más autenticas de la India y más visitadas. Nuestra siguiente parada es Mandawa un punto importante en lo que fue la ruta de la seda.
Al salir de Delhi pudimos ver un impresionante atasco, aquí la carretera es la zona sin ley, el que primero mete el morro gana, igual hay 4 o cinco carriles pero ellos forman 7. En un coche que caben 4 personas meten 11, en una moto van 5. Es algo que hay que ver. La carreteras suelen estar hechas polvo y los coches más, por eso una distancia de 200 kilómetros que aquí harías en dos horas allí tardas 4, pero sobretodo relax y a disfrutar del paisaje porque allí no te aburres, siempre hay gente por la calle, la carretera, en cualquier lado. Lo bueno de este país es que interactúas mucho con la gente.
Nuestro autobús tiene dos conductores. Esta bastante bien para lo que vemos por ahí, pero nuestro guía hubiera preferido algo mas autentico, sin aire acondicionado pero que se pudieran abrir las ventanas, vamos; una lata con ruedas. Hubiera sido mejor para hacer fotos, pero aquí se agradece el aire acondicionado.
Vamos parando por pueblos conforme hacemos trayecto, y encontramos uno donde están haciendo mercado. Allí ya vimos la hospitalidad de la gente, una maravilla. Camellos circulando por el mercado, monos al acecho. En la india vimos varias clases de monos, pero los que más vimos fueron dos clases, unos con la piel más roja y pelo blanco, y otros con la piel negra las extremidades más largas y pelo también blanco. A quien valla un consejo: ojo con los de piel rojiza! tienen muy mala leche y a veces son violentos, los negros no tanto. A lo largo del viaje veremos que los monos están en casi todas las ciudades como aquí tenemos a las palomas.
Volvemos al autobús y hacemos paradas reglamentarias para ir al servicio. Vuelvo a decir que es un país maravilloso pero para disfrutarlo no hay que ser escrupuloso, tampoco hay que pasarse y hacer todo lo que hacen ellos porque siendo sensatos nuestro sistema de defensas no está acostumbrado a muchas cosas. Lo que se llamarían allí las áreas de servicio, son chabolas que hacen la función de bar, donde a veces sirven comida, solo arroz con algún condimento y muy especiado, y pocas bebidas. Allí en vez de café tienen lo que llaman “chai”, que es como un té especiado con leche, no está mal y por supuesto hay que probarlo. En vez de mesas con sillas estilo terracita tienen como unas hamacas donde se tumban o se sientan. Algunos de estos bares no tienen ni agua corriente, la mayoría sí.
Finalmente llegamos a Mandawa, con las calles hechas polvo como casi toda India, pero con ese encanto especial de estar viendo algo autentico y que apenas ha cambiado en décadas. Dando un paseo por Mandawa vemos las famosas “havelís” casas de los comerciantes de la ruta de la seda, ricamente decoras con pinturas. La decoración de las havelís es muy distinta según la ruta del Rajasthan, las de Mandawa se caracterizan por sus pinturas, las de otros pueblos son más famosas por sus relieves y estucados. Muchas tienen en el piso de arriba balcones con una especie de celosías muy pequeñas porque representaba que es donde estaba el harén y así las mujeres que no podían salir de casa podían ver desde adentro hacia afuera sin ser vistas. En India ya se ha roto con la tradición de los harenes que era cuando aún estaban los rajas, pero hay muchas tradiciones que el gobierno no admite por querer ser un país moderno pero siguen aún presentes en la sociedad. La mujer esta terriblemente discriminada, y aún en algunos pueblos cuando el marido muere y lo incineran se espera que su viuda se lance a la pira funeraria tras él. Es una práctica ilegal como otras muchas pero sucede.
En este país las que verdaderamente trabajan son las mujeres, y que mujeres! merecen un monumento. Son capaces de estar metidas en el campo en plena faena pero vestidas con sus saris y súper guapas con sus joyas. Conforme te vas metiendo en el Rajasthan las mujeres se arreglan mas, puedes encontrártelas alquitranando la carretera y con el niño en la espalda, pero siempre con sus vestidos coloridos, porque es típico del Rajasthan esta forma de vestir tan ricamente trabajada y colorida. Las mujeres aquí son muy oscuras de piel y se tapan mucho para que no les dé mucho el sol porque el canon de belleza aquí es como en todos sitios lo contrario de lo que hay, les gustan blancas, y rubias que no hay. Así que a las viajeras rubias no ir con paciencia que no son mala gente, realmente son un poco infantiles como niños así que no hay que ofenderse.
Los hombres en cambio holgazanean todo lo que pueden, los encuentras todo el día durmiendo por los rincones, o tomando chai en algún bar donde por supuesto no hay mujeres.
En Mandawa nos quedamos en un hotel que nos encanto, por fuera se ve bastante ruinoso, un antiguo palacio en decadencia, sobretodo la fachada, pero por dentro teníamos habitaciones como marajás, con camas muy altas muy decoras y muy amplias. Como iremos viendo a lo largo del Rajasthan muchos marajás cuando perdieron sus títulos nobiliarios se vieron obligados a ceder sus palacios para seguir disponiendo de dinero y algunos de estos se transformaron en hoteles en los cuales nos alojamos. Realmente no es que perdieran sus títulos, mucho son aún marajás, pero a modo de titulo honorifico y sin ningún poder político influyente.
Por la noche fuimos a cenar a un restaurante. Allí se estila mucho hacer restaurantes en las azoteas de los edificios, casas, fuertes etc.… Es muy bonito porque estas bajo las estrellas y además las calles de según qué pueblos no tienen iluminación o tienen muy poca y eso le da a la cena un toque romántico. Otro consejo; no tengáis prisa! Pueden llegar a tardar hora y media o más en servirte la cena, si no recuerdo mal y ya lo mirare para asegurarme se dice: “chelo chelo!” calma calma.
Respecto a la comida, la comida india no es mi fuerte, pero había a mucha gente que si le gusto. Suele haber mucho arroz, y pollo cortado en trocitos, y alguna que otra más guarnición, el pan está muy bueno, son como unas tortas, y lo curioso es ver como lo hacen, meten la masa en un horno redondo, en realidad pegan la masa por las paredes del horno. La comida como ya os lo imagináis es muy especiada y muy picante, cuando tu pidas algo sin picante y ellos te digan “vale” ten por seguro que estará picante, solo que no estará súper mega picante.
Por hoy lo voy a dejarlo, siento no poder escribir todo lo que quisiera e ir poco a poco pero es que estoy un poco liada con el trabajo. Ya sabeis que hace un año que fuimos e igual me dejo algunos detalles, así que preguntar sin ningún reparo. Y sobre todo gracias por seguirnos y por vuestros comentarios!
Atasco
Moto con 5 personas
Mercado
Mercado hombre
Hotel Mandawa
Mujer Mandawa
Havelis