Salimos en dos coches, ya que esta vez nos acompañan mis suegros, mi madre, los peques y
Bruster (nuestro chiguagua), rumbo a
Braga, para que conozcan esta bonita ciudad, así como
Oporto y la zona monumental de Guimarães, que Olga y yo ya conocemos de previos viajes.
Llegamos 4 horas y 15′ minutos después, tras un tranquilo viaje por tierras gallegas, ría de Pontevedra, Tui, etc, al hotel de Braga, en donde tenemos 3 habitaciones reservadas (
142€, tasa turística incluida) en el
Residencial Bragashopping, totálmente céntrico, junto al parque de la Avenida Central, y que tienen un acuerdo con el parking del centro comercial (0,80 cts / hora) al que se accede por la Rua de Santo André. Hay que recordar que aquí es una 1 menos que en España.
Tenemos comida de sobra, empanadas, tortilla, embutidos, postres, yogures etc etc, ergo cenamos todos juntos en una habitación, ya que son bastante grandes:
La habitación de la abuela
Es un poco caótico el hecho de que el hotel esté dentro del propio centro comercial, ya que hay que buscar el ascensor que te lleva al hotel y cuando cierran el centro comercial es un poco lio el poder salir y entrar del mismo (hay que tocar un timbre para entrar y que te abran una verja metálica). Además hemos traído a Bruster de incógnito, ya que no admiten mascotas, pero como es tan pequeño y no hace ruido, nos acompaña muchas veces, está mejor educado que muchos turistas…
Paseando a Brus por el parque.
Basílica dos Congregados
Me vuelvo a la habitación, tras tocar al timbre y abrirme la verja del centro comercial, y nos vamos todos a dormir que ya es tarde.
Un nuevo día, desayunamos tranquilamente, está incluido aunque es algo escaso en cuanto a variedad, y salimos a
pasear por Braga, tenemos que dejar el hotel antes de las 12 por lo que bajamos las maletas al parking y dejamos todo listo para irnos. Es un maravilloso día soleado por lo que disfrutamos de esta bonita ciudad, entrando las abuelas en la bonita
Iglesia de la Orden Tercera:
Callejeamos un poco:
Seguimos paseando hasta la
Fuente del Dragón y los Jardines de Santa Bárbara:
Chafariz de Santa Bárbara
Jardines y ruinas ( no va por mis suegra ) del antiguo Palacio episcopal
La Fuente de los Castillos, de 1723 construída por orden del arzobispo D. Rodrigo de Moura Telles:
Coronada por una imagen femenina que simboliza la ciudad.
Las ruinas romanas y medievales junto a la Catedral
Continuamos hacia la
Catedral o Sé de Braga, que visitamos en otra ocasión y que había que pagar
2€, pero esta vez hay una misa, por lo que podemos admirar su
famoso doble órgano:
Letras en apoyo a Ucrania
Continuamos hasta la monumental Iglesia de San Marcos (se supone que un Maestre templario trasladó allí los restos del santo en el siglo XII):
Vemos la
Iglesia de la Santa Cruz, que tiene una leyenda curiosa, dice la tradición que
aquel que encuentre los dos gallos de su fachada, se casará...Lo gracioso vino cuando vimos el primero y al ir a ver el segundo veo a
mi hijo Marco agachado tras su hermano: Marco hijo, ¿qué haces?…
Papi es que yo no me quiero casar!….la carcajada que eché se debió oír hasta en España
Disfrutamos de la soleada mañana, pasamos por delante de la
bonita Capela e Casa dos Coimbras:
y decidimos, cerca ya de las 12, volver al baño del hotel y entregar las llaves en recepción; bajamos al parquin con el ticket, sellado previamente por el hotel para que nos apliquen el descuento de 0,80 cts/hora y pagamos unos 7 € cada uno, lo que no está nada mal.
