Día 19 de julio. Partimos hacia Sevilla sobre las 15:30 desde San Fernando (Cádiz). Era mi primer viaje en avión y estaba un poco nervioso e intentaba convencerme de que no iba a pasar nada. tras hora y media de viaje llegamos al aeropuerto, el cual era grandísimo (claro que yo solo estaba acostumbrado a estaciones de trenes no muy grandes). Como llegamos temprano nos tomamos un café y luego fuimos a facturar las maletas. Una vez hecho todo esto, nos dan la primera en la frente: se retrasa el vuelo (Transavia). Es decir que en vez de salir a las 20:20, salimos a las 20:50.
Una vez en el avión, mis nervios se acrecentan, pero por poco tiempo. La peor parte para mí fue el despegue; luego se hizo todo muy facil hasta llegar a París ya de noche. Las maletas llegaron rápido y cogimos el traslado al hotel donde llegamos cerca de las 12 de la noche. Comimos allí un bocadillo y descansamos para levantarnos al día siguiente con fuerzas.
El hotel se llamaba "Bresil Opera" al que nos llevaron tras un fallo que había en el hotel que concertamos: el Carlton. Tenía peor apariencia pero era mucho más céntrico.
Nos levantamos temprano y fuimos a desayunar. El desayuno era algo pobre (tostadas, croasanes, yogures y poco más) y luego nos fuimos a coger el metro y llegar al lugar más emblemático de París: la Torre Eiffel.
Tras caminar por el Campo de Marte y hacernos infinidad de fotos, pagamos las entradas y nos disponemos a subir la torre. Como era el principio del viaje, nos sentíamos con fuerzas de subirla a pie. A mitad de camino ya me estaba arrepintiendo pero seguimos. Nos tomamos un refrigerio en el primer nivel y luego seguimos hasta el segundo, donde me encontré una bolsa llena de recuerdos y souvenirs que alguien había comprado en la tienda de regalos, así que me ahorré un buen pellizco en recuerdos. Por cierto, espléndidas vistas desde este nivel:
Campo de Marte
Los Inválidos
Luego compramos las entradas para subir hasta el pico de la torre (ojo, tienes que comprar unas entradas especiales para ir al pico en ascensor, no sirven las entradas de escaleras). Tras unos 45 minutos de cola, nos toca nuestro turno y subimos en el ascensor a la cima, la cual ofrecía unas vistas increibles.
Tras deleitarnos con las vistas, bajamos la torre (esta vez en ascensor) y nos fuimos a almorzar unos bocadillos que compramos en la misma torre, los cuales estaban bastante bien.
Más tarde fuimos al Museo d'Orsay, un precioso museo tanto por fuera como por dentro,que contenía obras de pintores tan famosos como Van Gogh, Monet, Degas, Cezanne. al que le guste la pintura y la escultura le encantará.
Tras un descanso acudimos al Pont Neuf (uno de los que comunican las islas con la parte sur de París) y nos dimos un paseo en los Vadettes du Pont Neuf, unos barcos de dos pisos (uno cubierto y otro descubierto, recomiendo este último) que te da una vuelta que va desde el mismo pont Neuf hasta la Torre Eiffel y luego desde ahí hasta la Isla de San Luis. Se ven muchos monumentos importantes desde este barco y con unas vistas muy bonitas desde el Sena.
Ya se hacía tarde así que nos fuimos al hotel a descansar.
Este día queríamos dedicarlo a ver el Louvre y el Arco de Triunfo, por este orden, pero al ir al museo había una cola que, sin exagerar, media 1 kilómetro de largo, dando la vuelta a toda la manzana entera (que era grande).
Optamos mejor por ir primero al Arco de Triunfo andando desde el Louvre pasando por los fascinantes Campos Elíseos, con sus decenas de tiendas, su encanto y la gran vista al fondo del Arco.
Una vez allí subimos por unas escaleras de caracol no apta para cardíacos. Encima era estrecha e iban gente tanto hacia arriba como hacia abajo. Ya arriba nos recreamos en las preciosas vistas que ofrecía, con muchas grandes y anchas avenidas que tenían su origen en el propio arco.
Luego visitamos la tienda de recuerdos donde vimos una mujer que accedía a los servicios y se chocaba contra la cristalera. Fue la anécdota de la mañana. Bajamos el peligroso tramo hasta la base del arco y nos fuimos a comer al Mcdonald de los Campos Elíseos, que pese a que estaba lleno de gente, nos sirvieron con rapidez.
Fuimos por fin al Louvre, el famoso museo que esconde grandísimas obras de arte, tanto esculturas como pinturas de maestrs famosos. Había arte egipcio (precioso), griego, y muchos más que os recomiendo muchísimo. La gran Victoria de Samotracia encabezando un tramo de escaleras, cuadros tan famosos como "La Libertad guiando al pueblo", la Mona Lisa (tan pequeño ese cuadro y tanta gente alrededor), etc.
Es un museo que no os vais a arrepentir de visitar y al que, si vuelvo a París, visitaré de nuevo.
Tras esta ajetreada jornada, nos fuimos al hotel a cenar y a descansar.