Nuestra llegada a Chicago fue agotadora, después de casi 12 horas de vuelo, más una escala en Roma, estábamos muy cansadas.
Volamos con Alitalia, la peor compañía con la que he volado, sucia, una atención muy mala. Lo más importante, es que el vuelo fue fantástico.
Llegamos a Chicago a las 14:03 en punto, tal y como estaba previsto.
En Roma conocimos a un chico que era de Girona y que volaba a Chicago en el mismo avión, además en el aeropuerto le recogería un amigo suyo que ya llevaba dos meses en chicago (este punto será importante más adelante).
Aterrizamos en el aeropuerto de O’Hare con una niebla muy intensa, tiempo nublado y una sensación de bochorno horrible.
La sensación que tuve de desorientación, era total, menos mal que estaba nuestro colega de Girona al que le estaba esperando su amigo, me faltaron segundos para pedirles si podíamos ir con ellos al centro, casualidad, tal vez, pues ellos también hacían el mismo recorrido.
Nosotras teníamos que coger la “línea azul” hasta “La Salle” , ellos se quedarían en Jackson.
Ferran, el amigo del colega de Girona, nos explicó cómo funciona el transporte en la city, aparentemente es muy simple, nos enseñó cómo hay que sacar el billete, funcionan con tarjetas recargables y además van por zonas, para recorrer el centro no hay problema, “cta” es una tarjeta que sirve para metro y bus, no para trenes. El coste de un viaje es de 2.40 $. Nosotras seguimos los consejos de Ferran, recargamos con 10$ ( hay que tener en cuenta que toda la información está sólo en inglés y si no se tiene un pleno dominio, se pierde mucho tiempo). Ferran nos aconsejó no coger un crucero, ni subir a la Torres Sears en fin de semana, todo es mucho más caro, tampoco debíamos ir a Giordano's en fin de semana, en fin...
Dejamos a nuestros "amigos" en la parada de Jackson y nosotras seguimos hasta "La Salle", salimos de la estación de metro y a poco que levanté la vista, me encontré con una imponente Torre Sears, que se asomaba discretamente entre otros rascacielos, que impresión!
La estación de "La Salle" quedaba a unas tres manzanas del albergue, por lo que fue muy fácil encontrarlo.
Elegir este albergue fue una decisión muy acertada en muchos aspectos, ya que está situado en el centro del Loop, muy cerca de todas partes, bien comunicado, pero no tuvimos en cuenta que el tren elevado pasa justo al lado, aunque bien mirado, tambien tiene sus ventajas.
Una vez nos instalamos, salimos en busca de un restaurante, justo en frente del alberge hay uno, aquí fue donde tuvimos nuestra primera experiencia gastronómica, comimos una ensalada gigante y la verdad es que me sorprendí un poco, la mezclan con una gran variedad de fruta y eso, empezó a gustarme... tomamos un café y fuimos a descansar un rato.
A las 19:30 h. decidimos salir a dar un paseo y situarnos un poco. Estábamos muy cansadas.
El tren hacía rato que funcionaba y entre el ruido y la luz que entraba por las enormes ventanas de la habitación, era prácticamente imposible seguir durmiendo. Esta es una de las ventajas que tiene dormir al lado del tren elevado, madrugas! eso nos fue muy bien.
a las 7:30 h. de la mañana. up! una ducha y a desayunar, en el precio del albergue iba el desayuno incluído, pero se olvidaron del café...
En fin, desayunamos y fuimos en busca de una cafetería, a pocos metros del albergue hay un Starbucks, bien! capuchino y a recorrer el Loop según nuestro plan.
Cogimos la calle Wabash con Jackson y dimos con Milennium Park (visitaríamos Milennium Park otro día) nos limitamos a observar y caminar, difícil, pero de lo contrario no seguiríamos nuestro plan, dimos de frente con
" The Bean" una inmensa alubia gigante realizada en plata y que pesa 110 toneladas, es de Anish Kapoor, es espectacular, según como le da el sol los reflejos cambian de una manera espectacular, fotos, fotos, fotos!
Seguimos andando y dimos con el
Jay Pritzker Pavilion el auditorio de Frank Gehry, que se alza 36, 5m. Cogimos información de los conciertos y a las 19:30 h. ya teníamos una primera cita para un concierto de música mejicana.
Seguimos nuestro itinerario por una zona que no iba nadie hasta el final de la Calle Randolph, nos dejamos llevar por los jardines de los edificios de la zona, hasta dar con el río Chicago, muy cerca de Navy Pier , seguimos caminando... a nuestra derecha se levantaba un edificio impresionante
" Chicago Tribune".
continuamos bordeando el río y haciendo fotos!!! desde hacía rato, veíamos un edificio elegante, muy elegante almenos para mí y que además tenía ganas de ver desde hacía mucho tiempo, ya había visto algún reportaje sobre su construcción,
Trump Tower, cuanto más te acercas más bonita es.
( tengo que destacar, que este recorrido a pié, lo hicimos en el sentido contrario al que lo hace todo el mundo) para nosotras es como una tradición.
( esta foto está tomada desde la base, ya que nos acercamos para preguntar si se podía subir a la cafetería, pero está en la planta 16 y no lo hicimos).
Seguimos con nuestro plan y de pronto vimos gente, corriendo, con cara de preocupación, se escucharon explosiones y se veían ráfagas de fuego, edificios derrumbados, coches quemados, autobuses, una desorientación absoluta, algo alucinante y todo esto rodeadas de rascacielos, por un momento pensé que eso, no era posible! a mí, no.
Había un guardia urbano que se me acercó y al ver mi cara de incredulidad, se puso a reir y me dijo " It's a movie" en aquel momento la guardia urbana y la policía, advertían que no pasaba nada y cerraron el paso a los peatones, pero... nos colamos e hicimos algunas fotos... que menos!.
