Viaje a Melilla: Dudas, consejos y opiniones ✈️ Foro Andalucía ✈️ Pg 6 Ir a página Anterior 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 Siguiente |
amdrd Escribió: |
Hola a todos ¿que opciones hay para ir desde el Aeropuerto de Melilla al centro de esa ciudad? Gracias |
luchino Escribió: | ||
Taxi, y no son caros. |
amdrd Escribió: |
¿que cuesta el trayecto aeropuerto --- ciudad/puerto , mas o menos ? |
diletante Escribió: |
Los dos puntos de interés turístico son la ciudadela y el centro comercial, y no me refiero al Carrefour o lo que haya por allí La primera es, como su nombre indica, un pequeño recinto amurallado agradable para pasear y visitar museos. En el centro extramuros lo interesante es contemplar la extraordinaria arquitectura modernista. También hay una playa, o algo similar, con su correspondiente paseo. Los pasos fronterizos también tienen su interés sociológico, aunque supongo que ahora no tendrán ambiente. Y poco más si no eres experto en migraciones, vallas, memorias históricas, funcionariado, islam... Melilla me gustó bastante, curiosa ciudad infravalorada. |
diletante Escribió: |
Continúo con Melilla, pero ahora toca saltar la valla (metafóricamente hablando, claro, que para algo tenemos unos bonitos pasaportes 8) ). Cruzamos la frontera en dos ocasiones: en coche para ir a Alhucemas (130 km) y andando para ir a Nador (15 km). Hay que sellar el pasaporte tanto a la salida como a la entrada y rellenar un formulario que se pide en la misma garita o que ofrecen los buscavidas desinteresadamente Para alquilar el coche, me puse en contacto telefónico con tres empresas. La más barata fue Melilla Rent a Car (36 euros, seguro a todo riesgo incluido), la única que tiene oficina en el aeropuerto. Como queríamos salir pronto el sábado, nos acercaron el coche al hotel el viernes por la tarde y lo recogieron el domingo por la mañana. Buen detalle… y sin sobrecoste. El coche, un Kia Picanto con 75.000 km… pues eso Explico el trámite para cruzar la frontera con coche de alquiler (con vehículo propio o de residente en Melilla es otra historia). En la oficina de aduanas marroquí se pide un impreso que se sella en la garita correspondiente y cuyos datos comprueban junto al permiso de circulación, el contrato de alquiler y el pasaporte. No tuve que enseñar ni la carta verde (el papel que valida el seguro fuera de España) ni la ficha técnica, pero ambos documentos hay que llevarlos en el coche. Después, firma del agente de turno, que echa un vistazo al maletero, y sello del jefe de los inspectores. Comprobación final y… pa’dentro. Contado así parece un trámite fácil y rápido. Pues de eso nada: la garita estuvo vacía muchoooo tiempo, luego no localizaban al jefe de los inspectores... En fin, resumiendo: un par de horitas que se pasaron rápidas gracias a la conversación con uno de los buscavidas y al desayuno que nos zampamos (compramos un par de bollos en una pastelería y nos sentamos a comerlos en una cafetería; 15 dirham, menos de 1,50 euros, por un cruasán, una especie de napolitana de chocolate y dos cafés con leche). Según nos dijeron, hay que evitar las horas en que llegan los barcos… pues menos mal que las evitamos A la vuelta, el trámite motorizado es más rápido: se presenta la copia del impreso, vuelven a revisarlo y listo. Y en la frontera española, primero control del CNP y luego de la GC. Por cierto, hay que esperar a que se acerque algún agente a “fiscalizar el vehículo según el protocolo”, palabras textuales de GC después de “ehhh ondeeee vassss”. Pues dónde voy a ir si nadie se acerca, la cámara lee la matrícula del coche, el semáforo se pone verde y la barrera se levanta… En fin, al menos estaban todos en su sitio, o cerca, no como sus colegas marroquíes de la mañana Respecto a Alhucemas, la ciudad no es ninguna maravilla pero tiene bonitas vistas sobre