Centroamérica: Fiestas, Cultura, Moda, Deportes 2016


Lunes, 15 Febrero de 2016 a las 02:55:17

Publicado por Oficinas-Turismo

Los siete países de Centroamérica son, una vez más, una fuente inagotable de alegría y conmemoración. 2016 acoge diferentes festividades que mezclan el recuerdo y la protección del pasado y sus tradiciones, desde la cultura maya o la garífuna hasta la defensa de los típicos trajes nacionales, a la vez que abraza las novedades en cultura, música, moda o deportes. Un año más, 2016 se presenta repleto de celebraciones en los países centroamericanos, en donde las tradiciones siguen teniendo mucha fuerza pero también irrumpen con energía las nuevas celebraciones gastronómicas, deportivas o culturales. La región nos invita a viajar por la magia de las antiguas culturas indígenas, analizar la confluencia de diferentes ritos y disfrutar de las características que hacen de la zona bañada por los océanos Pacífico y Atlántico un lugar único, todo siempre acompañado de buena comida y bebida y una gran dosis de bailes y cánticos.

Centroamérica presenta un año repleto de celebraciones y fiestas



Presentamos algunas de las diversas propuestas que cada uno de los siete países ofrecen a lo largo de los próximos meses. No están todas las que son, porque descubrir nuevos secretos es el placer de cualquier viaje, pero sí son todas los que están.

La Danza del King Pulanka (Rey Pulanka) se realiza en las zonas que comprenden el antiguo Reino de la Mosquitia en Nicaragua. Los festejos comienzan en enero, coincidiendo con el florecimiento del árbol “suha” que anuncia el nuevo año, y se extienden hasta mediados de febrero. Dos grupos de bailarines vestidos con atuendos del siglo XVIII representan a los aliados y enemigos del rey, y escenifican una batalla usando flechas, machetes y triki trakas (armas de fuego). Como es de esperar, ganan los buenos. El rey y la reina, que presiden el baile, se eligen entre los chicos y chicas más atractivos de la región, y toda la fiesta está acompañada de comidas típicas como el luk-luk, guabul (bebida a base de plátano y leche de coco) o buhnia, y música interpretada con instrumentos autóctonos.


El fin de semana de San Valentín se celebra el Sidewalk Art & Music Festival (festival callejero de arte y música) en la península beliceña de Placencia, por décimo tercer año consecutivo. La feria alterna las diferentes expresiones artísticas con las mejores comidas y bebidas del país centroamericano (no hay que olvidarse de probar el marisco de la zona). Es una oportunidad única para conocer y amar el ritmo creativo y pausado de Belice.

En Panamá, febrero coge aire para derrochar energía en el Carnaval, la fiesta nacional más importante del país. Se celebra durante los cuatro días y cinco noches previos al miércoles de ceniza, en los que los protagonistas son los disfraces y el talento de sus diseñadores. En los espectáculos destacan las famosas “mojaredas” o “culecos”, donde los camiones cisterna rocían agua de río durante las presentaciones y actividades paralelas. Los festejos se pueden dividir en dos zonas geográficas: los carnavales de las provincias, entre los que destaca el de las Tablas, en Los Santos; y los de la capital, que comienzan a tener una identidad y un folclore propios.

La Ruta Maya Belice River Challenge nació en marzo de 1998 de la mano de Big-H Enterprise, una compañía deseosa de crear un entorno para promocionar productos naturales que se identificasen con los deportes, la nutrición y la salud, pero que también deseaba contribuir al desarrollo del turismo de Belice y a llamar la atención sobre la necesidad de cuidar los recursos naturales del país. ¿Lo que quedó? Un macro evento de cuatro días de duración en el que los participantes reman a lo largo de 175 millas (281,5 km) río abajo, desde el puente de Hawksworth en San Ignacio hasta el puente Belcan, en Ciudad de Belice. La llegada matutina del último día coincide con las celebraciones en honor del Baron Bliss, benefactor de Belice y amante del mar, algo que tradicionalmente siempre ha relacionado esta fiesta con los deportes de agua en ríos y playas y que se convierte en una excusa perfecta para celebrar esta ruta en remo.



En Barva, Costa Rica, se celebra todos los años la famosa Feria de la Mascarada, una tradición colonial en donde los participantes se visten con inmensas máscaras y trajes, y desfilan o bailan en la plaza de la ciudad. Aunque las figuras demoniacas son bastante populares en los disfraces, no faltan las imitaciones de famosos o políticos. El festival suele celebrarse la última semana de marzo, pero las fechas pueden variar.



No hay mejor lugar para disfrutar del cacao que desde la perspectiva de la Antigua civilización maya, en Belice. El Festival del Chocolate que se celebra en Punta Gorda, en el distrito de Toledo, del 20 al 22 de mayo, es una oportunidad única para aprender a saborear un producto tan venerado. Tres días de festividades y degustaciones que hacen posible recrearse en las legendarias tradiciones de Centroamérica mientras se saborean algunos de los mejores chocolates del mundo.


Palo de Mayo es un tipo de danza afro-caribeña con movimientos sensuales que forma parte de la cultura de varias comunidades de Nicaragua, Belice, Honduras, Costa Rica o Panamá. EnBluefields, Nicaragua, tiene lugar la mejor celebración callejera de ese país. Las fiestas vecinales y los eventos culturales complementan una programación en la que las estrellas son el Carnaval celebrado el último sábado de mayo y la marcha del canto del Tulululu el 31.