Ponemos rumbo a otro sitio que queríamos que viesen, el
Santuario del Bom Jesus do Monte, a 11 minutos de Braga, en donde hay sitio de sobra para aparcar a la sombra (llevamos comida, yogures, cervezas etc), y nos vamos al adyacente
funicular hidráulico, que fue
primer funicular construido en la península ibérica (1882) y actualmente es
el más antiguo del mundo en servicio que utiliza el contrapeso con agua (se vacía abajo y se llena de agua arriba, con lo que uno baja y el otro sube por el contrapeso, repitiendo el proceso); aquí vemos que no dejan subir animales, pero no nos vemos subiendo los
600 escalones de la imponente escalera, asi que
lo tapo rápidamente con una chaqueta y entramos
Bajamos por las escaleras, que son una maravilla,
llena de simbología, con diferentes fuentes, de los 5 sentidos, capillas de la pasión de Cristo, santos, inscripciones etc, no hay mejor explicación que la que encontré en este hilo de twitter:
TWITTER: BOM JESUS
Las capillas donde puedes ver las estatuas con las diferentes partes de la
Pasión de Cristo, como el beso de Judas o una magnífica
Última Cena:
Teníamos pensado ir a Oporto a comer, pero dado que está a 50 minutos y que son las 15:15, optamos por comer en el chiringuito que hay en el mismo parque donde tenemos los coches, unos perritos calientes, sandwiches y bocadillos, que con tanto sol y escaleras cansamos perros y humanos
Ponemos rumbo a Oporto, 51 minutos por la estupenda A3 portuguesa, no exenta de peajes, llegando sin mayores contratiempos y consiguiendo aparcar cerca del piso (
Bonjardim Flats, 183,60€ + 20€ impuesto turístico) para descargar y subir las bolsas de comida, maletas etc; el piso está muy bien y el señor que nos recibe es muy majo y nos recomienda el mismo parking que yo tenía mirado, el
Trinity Park, ya que cuenta con un bono de
72 horas por 20€, y aparcar en el centro de Oporto es bastante complicado. El parking está bastante lleno, pero enseguida entramos, y conseguimos aparcar en la 8ª planta, es muy grande, dejando allí los coches ya hasta el sábado que nos vamos; tienes que ir con el ticket a la garita de la entrada donde te hacen el bono y te cobran.
Tras acomodarnos salimos a dar un paseo, son las 19:30, por lo que nos acercamos hasta la
Capilla de las Almas, espectacular con sus característicos
azulejos azules y blancos:
Pasando delante por cabinas rojas que llaman la atención de los peques, ya que ellos no saben lo que son
Nos metemos por la comercial
Rua Santa Catarina, que ya conocíamos de otras visitas, viendo tiendas y lo animada que está, creo que media España hemos coincidido en Oporto por Semana Santa. Pasamos por delante de la famosa
Relojería «Marcolino» que es como llamamos muchas veces a nuestro hijo Marco
así como del famoso (y caro)
Café Majestic:
Llegamos hasta
la bonita Iglesia de San Ildefonso (s.XVIII) con sus azulejos blancos y azules, tan típicos del Barroco Portugués:
Y nos volvemos mientras atardece en esta bonita ciudad, con la
Torre de los Clérigos al fondo:
Cenamos en el apartamento, mientras los peques ven un poco los dibujos, a la familia les está gustando Oporto pero ya aviso que mañana habrá que caminar más…a dormir!
Amanece un nuevo día, las previsiones metereológicas se cumplen y hace solazo, bien, con lo que tras el desayuno, y sin prisa ninguna, salimos
rumbo a la zona de la Torre de los Clérigos y la famosa librería de Lello&Irmao, que ya visitamos en otra ocasión, y que sale en Harry Potter y de ahí su fama. Pasamos por delante de
McDonalds con el águila, que llama la atención siempre a los españoles, en la
Plaza de la Libertad, que esta toda en obras:
La
Iglesia de la Santísima Trinidad y del imponente edificio del
ayuntamiento con la
estatua de Almeida Garret (político y poeta portugués) en la Av. Dos Aliados, una de las avenidas más antiguas de la ciudad.
Subiendo hacia la torre en esta soleada mañana nos llama la atención
una gran cola…la de la librería! pocas veces se ven colas para una librería y sobretodo de gente que no va a comprar un libro, sino a ver la
famosa escalera y sentirse un poco más cerca de Harry Potter jaja; lo cierto es que es muy bonita por dentro (googleadlo que de aquella no dejaban hacer fotos), y este es uno de los peligros de Instagram,
influmierders que quieren la pose en la escalera.
