Ciclones tropicales - Huracanes ✏️ Clima-Atlántico

Este Tip describe los ciclones tropicales, las convenciones que seguimos para darles nombre, su génesis, ciclo de vida y escalas de intensidad, desde un punto de vista poco técnico y fácilmente comprensible, así como sus impactos tanto ambientales como sociales. Se centra mayormente en los ciclones tropicales del Atlántico, denominados "huracanes", por el mayor interés para la comunidad viajera dado el gran número de turistas españoles que visitan el área caribeña cada verano.

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Los ciclones tropicales han afectado el curso de la historia, frustrando los intentos de Kublai Khan por invadir el Japón en 1266 y cambiando el curso de los primeros asentamientos europeos en América del Norte.
En el siglo XX hemos sido testigos de la fuerza devastadora de los ciclones tropicales en todos los continentes que abarcan las regiones tropicales: los nombres Tracy (Australia), Bhola (Bangladesh) y Wilma, Mitch o Katrina (Caribe, América Central y Estados Unidos) evocan recuerdos trágicos a millones de personas en todo el mundo.

Fig. 8.1 Distribución mundial de las trayectorias de ciclones tropicales observadas entre 1851-2006

La figura 8.1 ilustra algunos aspectos clave de la distribución mundial de los ciclones tropicales:

• Los ciclones tropicales no se forman muy cerca del ecuador y nunca cruzan el ecuador.
• El Pacífico Noroccidental es la región de ciclones tropicales más activa. También es la región donde ocurre el mayor número de ciclones tropicales intensos (trayectorias en tonos de naranja a rojo).
• En el Pacífico Noroccidental y el Atlántico Norte, las trayectorias de los ciclones tropicales pueden extenderse hasta latitudes muy altas. Por lo general, las tormentas que siguen estas trayectorias tan largas pasan por la transición extratropical.
• Los ciclones tropicales del hemisferio sur suelen ser más débiles que los que se forman en las cuencas del Pacífico Norte y del Atlántico.
• No se forman huracanes en el Atlántico sur, salvo un par de excepciones rarísimas. En el Atlántico sur no se dan las condiciones necesarias para que se formen ciclones tropicales.

El desarrollo de los ciclones tropicales se vigila en casi todos los países que pueden verse afectados por dichos sistemas. Como los ciclones tropicales no respetan fronteras políticas, la OMM ha asignado las responsabilidades de pronóstico a nivel regional a determinados centros de predicción oficiales. Aunque la OMM emplea una definición estándar de la intensidad de los ciclones tropicales (velocidad media del viento en 10 minutos a una altura de 10 metros), muchos países han desarrollado su propio sistema para medir la intensidad. Es más, como los términos y las designaciones de intensidad empleados para los ciclones tropicales en diferentes regiones del mundo tienen raíces históricas, dichas variaciones regionales pueden crear confusión.
Así, aunque podemos usar el término genérico ciclón tropical para designar las tormentas tropicales de cualquier parte del mundo cuyos vientos alcanzan velocidades máximas por encima de 17 m s-1, en cada región reciben nombres diferentes, aunque en esencia son el mismo fenómeno:

• En el Atlántico norte occidental, la parte central y oriental del Pacífico norte, el mar Caribe y
el golfo de México este fenómeno meteorológico se denomina "huracán".
• En el Pacífico norte occidental se denomina "tifón".
• En la bahía de Bengala y el mar Arábigo se denomina "ciclón".
• En el Pacífico sur occidental y el océano Índico suroriental, se denomina “ciclón tropical severo.”
• En el océano Índico suroccidental, se denomina “ciclón tropical".

Para medir la intensidad de un huracán atlántico, se utiliza la escala Saffir-Simpson creada en 1960 por Herb Saffir y Robert Simpson. En dicha escala, las categorías de huracán están relacionadas con los vientos máximos sostenidos (promedio de 1 minuto medido a 10 metros de altura sobre el suelo)

Tabla 8-2.1. La escala Saffir-Simpson Las tormentas de categoría 3 a 5 se denominan huracanes mayores.

