí hay que seguir una pista de alrededor de un kilómetro que conduce al Parquing del Coll de Pallers, donde se inicia la caminata. Aunque nosotros no tuvimos ningún problema para dejar el coche, puede suceder que este aparcamiento esté lleno o cerrado por diversos motivos, algo muy habitual en inviero. En ese caso, habrá que dejar el vehículo en el lugar habilitado en el pueblo y hacer el resto del camino andando.
Estábamos alojados en Bellver de Cerdanya, con lo cual tuvimos que recorrer unos dieciocho kilómetros, con una media hora de trayecto en coche, primero por la N-260, en dirección a La Seo d’Urgell, hasta la localidad de Martinet, donde giramos a la izquierda para tomar primero la LV-4055, que poco después abandonamos para seguir de frente por una estrecha pista asfaltada que se adentra en la montaña en dirección a Estana, dejando atrás los desvíos a Villec y Beixec.
Itinerario desde Bellver de Cerdanya hasta Estana en Google Maps.
Otras distancias de referencia que se me ocurren son 163 kilómetros desde Lleida capital, 34 desde La Seo d’Urgell y 159 desde Barcelona.
LA RUTA.
En el aparcamiento, junto al inicio del sendero, vimos un panel informativo con las rutas que se pueden hacer desde allí, así como descripciones geológicas de puntos interesantes en el camino. La ruta de senderismo básica sube hasta el Prat del Cadí, después la cosa se complica hasta llegar a la base de la Roca de L’Ordiguer, donde comienza un recorrido de alta montaña en el que se requiere equipamiento adecuado. Los datos de la ruta hasta el Prat del Cadí son los siguientes:
- Longitud: 7,6 kilómetros en total (ida y vuelta desde el aparcamiento de Estana)
- Duración: 2 horas 15 minutos en total (sin paradas)
- Tipo de recorrido: lineal, ida y vuelta por el mismo sendero
- Dificultad: Baja en verano. Si ha llovido, puede haber puntos resbaladizos y en invierno seguramente sean necesarios raquetas y crampones porque la zona es sombría, muy fría y el camino puede estar helado.
- Desnivel acumulado: 360 metros. Cota mínima, 1.492 metros; cota máxima, 1.828 metros.
- Duración: 2 horas 15 minutos en total (sin paradas)
- Tipo de recorrido: lineal, ida y vuelta por el mismo sendero
- Dificultad: Baja en verano. Si ha llovido, puede haber puntos resbaladizos y en invierno seguramente sean necesarios raquetas y crampones porque la zona es sombría, muy fría y el camino puede estar helado.
- Desnivel acumulado: 360 metros. Cota mínima, 1.492 metros; cota máxima, 1.828 metros.
NUESTRA RUTA.
A continuación pongo una captura del perfil de nuestra ruta, de acuerdo con los datos de mi copia de wikiloc, que fueron los siguientes:
- Longitud: 5,95 kilómetros en total (ida y vuelta desde el aparcamiento del Coll de Pallers)
- Duración: 1 hora 44 minutos (contando paradas para ver el paisaje y tomar fotos)
- Tipo de ruta: lineal, ida y vuelta.
- Desnivel: 304 metros. Altitud mínima, 1.511 metros, altitud máxima, 1.856 metros.
- Grado de dificultad: bajo en época veraniega.
- Duración: 1 hora 44 minutos (contando paradas para ver el paisaje y tomar fotos)
- Tipo de ruta: lineal, ida y vuelta.
- Desnivel: 304 metros. Altitud mínima, 1.511 metros, altitud máxima, 1.856 metros.
- Grado de dificultad: bajo en época veraniega.
La carretera hasta Estana tiene muchas curvas, asciende constantemente y presenta unas vistas preciosas de los parajes que iban quedando a nuestros pies, pese a que el cielo un tanto nuboso y prestaba poca luz al panorama.
Tras pasar por el centro del pueblo de Estana, en cuyas estrechas calles se acaba la carretera, llegamos al aparcamiento del Coll de Pallers, leímos el panel informativo que he comentado anteriormente y comenzamos a caminar por un sendero empinado y pedregoso, aunque no demasiado incómodo. En los alrededores aparecen rocas de color verdoso, cuyo origen se remonta a épocas remotas en que hubo mucha actividad volcánica por la zona.
Al cabo de unos minutos, el terreno cambió de color y empezamos a pisar tierra más que roja de un extraño color rosáceo, que, según creí entender en el panel informativo traduciéndolo del catalán, se debe a la gran presencia de óxido de hierro en los depósitos de conglomerados que se remontan al final de la Era Primaria.
Lo anterior se observa bien en el Coll Roig, que nos permitió contemplar unas buenas vistas, tanto de la pared rocosa a la que nos encaminábamos como de las laderas de alrededor. Anteriormente, el propio bosque impedía ver las panorámicas.
Toda la ruta se desarrolla dentro del Parque Natural del Cadí-Moixeró, que cuenta con una gran biodiversidad y cuyas sierras vertebran este Parque, formando una imponente barrera montañosa que une en la zona catalana el Pirineo con el Prepirineo.
Concretamente, la Sierra del Cadí divide las comarcas del Alto Urgel, la Baja Cerdaña y el Bergadá. La economía de la comarca se basa en la explotación forestal y ganadera.
Aquí llueve y nieva mucho, sobre todo entre octubre y mayo, aunque se pueden dar nevadas en cualquier mes del año. En cuanto a la vegetación, además de los prados de montaña, abundan el pino rojo, algunos robles en niveles bajos, pino negro, entre 2.000 y 2.100 metros, así como abetos y hayas en los sectores más húmedos.
Volvimos a internarnos en el bosque, siempre pisando suelo de color rosa, hasta que llegamos al Prat del Cadí, donde el entorno se abrió bruscamente ante nuestros ojos, deparándonos una inmensa pradera verde cerrada al frente por una espectacular pared de picos verticales, con laderas arboladas hasta un tercio de su altura y desprovistas de vegetación más arriba.
Las personas, apenas media docena entonces allí arriba, parecíamos diminutas motas en la inmensidad.
Nos encontrábamos a 1.827 metros de altitud, contemplando moles que superan los 2.600 metros, como es el caso del Puig de la Canal Varidana o Vulturó (2.649), el más alto. Mirando de frente, de izquierda a derecha, teniendo delante la foto del panel informativo de abajo, podíamos distinguir el Pic de Costa Cabirolera, el Puig de la Canal del Cristall o el Puig del Quer, todos con más de 2.500 metros de altura.
La tarde había estado un poco oscura, pero ya en el Prat el cielo comenzó a aclararse, mostrando retazos azules y algunos rayos de sol. De modo que en el camino de vuelta nos encontramos los paisajes más nítidos y alegres.
Bonita y sencilla excursión para pasar una entretenida tarde de verano con panoramas imponentes. Tendremos que volver en otra ocasión con más tiempo para conocer la vertiente sur y el paraje natural del emblemático Pedraforca.