Un viaje inolvidable a Irán ✏️ Blogs de Iran

Estuvimos en viaje organizado en Irán del 10 al 26 de octubre pasado.
Fue toda una experiencia personal y recomiendo a cualquiera que lo haga.
Tuvimos la suerte de ir con una agencia muy seria y sin ningún problema.
A la buena marcha del viaje ayudó muchísimo que las 11 personas que componíamos el grupo éramos viajeros incansables y con experiencia. Todos sabíamos dónde íbamos y la sonrisa no se quitó de nuestra cara de principio a fin de viaje. No podíamos haber tenido una compañía mejor, la verdad.


Tan sólo nos quedó un mal sabor de boca al final por no saber lo que pasa allí con las propinas.
Tanto el guía como el chófer y su ayudante fueron exquisitos en todo momento y al finalizar el recorrido quisimos hacerles un regalo. Aunque algunos del grupo dijeron que ya habían tenido problemas antes con las propinas y preferirían no hacerlo, como éramos una gran familia al final todos pusimos lo que creímos conveniente en un sobre y se lo entregamos a los dos conductores al llegar al aeropuerto.

No habían pasado ni 10 minutos cuando los vemos entrar con caras de muy pocos amigos. Nos devolvieron los sobres, uno de ellos roto.
No sabíamos cómo pedirles perdón si les habíamos ofendido, no era nuestra intención, pero esto sirvió para que el guía no recibiera nada, cuando lo merecía porque fue estupendo, y para que en sucesivos viajes me piense muy mucho el dar una propina.

Se suponía que había que darles 5 euros por persona y día (3 para el chófer y 2 para el ayudante), o sea, 60 euros por persona y, claro, no llegamos a eso ni se parecía. Era una propina, no un sueldo... se molestaron y nos quedamos todos bastante fastidiados.

Os lo comento para que tengáis en cuenta lo que se espera del turista y es mejor no dar nada que ofender

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Fuimos de España a Shiraz. Un vuelo cansado pero bueno con las líneas aéreas turcas con escala en Estambul.

Ya sabíamos que antes de bajar del avión había que cubrirse la cabeza y lo tomamos como una novedad.
Debo confesar que iba muy preocupada por ello, por si me molestaría, me daría calor, me sentiría mal... pero llega un momento en que ni te acuerdas de él. No son estrictos con los occidentales. Tan sólo hay que tener mucho cuidado dentro de las mezquitas y en las ciudades sagradas como Qom y Mashad.

Empezaba nuestro viaje y estábamos con toda la ilusión.

Primera impresión: color, color y color. Las mezquitas con esos azulejos increíbles...

La gente amabilísima.Todo el mundo quiere hacerse una foto contigo y no les importa en absoluto que tu les hagas a ellos. Siempre tienen una sonrisa en la cara y te ofrecen lo que tengan, ya sea pan (qué pan, el más rico que he comido nunca), una bolsa de patatas fritas, un zumo de granada, un pepino... lo que sea, todo te lo ofrecen.
Te dan las gracias por ir a su país constantemente.

Agua Increíble pero hay agua por todas partes. No es la idea que tenemos de allí.

Las comidas, muy buenas, aunque durante 17 días hemos comido casi lo mismo todos los días y cansa un poco, pero descubrí el yogur líquido salado, muy refrescante, y el helado de azafrán, una de las cosas más deliciosas que he probado.

En Shiraz visitamos las tumbas de dos poetas y una casa museo y unas mezquitas impresionantes. Pero Shiraz es sobre todo el punto de partida para Persépolis y Pasagarde.

No hay palabras para describir lo que sentí al estar delante de la tumba de Ciro o de Darío, es algo maravilloso.
Y Persépolis... no se puede describir con palabras.

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El camino de Shiraz a Kerman no se hizo nada largo. Paramos un par de veces a ver un palacio sasánida muy interesante y tomamos el té haciendo un pic nic en un parque de una ciudad de paso.
Por supuesto nos hicimos fotos con todos los que estaban por allí, y ellos con nosotros.

Kerman es la ciudad de los pistachos. Qué delicia.

Visitamos la Mezquita del Viernes que es una maravilla, con una fachada altísima, impresionante, la Ciudadela de Rajen y Mazan.

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