Llegando hasta la bonita
Iglesia del Carmen y su animada plaza:
Descansamos un poco y comemos algo en un banco del parque, los niños tienen sed, hace calor, y hoy si que hay una barbaridad de gente, autobuses, colas, exagerado…se nota que todos teníamos ganas de viajar ya.
Bajamos hacia la comercial
Rua das Flores con su famoso gato azul obra del artista gallego LIQEN:
Y desde aquí subimos hacia la catedral,
¡las cuestas en Oporto!; la verdad que me sorprende comprobar que los peques, que no son de caminar mucho, se portan como campeones; llegamos a la
Catedral, con mucha gente, y vemos
la estatua del asturiano Vimara Peres, que reconquistó la ciudad a los musulmanes en el año 868 para el Reino Cristiano de Asturias,
¡un paisano!
Sé de Oporto y estatua de Vimara Peres
Aquí reponemos fuerzas con unas empanadillas contundentes que ha comprado una de las abuelas al comienzo de la subida de las escaleras, lo cierto es que estaban muy buenas
Bonitas vistas desde aquí arriba con la
Torre de los Clérigos al fondo, vaya si hemos caminado!
El Monasterio de Sao Bento de la Victoria a la izquierda junto al edificio del Centro Portugués de fotografía
Bajamos por las
Escaleras de las Verdades, empinadas como parte de Oporto, hacia
el famoso Puente Luis I o Puente de Eiffel, diseñado por Gustave Eiffel al igual que la famosa torre parisina.
Llegamos finalmente a la parte de abajo, hago una foto de grupo con
el Duero, o Douro, de fondo:
Aquí intentamos que los abuelos o alguno de los peques nos haga una foto a nosotros pero esta complicado, aunque finalmente algo sale
Paseamos por la animadísima zona de
Cais da Ribeira, con sus puestos, terrazas, barcos etc, todo atestadito de gente, si bien conseguimos sentarnos en una terraza junto al Porto Escondido, el restaurante donde tan bien comimos Olga y yo en previas ocasiones, pero en el cual es imposible sentarse porque hay colas para comer.
¡Que bien entra una cerveza fría con este calor!
Como por esta zona es imposible encontrar para comer, y seguramente sea más caro, optamos por volvernos en dirección al apartamento, subiendo las escaleras despacio,en cuyos alrededores tenemos localizados un par de restaurantes con buena fama y valoraciones para comer,
el Conga y O Buraco.
La parte de arriba del puente, que visitaremos de noche.
De camino pasamos por la
Estación de Sao Bento, donde están los famosos azulejos blancos y azules que conmemoran la
conquista de Ceuta por parte del futuro infante Enrique el Navegante, asi como la
sumisión y vasallaje del noble Egas Moniz:
Pasamos delante del Conga y vemos que está lleno, asi que continuamos hacia el O Buraco, que además está al lado del apartamento por lo que, comprobamos que hay sitio para 7, me acerco a dejar a Bruster y me vuelvo al restaurante, en donde comemos muy bien, una atención excelente, la verdad, muy recomendable:
No pasamos hambre
, y después de la comilona, el vino blanco y los postres, volvemos al piso a descansar, si bien Olga y mi madre se van de tiendas por la Rua Santa Catarina y yo me voy a dar un paseo por la zona de la
Torre de los Clérigos nuevamente, a bajar la comida, mientras los abus echan una cabezada y los peques ven dibujos.
Nos reencontramos todos en el piso y salimos a dar un paseo nocturno, a eso de las 19:45, hasta llegar al
Puente de Eiffel, que está muy animado y en el que hay que tener cuidado porque hay tranvías pasando cada poco.
Tras recorrer parte de sus 563 metros nos volvemos en dirección al apartamento a cenar, disfrutando de la buena noche y el ambiente que hay en Oporto, pasando por delante de la Catedral y de alguna que otra cabina telefónica que siguen llamando la atención a los peques:
Todo el mundo está cansado así que a dormir.