Salíamos de casa a las 4.30 de la madrugada. Como suele ser habitual en mis viajes, como ya sabréis quienes hayáis leído otros diarios. Nos va lo de aprovechar al máximo. Dejamos el coche en el parking de AENA en el aeropuerto de El Prat-Barcelona y tomamos algo en el McDonalds de la terminal mientras esperamos a que aparezca nuestra puerta de embarque.
Embarcamos puntuales y aunque tardamos algo en despegar, aterrizamos en Venecia a la hora prometida. Nada mas salir del avión las señales para llegar al muelle son bastante claras, no tiene perdida. Sólo hay que seguir las guías de "water taxi". Nosotras cambiamos nuestros tickets de la VeneziaUnica para el transporte Alilaguna en la taquilla que tienen dentro del aeropuerto, pero en el mismo muelle tienen una segunda taquilla y también máquinas donde podéis cambiar el vale por los tickets reales.
Nuestra línea era la azul y tarda casi hora y media en llegar a la parada de San Marcos. Se puede valorar el uso de la parada de Fondamente Nova, ahorra como unos 40-50 minutos de trayecto, pero en nuestro caso implicaba quince minutos de pateo maletas a cuestas hasta el hotel y preferimos hacer mas ruta en el barco y menos callejeo con las maletas. Que Venecia tiene muchos puentes.
Localizamos el hotel rápidamente, si es que está literalmente a dos pasos de la plaza San Marcos, una maravilla. Aunque apenas son las dos y es temprano para el check-in, nos permiten hacerlo y nos dan la habitación sin ningún problema, así que subimos a dejar las maletas.
Salimos directas a la calle, que el hambre aprieta y se está haciendo tarde. Callejeamos un poco por los alrededores algo perdidas evitando "camareros" intentando atraer nuestra atención y finalmente paramos un segundo, tomamos un respiro, abrimos TripAdvisor y... ¡bingo! La elegida, a sólo unos metros de nosotras, es la Trattoria Le Colonete
Pagamos 70.50€ por una pasta carbonara, otra al pesto y un plato de frittata, además de una cerveza, dos cafés y un agua. 9€ en concepto de cubierto, habitual por la zona.
Lo que menos nos convenció quizá fue la carbonara, lo demás estuvo bastante rico.
Ya con el estómago lleno, salimos a callejear con intención de localizar el punto de encuentro para el Free Tour que teníamos contratado para la tarde. Es nada mas cruzar el puente de la Academia.
Llegamos allí como una hora antes, así que nos dedicamos a callejear un poco mas por Dorsoduro. Nos acercamos a Ca'macana para hacernos una idea de las máscaras y sus precios, pues tenía claro que me llevaría una para casa (traumita infantil, largo de contar, pero fui a Venecia ya con hueco en la maleta para una mascara de la peste) pero no vimos nada especial que nos convenciese, para la fama que le dan a la tienda, no nos pareció para tanto y el taller en el que están trabajando tampoco era la gran cosa.
De vuelta al puente de la Academia, paramos en una heladería. Había doce grados y llevábamos la chaqueta cerrada, pero en Italia no le puedes decir nunca que no al helado.
Volvemos ahora si al punto de encuentro y da comienzo el free tour. No se que pasa últimamente pero en todos los que hago nos toca esperar a alguien que llega tarde. Por favor, gente, si hacéis un free tour (o un tour de pago, ¡que también me ha pasado!), procurad estar diez o quince minutos antes de la hora, que no cuesta nada y así el grupo está organizado y se empieza puntual.
En nuestro caso lo hicimos con Buendía Tours, nuestra guía, Sara, era una chica encantadora y muy dicharachera que lo hizo muy ameno, a pesar de que empezábamos a notar los efectos del madrugón. Nos enseñó rincones de Venecia que seguro que por nuestra cuenta no habríamos visto, algunos incluso no los había visto en las guías y me parecieron impresionantes, como este palacio en medio de los callejones, en uno sin salida ahí en medio de la nada.
Tres horas mas tarde, terminado el tour y con un par de amigos y descuentos ya en algunas tiendas de Venecia, estamos tan muertas que nuestra única opción al despedirnos de nuestra guía es ir al hotel. Apenas son las ocho y media de la noche pero sólo pensamos en pillar la cama. Sabiendo que esto era fácil que ocurriese, llevamos en la maleta algunos embutidos y frutos secos y entre eso y algunos picatostes nos damos por cenadas.
Nota del día: 9 sobre 10.
Distancia recorrida: 14.449 pasos/9.56 kilómetros.