DEHESA DEL CAMARATE EN OTOÑO
Acabo de estar en la Dehesa del Camarate. La ruta estaba nevada en su tercio superior lo que no impedía ni dificultaba hacerla; al contrario, la insólita conjunción de nieve y colores de otoño ha sido un plus.
La Dehesa tiene sus "días de oro" entre finales de octubre y primeros de diciembre; durante ese periodo, en fines de semana y festivos hay que tramitar un permiso gratuito.
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Hay bastante aparcamiento. La señalización para el mismo es deficitaria pero desde la carretera de Lugros queda a la vista. Hay que llegar hasta él por una breve pista de tierra. Luego, unos microbuses con el distintivo de la Junta de Andalucía acercan a los montañeros hasta la verja de entrada. Salen conforme se van completando y cuestan 3 € / trayecto. Los encuentro convenientes pues ahorran 4 + 4 Km de pista de menor interés y la polvareda de los propios autobuses al pasar.
A pesar de la limitación de entrada, en fin de semana la ruta es una romería y es lógico si pensamos que son dos-tres fines de semana para disfrutarla en su plenitud. Al atardecer se quedó más tranquila y los ocres y anaranjados resaltaban con la luz dorada. Vi gente de todas las edades, es cuestión de adaptar los ritmos pues la subida es suave pero continua. De promedio, hay que prever unas cuatro horas.
La Dehesa es una joya botánica y paisajística a cuidar con inmenso celo: Un reducto de bosque autóctono en el que está representada una insólita variedad de especies arbóreas: Robles, arces, tejos, alisos, majuelos, quejigos, cerezos y manzanos silvestres…cada otoño una explosión de color inusitada en el sureste español. Por no faltar, no falta un ejemplar autóctocno: Acer opalus granatensis. La conservación, el disfrute y los usos tradicionales se dan aquí la mano y que sea por mucho tiempo.
Publicado: Dom, 10-03-2019 16:10
