Mi nombre es Sheila y soy mamá de 2 niños de 6 y 9 años. Como la
mayoría de padres en nuestra situación mi esposo y yo, hemos redoblado
nuestras preocupaciones a la hora de viajar por la seguridad de los
peques y hasta este año, no nos habíamos atrevido a salir de Europa en
nuestras vacaciones.
Siempre hemos sido viajeros y como cualquier padre, deseamos darle a
nuestros hijos las experiencias mas enriquecedoras, así que el pasado
verano emprendimos viaje a Perú por segunda vez y primera para
nuestros niños. Dejando por primera vez de lado los miedos que nos
atenazaban.
Este diario es para gente, que, como nosotros, disfruta de viajar y a
veces deja de hacerlo, so pretexto de tener que “cargar“ con niños.
Intentaremos dejar algunos consejos útiles a la hora de visitar un
destino tan especial como lo es Perú.
1-Antes de iniciar el viaje.
Cada uno conoce a sus pekes, en nuestro caso, además de las
obligatorias vacunas para visitar Perú siempre incluimos un pequeño
botiquín.
Aunque Perú es un país en el que se puede encontrar de todo y hay
farmacias casi a cada paso, en algunos lugares un tanto remotos puedes
no encontrar precisamente lo que tu bebe necesita, en nuestro caso el
inhalador por ejemplo es algo imprescindible para nuestra pequeña de 6
años. Mas allá de eso, repelente para las picaduras, algo para la
fiebre y algún antibiótico para virus estomacales es lo mas básico a
incluir en la mochila.
A la hora de planificar, nos gusta viajar con libertad, así que nada
de agencias ni tours contratados desde nuestra casa.
Unicamente reservamos hoteles que previamente habíamos investigado vía
internet o conocido en otros viajes, aunque no para todas las noches.
Hicimos reservas, para unos cuantos días intercalados, como para tener
la seguridad de contar con lugares donde descansar correctamente y sin
sobresaltos, por si acaso alguna noche anterior no la habíamos pasado
del todo bien a causa de “improvisar“ donde dormir.
En este viaje a Perú, teníamos reserva hecha en el hostal de unos
viejos amigos en el Valle Sagrado, Cuzco, en un hotelito en Lima para
la primera noche y en un Lodge en la selva cercano a Chachapoyas, pues
habíamos leído que contaban con pocas habitaciones además de en un
hotel algo más lujoso para nuestra primera noche en Puno. El resto de
noches las pasamos un poco improvisando con mayor o menor suerte.
Por lo demás esta fue nuestra ruta:
Lima,
Norte del Perú, Chiclayo-Chachapoyas-Moyobamba
Sur del Perú, Cuzco-Puno
Un poco de aventura en el norte, con poco turista y un Perú mas real y
el imprescindible Cuzco mas el lago titikaka, nos pareció una ruta
infinitamente mas enriquecedora que limitarnos en los pocos días que
teníamos a hacer la repetida por casi todos (a mi parecer de forma
equivocada) ruta del sur, donde se prescinde de la selva, en pos de
gran cantidad de paisajes desérticos y muchísimas horas de carretera.
Viajar con niños, puede ser un pequeño calvario cuando de un vuelo
largo se trata, o puede, como en nuestro caso convertirse en una larga
siesta y es que por fortuna, exceptuando mi marido, yo y los niños
siempre aprovechamos para dormir. Así que, las 12 horas de vuelo se
convirtieron en una batería de preguntas de los niños durante las 2
primeras horas, 8 horas de sueño y las últimas 2 horas de preguntar
cuanto falta.
A nuestra llegada a Lima, tomamos un taxi, para no arriesgar de una
empresa de las que trabaja en el aeropuerto que tras un breve regateo
nos llevo por 50 soles hasta Barranco, barrio bohemio de Lima que ya
conocíamos.
Como era temprano y habíamos dormido durante la noche, dejamos las
cosas y nos fuímos al centro de Lima, para llevar a los niños a las
catacumbas de la iglesia de San Francisco. Estas catacumbas de aspecto
lugrube cavadas en el subsuelo de la iglesia, nos parecieron en
nuestro anterior viaje un lugar fascinante, que, conociendo sobre todo
a nuestro hijo de 9 años (obsesionado por las películas de zombies),
sabíamos iba a disfrutarlo muchísimo, como así fue.
El resto del día lo pasamos paseando y antes que oscureciera
regresamos a Barranco para cenar y mal dormir por el cambio de horario
antes de iniciar el viaje hacia el norte del Perú.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El vuelo Lima-Chiclayo es otra de las cosas que teníamos previsto con
antelación, nos interesaba volar por la mañana, puesto que, queríamos
ir hacia la zona de Chachapoyas en el autobús nocturno que parte de
Chiclayo pero antes, durante el día, queríamos aprovechar para visitar
el complejo arqueológico del Señor de Sipán.
