Faros de Formentera


Domingo, 10 Diciembre de 2017 a las 23:26:53

Publicado por Oficinas-Turismo

Formentera es un lugar para dejar atrás el estrés diario, olvidar la velocidad del día a día y sumergirse en un entorno mágico rodeado de paisajes relajantes donde respirar aire puro. Una isla para visitar en cualquier época del año. Conocer Formentera desde sus faros es una de las experiencias más gratificantes que todo buen viajero debe descubrir. Además de servir de guía de las embarcaciones, también han sido vivienda, refugio e inspiración de artistas. Enigmáticos, misteriosos, mágicos y muy fotogénicos. Así son los faros de Formentera

LOS FAROS DE FORMENTERA, MAGIA SOBRE EL MAR


La pequeña de las islas pitiusas es bien conocida por su tranquilidad, por sus playas de aguas cristalinas y sus espectaculares paisajes. Ofrece, además, un amplio recorrido por lugares en los que perderse y disfrutar de maravillosas vistas, la posibilidad de deleitarse de espectaculares puestas del sol y, todo ello, gracias a un eje central: sus enigmáticos, mágicos y fotogénicos faros.


En el punto más meridional del archipiélago balear, entre rocas y acantilados, se encuentra el Faro de Cap de Barbaria (Cabo de Berbería), rodeado de un impresionante paisaje rocoso. Aunque no está muy claro el origen de su nombre, es posible que se deba a la cercanía de las costas africanas, conocidas como bárbaras, desde donde se atacó varias veces a la isla. Son muchos los que se reúnen en Barbaria para despedir el Sol. El tono rojizo, dorado o púrpura del cielo en el ocaso es uno de los grandes atractivos de este lugar, desde donde se puede apreciar una de las mejores puestas de sol del Mediterráneo.


En los alrededores del faro hay varios atractivos más. Caminando 150 metros hacia el oeste se encuentra la Torre Des Garroveret, una de las torres de defensa que formaban el conjunto de vigilancia contra los ataques piratas de Formentera. El otro punto de interés de la zona es Cova Foradada, un pequeño agujero en el suelo por el que, a través de una gruta, se llega a un balcón sobre el mar. Los amantes de la fotografía encuentran aquí un lugar perfecto para captar momentos mágicos.

El Faro de la Mola, el más antiguo de Formentera, está situado en uno de los enclaves más espectaculares de la isla. Construido sobre un acantilado de más de 120 metros de altura, ofrece todo un espectáculo nocturno con un despliegue de doce haces luminosos que giran entre el mar y la tierra. Tan solo ha dejado de funcionar en dos ocasiones desde que se inauguró en 1861. Fue durante la Guerra Civil Española y la guerra de Filipinas.

Cuenta la historia que Julio Verne escribió su novela ‘Hector Servadac’ inspirándose en la Isla de Formentera y en este faro. Una placa conmemorativa de 1978 recuerda que el escritor convirtió la Mola en el lugar donde transcurre la acción de dicha novela y que seguramente también inspiró su obra ‘El faro del fin del mundo’. Alrededor del faro existen varios senderos por los que se puede pasear cerca del acantilado y disfrutar de la inmensidad del mar.

El Faro de Pou está situado en otro pequeño islote enfrente de la isla de Espalmador llamada Illa d´es Porcs (Isla de los Cerdos). Tiene destellos de haces de luz cada 20 segundos y hasta una distancia de once millas. Su lámpara se eleva a 28 metros sobre el nivel del mar.

Este faro fue levantado por Emili Pou para balizar la zona del Freo Grande, que separa Ibiza de Formentera. Inaugurado el 15 de marzo de 1864, consistía en una construcción de planta cuadrada en cuyo centro se elevaba la torre a 28 metros por encima del nivel del mar. Tal es su proximidad a este, que el agua llegaba a entrar en las viviendas de los torreros, las personas que lo cuidaban, vigilaban y vivían en él. Tras varios intentos de solucionar los problemas, acabó automatizándose en 1935, siendo uno de los primeros.

El Faro de La Savina se encuentra en las rocas cercanas a su puerto principal. Es el primero que se ve cuando se entra en la isla y el que despide a los viajeros cuando se sale de ella. Está situado muy cerca del bello Estany del Peix, un magnífico lago con entrada al mar, que crea un puerto casi totalmente cerrado y en donde numerosas embarcaciones de pesca y deportivas se refugian.


Visitar Formentera es hacer también un recorrido por la historia de una isla que atrapa. Sus faros, junto a sus playas y acantilados, son los culpables de la necesidad de volver cada año a visitar este enclave mágico en medio del Mediterráneo.


Información facilitada por Turismo de Formentera: www.formentera.es

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