También en La Ceiba, Honduras, se celebra a finales de mes un carnaval repleto de disfraces, desfiles música y celebraciones en la calle, mientras que junio es el mes dedicado a la langosta en el Festival de San Pedro, en Belice, que lo festeja con puestos ambulantes y restaurantes dedicados a este plato.

La Fiesta de la Virgen del Mar se celebra en Puntarenas, Costa Rica, el sábado más cercano al 16 de julio, y tanto los barcos pesqueros como los más elegantes yates se engalanan con luces, banderas y decoraciones para navegar alrededor del puerto, buscando protección de la Virgen. Por supuesto, el festival se complementa con carreras de barcos, carnavales, comida, bebida y bailes. También en San Juan del Sur, en Nicaragua, se saca en procesión a la Virgen del Carmen tras una serenata la noche anterior.

La pollera, un traje femenino caracterizado por impactantes colores y adornos, es típico de Panamá. En su nombre se instauró, en 1957, el Festival Nacional de La Pollera, que se realiza el 22 de julio de cada año para promover su uso y coronar a la Reina Nacional de La Pollera.


Y en San Pedro, Belice, una vez concluido el festival de la langosta, apenas tienen tiempo para preparar la siguiente celebración, en agosto, el Festival Internacional de la Costa Maya, que celebra la reunificación de ese imperio y en el que también participan México, Guatemala, Honduras y El Salvador.

Éste último país tiene un agosto intenso. En Suchitoto se celebra el Festival de Maíz, con procesiones y festivales callejeros; en Perquín, el Festival de Invierno engloba celebraciones artísticas y musicales muy populares entre los jóvenes, y Nejapa, por su parte, despide el mes recordando la erupción del Volcán San Salvador, en una fiesta en la que se lanzan bolas de fuego, se hacen hogueras y se baila, o se intenta bailar, hasta el amanecer.

Conocido internacionalmente como Festival Nacional de la Mejorana, y dentro de Panamá como Festival de Guararé, la conmemoración de septiembre muestra bailes y expresiones propias de las diferentes delegaciones del país, y busca fomentar las variadas tradiciones que coexisten en la nación. Creado hace más de 55 años, el evento contiene presentaciones musicales, concursos y bailes folklóricos o populares.

Masaya, en Nicaragua, celebra a finales de septiembre el Festival de San Jerónimo. Durante ocho días. O, al menos, esa era la idea. De alguna forma, los paisanos del lugar han conseguido alargar el festival, el más famoso del país, y convertirlo en un trimestre de celebraciones. San Jerónimo sale del altar de la Iglesia homónima y es paseado alrededor de Masaya mientras se interpretan danzas tradicionales. También se parodia una batalla que conmemora los tratados de paz que tuvieron lugar en septiembre en los años 1856, 1912 y 1979. Fuegos artificiales, desfiles y espectáculos amenizados por drag queens completan unas fiestas inolvidables.

La Feria de la Virgen del Rosario, en Quetzaltenango, es la fiesta más importante de esta región guatemalteca. No falta el entretenimiento en forma de parque de atracciones o batallas de charangas. Una competición internacional de literatura organizada por la ciudad sucede en paralelo, haciendo que los últimos días de septiembre sean todo menos difíciles de sobrellevar.

Panamá celebra su propia semana de la moda en octubre con una nueva edición de la Mercedes Benz Fashion Week, un evento con más de una década de antigüedad que ya se ha convertido en referencia global en la región y que se encarga de crear vínculos entre las industrias de manufactura locales e internacionales.

El 1 de noviembre, día de Todos los santos, es una jornada especial para Guatemala. Entre todas las celebraciones, incluidas las visitas a los cementerios, destaca el vuelo de gigantescos barriletes de papel de diferentes colores y formas que se realiza en Sumpango y Santiago Sacatepequez. Las figuras multicolores se elevan al cielo para mostrar el camino a las almas de los difuntos y el evento se acompaña de churrasco y el plato típico de ese día, fiambre, una combinación de embutidos y verduras.

De entre todas las historias que se barajan posibles para explicar el origen de la etnia garífuna, la más popular indica que el pueblo se origina del mestizaje entre los descendientes de un barco de esclavos nigeriano que naufragó cerca de las costas de San Vicente, y los indígenas caribeños que vivían en la zona en aquel momento. Décadas más tarde, los garífuna se desplazaron a las costas centroamericanas. Para conmemorar el asentamiento de los primeros pobladores de esta etnia en Belice, tras ser expulsados de las Granadinas por los británicos en 1832, todos los años se celebra, el 19 de noviembre el “Día del asentamiento garífuna” en todas las comunidades homónimas del país. La festividad, iniciada en 1941 y declarada de carácter nacional en 1977, recrea dicho asentamiento con la llegada de diversas barcas a las orillas beliceñas y también celebra la histórica fecha con bailes, cantos y platos típicos de la cultura garífuna: hudut (un guiso de pescado que se come con una pasta hecha con plátanos), pan de yuca o pescado frito, entre otros.

La Reserva Indígena Boruca, en Costa Rica, despide el año con la Fiesta de los Diablitos, un evento de tres días organizado por el pueblo boruca que simboliza la lucha entre la población española y los indígenas. Los tres días concluyen con la llamada Danza de los Diablitos, una batalla coreografiada entre los bandos opuestos. Los locales, que visten máscaras de madera y trajes de estopa, representan a los indígenas. Los españoles, encarnados en un hombre con un disfraz de toro, son golpeados e, irremediablemente, pierden la batalla. En Boruca el festival tiene lugar del 30 de diciembre al 2 de enero, y en Curré del 5 al 8 de febrero.



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