Este verano, puesto que en Otoño hare un viaje más largo, decidí pasar una semana de relax en la playa, eligiendo Cerdeña como destino. He de decir que no tenía demasiadas expectativas pero volví totalmente enamorada de la isla y de sus maravillosas playas. Yo que soy muy fan de Baleares, a donde he ido varios veranos, creo que puedo decir que me quedo con Cerdeña como destino veraniego a donde volver.
Viajamos de Madrid en Iberia express a Olbia a primera hora de la mañana, aunque nuestro primer destino era Alguero. El coche lo alquilamos con Gold Car. Habiamos elegido un Fiat 500, pero nos dieron un Lancia epsilon, lo cual a mi personalmente me dio un poco de rabia, porque me hacia especial ilusión el otro... pero bueno. Sobre la marcha pusimos rumbo a Alguero, a donde llegamos en 2 horas más o menos.
El hotel en Alguero fue el Balear. Habitación doble con desayuno a 100€ la noche. El hotel es antiguo, pero nada más llegar nos recibieron con mucha amabilidad, con un trato familiar y asi el resto de la estancia. Está anticuado, pero como ya habia visto en las fotos.... asi que para los precios que hay a finales de Julio en Cerdeña.... es recomendable. Además la situación es muy buena, frente al mar y a un paso del casco antiguo. En la misma avenida se puede aparcar, aunque sea un poco más arriba...
Asi nos pusimos ropa de playa, y salimos a comer para despues tirar para la playa, que el calor ese día era agobiante. Comimos en la focacceria Milanesa tan recomendada por el foro. La verdad que nos gustó. Bueno y barato. 2 focaccias y 2 cocacolas 12 euros. Además tiene una terraza muy agradable y mucho ambiente. Volvimos al coche y a la playa.
Nos fuimos hasta playa Bombarde, muy cerca de Alguero. La playa bien, bastante llena. Como en todas las playas de Cerdeña hay que pasar por el parkimetro, aunque en esta era barato, a 1.50 la hora creo.
Por fin nos dimos un baño, el agua a una temperatura muy buena, no tan caliente como en Ibiza... pero a buena temperatura.... que a mi no me gusta nada el agua fria!!
Despues de un buen rato en la playa volvimos a Alguero para ponernos guapos para cenar
. Ya se podia notar el ambiente, todo el mundo de paseo... Empezamos a recorrer los bastiones, llenos de gente y con unas bonitas vistas.... un paseo muy agradable, buscando mientras un sitio bonito para cenar.
Cenamos en el Restaurante Mirador, en pleno bastión. Un entrante, 2 platos de pasta y sendas copas de vino y agua. Todo muy bueno y con muy buen trato. La cuenta, 50 euros. Para mi bien teniendo en cuenta la calidad y el sitio. Después de cenar, paseo y helado y a dormir, que el día había sido intenso.
El segundo día pusimos rumbo a La Pelosa despues de desayunar en el hotel. El desayuno normalito... pero pasable. Eso si, el capuchino buenísimo.
Íbamos con altas expectativas de La Pelosa y he de decir que incluso las superó! Para mí es la mejor playa de todas las que visité en la isla. Lo único malo es que era domingo y estaba más que llena, pero la verdad que tuvimos suerte y aparcamos a la primera y según bajamos a la playa pillamos un buen sitio de una familia que se iba. El agua clarisima, a una temperatura ideal.... de esto que caminas y no cubre (que me encanta a mi eso...), estás en el agua, tranquila, con la torre al fondo.... no se, me encantó esa playa.
Pasamos la mañana alli y decidimos irnos por la tarde hasta Caltersardo (error! con lo bien que se estaba en la playa....)
Total, que nos fuimos a comer a Stintino. Comimos en una terraza en el puerto, Lu Fanali. 2 pizzas muy buenas y 2 cocacolas. 30 euros. Y emprendimos camino hasta Castelsardo.
No se si fue el calor, que nos perdimos y tardamos un montón en llegar... que no nos gustó nada el pueblo. Sinceramente, queda mejor en la foto que al natural, jejeje. Realmente nos arrepentimos de no aprovechar el dia entero en La Pelosa y pegarnos tantas horas de coche. Fuimos despues para la roca del elefante, que esta muy cerca, a hacernos la foto de rigor y vuelta a Alguero.
Era nuestra ultima noche alli (que pena....) y salimos otra por la tarde noche. Esta vez recorrimos todas las calllejuelas del pueblo, llenas de gente (a mi es que me gusta el bullicio) y de tiendas super curiosas. Me encantó Alguero y me arrepentí de no haber estado más dias alli...
Esta vez no tuvimos tanta suerte con la cena. Después de mirar unos cuantos sitios nos decidimos por uno muy mono, con una terraza en una plaza.... La Sartoria del gusto. No nos gusto nada. 2 platos de pasta y una botella de agua 36 euros. El postre helado en la calle como todos los dias... jeje
Nos fuimos a dormir con pena, pero con ganas de llegar a Costa Esmeralda por otro lado.
Desayunamos y nos fuimos con pena del hotel. El camino hasta Cannigione, donde nos hospedaríamos los siguientes días se nos hizo muy pesado, pues habia obras, nos desviaron y a raiz de eso nos equivocamos.... una lata.
Por fin llegamos a Cannigione. Nos hospedamos en el hotel Micalouse, a unos pocos km del pueblo. El hotel en principio bien, la habitación bastante pequeña pero se veia bastante nuevo o reformado. Tenia una piscina que ni llegamos a usar con unas vistas espectaculares. Nos salió lo mismo que el otro 100 euros la noche con desayuno.
Hicimos lo mismo que en Alguero. Bañadores y a comer. El pueblo no es bonito, pero lo elegimos por la situación. A esas horas estaba desierto, con la gente en la playa me imagino. Comimos en la pizzeria, De Serafino e Giovanni. 2 buenas pizzas. bien de precio, aunque no recuerdo exactamente y para la playa.
Esa tarde fuimos a Capriccioli. Hay un aparcamiento al llegar en el que habia que hacer cola!! esperamos pacientemente unos 10 minutos y para la playa. Estaba muy llena pero se podia estar. El agua ya estaba más fresquita..... pero la playa es muy bonita, entre rocas y vegetación. Merece la pena. Lo malo es que ese día se habia levantado un poco de viento.... pero estaba protegida y no molestaba mucho.
Pasamos la tarde alli... la verdad que con los problemas de aparcamiento pasabamos de cambiar de playa.... somos un poco comodones jeje.
Siguiendo la costumbre al hotel, una ducha y a cenar. Esa noche elegimos San Pantaleo. Es una preciosidad de pueblo! Casas de piedra, unas tiendas monisimas.... (y carisimas) y todo super cuidado y decorado con luces..... Me enamoró el pueblito, ideal. Eso si.... yo personalmente, con un vestido de verano, sin chaqueta... pase un frio horrible. Hacia mucho viento... y estaba desagradable. Recomiendo llevar chaqueta... cosa que yo no hice y eche de menos.
Cenamos una fritura de pescado en un bar con una terraza en un callejoncito, no me acuerdo del nombre... no estaba mal, normal.