La capital de Portugal es una ciudad para descubrir a pie. Caminando y caminando se pueden encontrar los mejores rincones de esta urbe situada entre siete colinas. Precisamente su ubicación le permite contar con numerosos miradores o miradouros, como dicen los portugueses, donde apreciar las imágenes más espectaculares de la ciudad. *** Imagen borrada de Tinypic ***
El Arco de Rua Augusta es otro de los miradores más importantes de la ciudad, abierto al gran público desde hace poco. En verano de 2013 se inauguró y desde entonces los visitantes de Lisboa pueden disfrutar de una de las vistas más impresionantes de la ciudad: Plaza del Comercio, la catedral de Lisboa, la Rua Augusta y el Castillo de San Jorge. Asimismo, no podemos olvidarnos de otro mirador ubicado en un edificio muy popular de Lisboa: su Panteón Nacional. Esta gran construcción barroca fue inicialmente conocida como la Iglesia de Santa Engracia y desde principios del siglo XX ejerce como lugar de entierro para portugueses célebres como la fadista Amalia Rodrigues o los presidentes de Portugal. Además, alberga los cenotafios de otros lusos de prestigio como Vasco da Gama o Luis de Camôes. Si subimos a su cúpula blanca podemos contemplar las mejores vistas de la zona incluyendo la característica Feria de Ladra. Más alejado de la ciudad –junto a la Plaza del Marqués de Pombal– pero en uno de los barrios más bonitos, encontramos el mirador del Parque Eduardo VII. En sus 25 hectáreas encontramos muchos lugares de interés, desde su parte más visible, la empinada vertiente que parece alargar la Avenida da Liberdade, a la Estufa Fría y la Caliente. Para terminar nuestro recorrido realizamos una parada en el mirador preferido por los más jóvenes, el Mirador de Graça, muy cerca del Castillo de San Jorge. En este lugar se suelen reunir para disfrutar del atardecer mientras toman algo en alguna de sus cafeterías. Fuente: www.visitlisboa Más información: www.visitlisboa.com |
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