Llegamos al mediodía a Liverpool, y tras recorrer sus calles y visitar algunos de sus lugares significativos, como el Albert Dock, el Barrio Chino o la Catedral Anglicana, al caer la noche, pudimos disfrutar de algunas pintas en varios pubs de la ciudad. Era la hora del futbol, por lo que todos los pubs se encontraban repletos de hinchas que seguían por televisión el partido del Liverpool. Así pudimos sumergirnos en el ambiente futbolero de la ciudad, compartir la euforia ante los goles y comprobar que la pasión por el fútbol en este país es muy, muy grande.
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Cenamos en el St. John Restaurant, el cual pertenece al Sir Thomas Hotel, muy céntrico, en Sir Thomas St. Pero el restaurante no es exclusivo del hotel, más bien todo lo contrario, es un restaurante público y muy recomendable, con una atractiva estética, unos platos muy sabrosos y muy bien presentados, y donde cenamos muy animadamente, pues simultáneamente en la zona adyacente pudimos disfrutar de música en vivo de gran calidad, y donde la gente, ya bailaba con las copas.
Después de la cena pudimos disfrutar del ambiente festivo del sábado noche, con el añadido de toda la parafernalia de Halloween, con gente disfrazada y fiestas temáticas por todas partes. Para nosotros tocaba la visita a The Cavern, el cual no necesita más presentación. En el mítico Club donde tocaban The Beatles, pudimos disfrutar de unas cervezas, un gran ambiente y música en directo bajo sus características bóvedas.
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Amanecemos en Liverpool, desde donde partimos en dirección Este. Nuestra primera parada es Castle Howard.
Esta mansión situada a 40 km al norte de York es una de las mansiones señoriales más imponentes de Inglaterra. Recorrer sus habitaciones, el Grand Hall, admirar su cúpula, sus jardines, la fuente de Atlas o su bosque aledaño es una experiencia evocadora de tiempos pasados y personajes aristocráticos. Como previamente habíamos visto la película Retorno a Brideshead, la visita se disfrutó mucho más, pues esta mansión fue utilizada en el rodaje, y algunas de las zonas visitadas tienen un gran protagonismo en la película, así como en la miniserie realizada en los años 80.
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Tras esta visita nos trasladamos a Whitby, en la costa este. Para llegar a esta población atravesamos el Parque Nacional North York Moors. Esta zona forma un impresionante paisaje de colinas onduladas, cubiertas por un mar de brezo color ocre que se extiende en la lejanía a ambos lados de la carretera.
Whitby es una atractiva población pesquera, en la costa este, en la desembocadura del Río Esk. Sobre la colina, tras subir los 199 escalones desde los muelles, se encuentran las magníficas ruinas de la Abadía de St. Hilda que coronan la ciudad, junto con el cementerio y la iglesia de St Mary, en cuya construcción utilizaron la piedra procedente del desmantelamiento de la abadía.
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La panorámica de la ciudad y su puerto desde este mirador es espectacular, acompañada por el sonido de las gaviotas y los que provienen de la actividad de los muelles.
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Esta ciudad destaca además por haber servido de inspiración a Bram Stoker para su novela Drácula, por lo que los lugares visitados son fácilmente reconocibles en la novela. Este es el motivo que lleva a la celebración dos veces el año del Whitby Gothic Weekend, que congrega a integrantes de la cultura gótica de todo el mundo.
Nuestra visita coincidió con el Bram Stoker International Film Festival, lo que hizo que la ciudad estuviera muy animada, plagada de gente ataviada en consonancia con el estilo decimonónico de la novela de Bram Stoker. Levitas de terciopelo, capas, sombreros de copa, vestidos de época para ellas e incluso familias al completo ataviadas al estilo de la época hicieron de ésta una visita muy especial. Para reponer fuerzas, aprovechamos para entrar en uno de los acogedores cafés de la zona, el Marie Antoniette’s de Church Street, y reponer fuerzas tomando el té de las cinco acompañados de unos deliciosos pasteles caseros.
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Tras esta visita a Whitby, camino de vuelta y alojamiento en Leeds. Para cenar en esta ciudad, nada mejor que el tradicional pub, con su amplia oferta de cervezas. También hay restaurantes de diversos tipos y de cocina internacional, pero nosotros nos decantamos por los establecimientos genuinos del lugar. En este par de días en Leeds visitamos algunos de los pubs existentes en Boar Lane y alrededores, siendo nuestro favorito The Scarbrough Hotel (sí, es un pub), frente a la estación de tren.
Nuestro alojamiento en Leeds fue en el Discovery Inn, también frente a la estación, en Bishopgate St. Un hotel muy recomendable si lo único que se pretende es pasar la noche, sin muchas pretensiones, muy bien situado y de precio inmejorable.