¿Quién es responsable de observar y avisar de la amenaza de un ciclón tropical?
Hay seis Centros Meteorológicos Regionales Especializados (CMRE) y cinco Centros de Alerta de Ciclones Tropicales (CACT) en el mundo. Dichos centros fueron designados como centros regionales de alerta para los ciclones tropicales y las depresiones tropicales. Juntos, estos centros cubren todas las regiones tropicales del globo que se ven afectadas por los ciclones tropicales
Para el Atlántico el CMRE encargado de observar y avisar de la formación de huracanes es el National Hurricane Center (NHC) del NOAA/NWS (EE.UU.), localizado en Miami.

¿Cuándo se producen los huracanes?
La temporada de huracanes en el océano Atlántico y Mar Caribe comienza el 1 de
junio y termina el 30 de noviembre, y alcanza su punto culminante en agosto y septiembre.

¿Qué es un huracán?
Es un ciclón tropical, caracterizado por un sistema de baja presión no frontal, de núcleo cálido, que se forma sobre el océano y presenta una clara circulación superficial organizada.

Las condiciones mínimas para la formación de un ciclón tropical son:

• Temperatura de la superficie del mar mayor a 26,5°C.
• Vorticidad positiva (es decir que el aire cerca de la superficie del mar presente un potencial de giro).
• Debe existir un sistema de baja presión en superficie (en el hemisferio norte la circulación de este sistema es contraria a las manecillas del reloj).
• Convergencia en superficie (los vientos de distintas direcciones llegan a un punto).
• Divergencia en altura (los vientos salen en distintas direcciones desde un punto).

Según el número de condiciones anteriores presentes en un momento dado, dan como resultado: condiciones no favorables (menos de 2 condiciones), favorables (3 o 4 condiciones) y muy favorables (5 condiciones) para la formación de un ciclón tropical.

Un ciclón tropical gira en sentido antihorario (hacia la izquierda) en el hemisferio norte y en sentido horario (hacia la derecha) en el hemisferio sur.
En un ciclón tropical el viento fluye hacia adentro en sentido ciclónico en los niveles inferiores, asciende en espiral en las zonas de convección profunda (la pared del ojo central o las bandas de lluvia en espiral) y sale en espiral en altura, justo debajo de la tropopausa.


La región despejada en el centro de los ciclones tropicales maduros, que se conoce como el ojo, es relativamente tranquila, con vientos flojos y la presión de superficie más baja de todo su entorno. La banda organizada de tormentas que rodea el centro tranquilo del ciclón es la pared del ojo y en el costado interno de este anillo de tormentas es donde encontramos los vientos más violentos y destructivos.


Fig. 8.5. Imágenes satelitales en el visible de un ciclón tropical maduro en las cuales se pueden ver el ojo y la pared del ojo. Observe la inclinación de la pared del ojo hacia fuera desde la superficie, que crea un efecto similar a las gradas de un estadio.

ETAPAS DE UN CICLON TROPICAL ATLANTICO
Las etapas clave del ciclo de vida de un ciclón tropical atlántico típico son: perturbación tropical (denominados Invest por el NHC) , depresión tropical, tormenta tropical, huracán (categoría 1 o 2) y finalmente huracán mayor (categoría 3, 4 o 5).

• Perturbación tropical (Invest): cualquier perturbación tropical de especial interés para el NHC por su potencial para convertirse en los siguientes días en ciclón tropical, por muy pequeña que esa posibilidad sea.
• Depresión Tropical: vientos sostenidos de 37 km/h a 62 km/h
• Tormenta Tropical: de 62 km/h a 118 km/h
• Huracán: a partir de 119 km/h, ver escala Saffir-Simpson de la tabla 8.2-1
• Huracán Mayor: a partir de 178 km/h, ver escala Saffir-Simpson de la tabla 8.2-1

Cuando una perturbación tropical alcanza el grado de Tormenta Tropical, se le asigna un nombre para identificarla. Cada año se prepara una lista con los nombres que recibirán los huracanes que se vayan sucediendo a lo largo de la temporada. Estas listas, que se repiten cada 6 años, incluyen un nombre por cada letra del alfabeto y alternan nombres masculinos con femeninos.