la bahía, calas de arena entre acantilados, algún que otro edificio histórico (como el centro cultural español) y un pequeño puerto pesquero. Nada de especial pero todo muy agradable. Curiosidad: en algunas placas todavía figura la palabra “calle” en castellano, herencia del Protectorado. Mención aparte merece el Peñón, un islote que se asemeja a un barco a la deriva (barco de guerra más bien, porque es una base militar española). Aunque se ve desde distintos puntos, el mejor sitio para apreciarlo es la playa de Sfiha (desvío a la izquierda, señalizado, saliendo de Alhucemas). Almorzamos divinamente en un restaurante del centro elegido al azar (63 dh, no llega a 6 euros, por un tajine de pollo, otro de kefta y una coca cola light). La carretera de Alhucemas a Melilla está en buen estado, no tiene excesivo tráfico (por lo menos un sábado de febrero) y discurre junto al mar en buena parte del trayecto. Las vistas, sin ser espectaculares, no están nada mal: el mar a un lado, las montañas al otro, casas blancas desperdigadas, un faro que parece una mezquita, la desembocadura del río Ker… A la ida fuimos desde el Barrio Chino (un paso fronterizo peatonal al que llegamos circunvalando la verja) por pueblos y carreteras en mal estado (había llovido bastante los días previos) hasta salir cerca de la costa. Pero es más recomendable y rápido ir desde Melilla a Nador y allí enlazar con la carretera de Alhucemas, como hicimos a la vuelta. Ojo con los radares (versión gendarme con trípode) en las inmediaciones de Nador y Alhucemas. También nos encontramos con varios retenes de policía en las carreteras; solo nos paró un gendarme marroquí de sonrisa radiante y exquisitos modales para desearnos buen viaje. En las estribaciones del Gurugú hacia la valla, cada dos por tres furgón policial o militar. La gasolina tiene un precio similar al de Melilla: 0,91 euros en la ciudad autónoma (allí tienen otra fiscalidad y por eso está más barata) y 9,72 dh en la gasolinera de Alhucemas donde reposté. Y cuidado que no hay ninguna gasolinera hasta Alhucemas, aunque bidones y embudos sí se veían Con más tiempo, hubiera regresado por el interior del Rif para pasar por lugares que están escritos con sangre en los libros de Historia: Annual, Igueriben, Monte Arruit… aunque posiblemente ni sea un paisaje muy bonito ni queden muchos vestigios históricos. A quien esté interesado en el tema le recomiendo un libro de viajes que ya tiene unos añitos: “Del Rif al Yebala”, de Lorenzo Silva. El escritor madrileño sí pasó por esos sitios (y por otros muchos de Marruecos). Y algo sobre nuestra segunda salida al reino alauí: Nador. Debo decir que es una de las ciudades de Marruecos más feas y menos interesantes que he visto (y conozco unas cuantas ). Fuimos y volvimos en taxi colectivo por 6 dh trayecto. Se cogen a la derecha de la rotonda según se sale de la frontera. Te dejan al final del bulevar que baja a la “corniche” (paseo marítimo), no muy lejos del zoco. Para ir más cómodos, o se paga otro pasaje en el taxi colectivo (si no, cuatro detrás, dos delante ) o taxi individual (nos pedían 50-60 dh). Al lado de la parada de los “petit taxi”, cruzando la rotonda, también paran autobuses (adónde van, ni idea; Nador no es precisamente pequeño). Una vez en Nador comimos en el centro (67 dh por 400 gramos pesados de carne picada, acompañada de un plato de patatas fritas y un refresco) y dimos una vuelta por la “corniche” y el zoco. Supongo que están acostumbrados al turismo melillense: hablan en euros y hay niños y subsaharianos mendigando por el zoco y la calle comercial peatonal. Espero que este tocho, que por fin termino, sea útil a alguien. A mí, al menos, me ha servido para recordar una bonita escapada a un destino poco habitual tanto de España como de Marruecos. |
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