El montaje parecía real...
Después de esta experiencia, buscamos un supermercado y nos compramos una galletas eran las 16:00h. se nos había olvidado comer.
Justo debajo del puente Chicago hay unas cafeterías y bajamos, pero no nos fijamos que estaban haciendo una fiesta privada y de pronto, nos vimos rodeadas de enormes bandejas de comida "hamburguesas gigantes, hot dogs...", globos, niños y un montón de gente ( sureña), para mí fantástico, pero como es lógico, salimos por donde entramos, ya que no nos pareció ético quedarnos sin ser invitadas, aunque algunos turistas le sacaron partido a la "party".
Seguimos andando, hasta dar con Michigan Av. por fin, veíamos gente! llevabámos unas horas en la ciudad y apenas vimos gente, nos estábamos haciendo a la idea de que Chicago era una ciudad que invitaba al descanso. Había un bullicio de gente, comprando desesperadamente, la gente iba cargada con bolsas y bolsas y nosotras, no! había que poner remedio.
Nos pusimos manos a la obra y... a comprar!!!
"donde fueres haz lo que vieres", je,je!
Seguimos andando, con nuestras bolsas...hasta
Hancock Observatoy,
sabíamos que no debíamos subir, pero nos acercamos a buscar información, 69$ costaba la entrada y no hacían distinción entre fin de semana o día laborable. Estábamos informadas, subir a la planta 96 una planta más arriba, que era gratis y podías acceder a la cafetería. Nos pusimos a buscar la entrada correcta, justo en la calle Chestnut, es la entrada al edificio, dijimos que queríamos subir a tomar un refresco a la cafetería y no hubo problema. Al llegar arriba, te acompañan a la cafetería o al restaurante dependiendo, pero nosotras enseguida preguntamos por el baño y nos fuimos al lavabo de señoras. Que vistas!
Después de un buen rato haciendo fotos, fuimos a la cafetería y echamos un vistazo, el día no estaba demasiado despejado y había un poco de neblina, por lo que las fotos no serían buenas del todo, tanteamos el terreno y nos fuimos por donde habíamos venido ( la visita sería otro día, aunque la intención era hacerla por la noche).
Salimos a la calle y fuimos en busca de
Friday's, un restaurante que nos habían aconsejado unas amigas , quedaba a unas tres manzanas de donde estábamos.
Después de comer, nos fuimos a la cita de las 19:30 en Milennium Park.
Para nosotras el primer día, acabó sobre las 21:00h.
7:00h. de la mañana, una ducha y salimos directas a Starbucks a buscar un café, regresamos al albergue Y desayunamos. Ese día tocaba Hy Park, queríamos llegar hasta encontrar la casa de Barack Obama, entre las calles Greenwood y University, queríamos recorrer el barrio. Esto era lo que teníamos claro.
Caminamos hasta la estación de Rossevelt ( linea verde)
Una vista desde el tren.
Nos bajamos en Garfield,
Salimos de la estación y nos encontramos en medio de la nada, una zona que parecía un suburbio y que además ya nos habían advertido que era un barrio de gente de raza negra, que la excepción seríamos nosotras, por lo tanto, no nos venía de nuevo.
Había un grupo de chicos en la calle y les preguntamos por Greenwood Av. por su expresión les gustó que les preguntáramos, según ellos aún teníamos que cruzar el parque, que en realidad es una parte del Campus de la Universidad, esta zona es inmensa, por lo que las distancias son muy largas. Nosotras lo hicimos todo andando, para no perdernos detalle,je,je!
A medida que íbamos avanzando, la zona se volvía más residencial, avenidas muy anchas, casas pareadas con jardín individual, tal y como estamos acostumbrados a ver en las películas americanas, las casas de esta zona estaban echas con el típico ladrillo rojizo, todas iguales, por lo que parece que no cambies de calle.
Un detalle y que en las fotos se refleja perfectamente, casi no nos cruzamos con gente, es curioso, no había gente!
Por fin! llegó nuestra mayor decepción, llegamos a Greenwod Av. justo delante de la casa de la familia Obama, a la izquierda de la foto sale una parte del jardín.
No estaba... al menos ese día...(todo llegará) había mucha policía, unas vallas y un cartel que advertía, no pasar, tomamos unas fotos a escondidas y recorrimos todo el barrio andando hasta la calle 53.
Una señora nos acompañó a la parada de bus, para regresar al Loop y nos hizo coger el 6, así lo hicimos.
Nos bajamos en Michigan Av. al lado de
Grant park.
Buscamos un restaurante para comer algo, ya! encontramos uno que tenía un letrero en catalán " Mercat de la Planxa" allí fuimos, ensalada gigante de espinacas con aguacate, pan con tomate y un súper café. Para que luego digan que en américa no se come bien.
Siesta en Grant park y a seguir la ruta.
Contemplar la ciudad desde diferentes perspectivas es espectacular.
Bakingham Fountaine,[i] el chorro de agua se eleva hasta 45 metros.
Después de hacer un montón de fotos seguimos por la avenida Lake Store Rive hasta llegar a Navi Pier,
pasamos por el puerto, una vez en el parque echamos un vistazo y todo era muy americano, por lo que optamos por comprar souvenirs y subirnos a la noria.
Cuando nos cansamos del parque, fuimos directas a Giordano's par comer un trozo de la estupenda pizza, cogimos la Av. Grant, hasta dar con Av. Michigan al llegar a Giordano's, había tanta cola de gente esperando que desistimos y...seguimos andando, hasta Milennium Park,
asistimos a una sesión de fotos de una pareja de recién casados en "The Crown fountain" atrevidos!!!
descansamos un rato y cenamos muy pronto.
Un día muy agotador.