Este sitio arqueológico está a unos 45 minutos en coche desde
Chiclayo. Nosotros optamos por ir en taxi, con el que pactamos un
precio de 50 soles, por llevarnos y esperarnos para regresar. También
se puede hacer en autobús local que te deja a unos 3km de caminata del
sitio, pero viajando con niños optamos por la opción mas cómoda.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Bueno, hay mucha información en internet al respecto, pero este sitio
arqueológico es realmente impresionante, fue fundado tras el
descubrimiento de una tumba de la cultura preincaica llamada Mochica
(200 años d.c.), con abundantes riquezas, dando pie a este
impresionante Museo. Nuestro hijo mayor literalmente alucinaba viendo
las vestiduras de estas antiguas culturas y en su cabecita, todo lo
convertía en una película de guerreros épica, para que digan que los
niños en los museos se aburren. Meses después y el solito está
investigando todas esas culturas que pudo conocer en ese viaje.
Después de esta enriquecedora visita, tomamos un autobús de la empresa
Movil tour que partía a las 8 y media de la tarde hacía la ciudad de
Pedro Ruiz Gallo que se encuentra a 8 horas de Chiclayo y 1 hora antes
de llegar a Chachapoyas.
Cuispes y la idílica selva de cataratas gigantes.
Llegamos a Pedro Ruiz a las 4 de la mañana y allí nos estaban
esperando, para llevarnos al pueblito de Cuispes desde donde visitar
algunas de las mas altas cataratas en el mundo, absolutamente
indescriptibles y bellos paisajes.
Este pueblo se encuentra en la selva alta, arriba de una montaña y a
25 minutos de distancia de la carretera principal.
Subimos en mototaxi para algarabía de los pekes que nunca se habían
montado en uno, llegando a Cuispes al punto de la mañana justo para
desayunar en La Posada de Cuispes, un proyecto de turismo justo que
conocimos a través de un amigo y que nos iba a ofrecer no solo un poco
de aventura en la selva, si no la posibilidad de que nuestros niños
vieran un Perú real, disfrutaron como enanos.
Esta es su página de facebook por si alguien necesita contactarlos
www.facebook.com/laposadadecuispes
Chachapoyas
La experiencia de Chachapoyas hace ya 10 años, fue de lo mejor de un
recorrido de 2 meses por 4 países por sudamérica, en nuestra época de
solteros. Así que era parte importante para nosotros, llevar a los
niños allí en este viaje.
Nuestro “base de operaciones“ para visitar Chachapoyas fue La Posada
de Cuispes. este pequeño Lodge en la plaza de armas es una preciosura
siendo sorprendente encontrar algo así en un lugar tan remoto, desde
allí visitamos su impresionante selva de cataratas gigantes, un lugar
sin turistas mágico y la perfecta dosis de aventura para este viaje.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
También desde allí viajamos hasta Kuelap en el coche de un señor de la
zona que nos recogió temprano por la mañana y nos devolvió a las 5 de
la tarde. Y para el cuarto día partimos hacia Moyobamba, para visitar
también un poco de selva baja.
Moyobamba
Para llegar desde Cuispes hasta Moyobamba, hay que descender en
mototaxi hasta Pedro Ruiz. A la salida del pueblo, hay unos lugares
donde se toman coches “colectivos“, que salen desde allí hacia la
selva baja cuando el vehículo tiene los 4 pasajeros, nosotros como
somos 4, pagamos el coche completo y no tuvimos que esperar nada.
El camino en coche, la carretera, los paisajes, todo es genial.
Carretera en buen estado, la mayor parte del trayecto es atravesando
un área protegida llamada Alto Mayo, pura selva para alimentar
nuestros ojos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Se tarda aproximadamente 4 horas en llegar a la ciudad
de Moyobamba y hay que hacer un cambio de coche en Nuevo Cajamarca.
Nosotros en total pagamos 120 soles por los dos trayectos de este
viaje (30 soles por persona), con la comodidad de ir nosotros solos,
así que paramos 3 o 4 veces a estirar las piernas por el camino y a
sacar algunas fotos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En Moyobamba dormimos en el Hospedaje El Portón a dos calles de la
plaza de armas
un bonito sitio cuyo dueño es encantador. Allí pasamos 2 días haciendo
excursiones
sencillas por la selva. La diferencia de temperatura entre la selva
baja y la selva de Cuispes es notable, mucho mas calor en Moyobamba y
también mas mosquitos, por lo que es imprescindible repelente para
viajar a esta zona del Perú. Este es su facebook
www.facebook.com/ ...amp;type=3
Tras dos días retornamos a Chiclayo nuevamente vía Pedro Ruiz, como
andábamos ya cansados, incluso mi esposo se permitió el lujo de pasar
la mayor parte del tiempo durmiendo, temprano teníamos nuestro vuelo a
Lima que se enlazaba con otro con destino a Cuzco, así que, en solo
unas horas, pasaríamos de la selva a los Andes.