INVEST:
Los ciclones tropicales no se desarrollan instantáneamente, sino que se necesita alguna perturbación intermedia más débil que constituya el "germen" a partir del cual se puede desarrollar un ciclón tropical. En contraste con nuestras expectativas sobre los ciclones tropicales, la perturbación incipiente puede ser muy asimétrica, con un aspecto poco "amenazador".
Las perturbaciones incipientes prometedoras son las que satisfacen todas las condiciones necesarias pero no suficientes para la ciclogénesis tropical, que se pueden resumir en términos de un máximo de vorticidad ciclónica en los niveles bajos asociada con convección profunda, en un ambiente con cizalladura vertical débil del viento.
En el Atlántico, estas perturbaciones (Invest) suelen tener su germen en:
• Ondas tropicales que viajan de Este a Oeste desde África hacia el Caribe. Una onda tropical no es más que un tipo de vaguada, es decir, un área alargada de relativa baja presión orientada de Norte a Sur y que se desplaza de Este a Oeste; estas ondas comienzan a surgir de la costa africana a la altura de las islas de Cabo Verde a mediados de mayo, pero no suponen una verdadera amenaza hasta los meses de julio, agosto y septiembre.
• Ciclones subtropicales, que se forman en latitudes por encima del trópico y descienden hasta el mismo, adquiriendo por el camino características tropicales.
• Vaguadas monzónicas asociadas a la inestabilidad de la ITCZ (Intertropical Convergence Zone), especialmente en el tramo final de la temporada (finales de septiembre, octubre y noviembre)

Cuando se nombra un Invest, el NHC comienza a monitorearlo para vigilar estrechamente su evolución. Los Invest del Atlántico reciben una denominación que consiste en una numeración correlativa del 90 al 99 seguido por la letra L. Por ejemplo el primer Invest de una temporada será el 90L, el siguiente el 91L, 92L... etc. Al llegar al 99L se vuelve a empezar por el 90L.

DEPRESION TROPICAL:
Si el ambiente es propicio, una perturbación incipiente (Invest) puede organizarse para formar una depresión tropical. Se caracteriza por tener una circulación en superficie (es decir cerca de la superficie del mar) cerrada y vientos de entre 37km/h y 62km/h. En una Depresión Tropical ya se observa el característico giro en espiral de los ciclones tropicales.

TORMENTA TROPICAL:
Si el ambiente continúa favorable, una Depresión Tropical puede seguir organizándose, alcanzando los 62km/h de vientos sostenidos; en ese momento pasa a denominarse Tormenta Tropical y el NHC le asigna un nombre y comienza a emitir alertas.
Las aguas oceánicas cálidas de los trópicos (de al menos 26,5°C) son la fuente de energía para esta intensificación. La evaporación y la transferencia de calor desde la superficie del océano calientan y humectan la capa límite superficial de la tormenta tropical. El aire cálido y muy húmedo asciende, se enfría y condensa, liberando calor por convección. Este calor liberado por la condensación de la humedad del aire constituye la energía mediante la cual los ciclones tropical se intensifican.

HURACAN:
Si se sigue manteniendo un ambiente propicio para la ciclogénesis tropical y la intensificación, se produce más intensificación hasta que se forme un huracán con una estructura simétrica y posiblemente un ojo despejado. Típicamente, se ha considerado que la cizalladura vertical del viento tiene un efecto negativo para la intensificación de los ciclones tropicales, por lo que es imprescindible que dicha cizalladura sea muy baja para que la Tormenta Tropical pueda intensificarse y llegar a alcanzar la categoría de Huracán.

HURACAN MAYOR.
Relativamente pocos ciclones tropicales alcanzan este nivel, que se caracteriza por vientos máximos sostenidos en la superficie de más de 178km/h. Para intensificarse hasta el nivel de huracán mayor, la tormenta debe permanecer varios días sobre el océano abierto, de modo que es menos probable que una tormenta que se forma cerca de tierra firme alcance esta intensidad, ya que no tendría tiempo suficiente para intensificarse.
Sin embargo, también hay excepciones en las cuales un huracán sufre un proceso de Rápida Intensificación (R.I.) durante el cual en pocas horas alcanza una intensidad que normalmente llevaría días. Los procesos de R.I. son poco frecuentes pero muy peligrosos, ya que en menos de 12 horas un huracán puede pasar inesperadamente de categoría 1 a categoría 4, con el consiguiente peligro para aquellos que se encuentren desprevenidos en su ruta. Wilma (2005) es un buen ejemplo de huracán que sufrió un proceso de R.I.

DISIPACION o TRANSICION EXTRATROPICAL
Cuando un ciclón tropical penetra un ambiente hostil, se disipa o pasa por la transición extratropical (deja de ser un ciclón tropical y se convierte en una borrasca tradicional de latitudes medias)
Los ambientes hostiles incluyen al menos una de las siguientes condiciones:
• Fuerte cizalladura vertical del viento (más de 10 a 15 m s-1 a través de una capa profunda)
• Temperaturas oceánicas frías debajo del núcleo de la tormenta (menos de 26 °C)
• Intrusión de aire seco en el núcleo del ciclón
• Llegada a tierra.
Las aguas oceánicas frías y la cizalladura fuerte son condiciones típicas de los ambientes de latitudes medias, lo cual explica por qué por lo general estas regiones se consideran "cementerios" de ciclones tropicales.
Incluso hay zonas de latitudes tropicales que pese a tener temperaturas del agua muy elevadas, suelen presentar una cizalladura muy fuerte que debilita los ciclones que se internan en ella. El Caribe Oriental por ejemplo suele ser una zona difícil para los huracanes que se internan en él, aunque si sobreviven suelen ganar mucha intensidad cuando llegan al Caribe Central y Occidental.

IMPACTOS AMBIENTALES Y SOCIALES
Los ciclones tropicales son los sistema atmosféricos tropicales más peligrosos y nos amenazan con fenómenos tales como vientos intensos, marejada ciclónica, olas impulsadas por el viento, lluvias fuertes e inundaciones, tornados y rayos, entre otros. El impacto de los ciclones tropicales se puede categorizar en términos de impacto directo o indirecto (secundario). Los impactos directos incluyen erosión costera por la marejada ciclónica y destrucción de infraestructura por acción del viento. Algunos ejemplos de los impactos indirectos son las enfermedades asociadas con la contaminación del agua, los aumentos en el precio de petróleo causados por lo daños que sufren las plataformas marinas y el cierre de las refinerías, y los incendios provocados por la caída de líneas de alta tensión. Las pérdidas económicas causadas por daños en cultivos y zonas pesqueras donde la población depende de estas actividades para su sustento, el estrés posterior al desastre y los aumentos en el costo del seguro constituyen efectos indirectos a largo plazo. Los ciclones tropicales siguen siendo amenazas importantes para la sociedad, especialmente debido al crecimiento acelerado de las poblaciones costeras, una tendencia constante en muchos lugares del mundo, y al aumento del turismo global hacia los trópicos.
Sin embargo, la reducción del número de víctimas mortales ha sido muy importante gracias a la mejora de las predicciones de los ciclones tropicales y de los sistemas de alerta temprana.

A pesar de su mala fama, los ciclones tropicales juegan un papel crucial e indispensable en la regulación del clima del planeta, ya que regulan el exceso de calor de los océanos actuando como "motores de calor" que transfieren ese calor sobrante de la superficie del océano tropical a la atmósfera a través de la evaporación.

Info: Cazatormentas.net -

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Última Actualización: 15/04/2013 - 15:06