A falta de 15 días para el viaje por las Repúblicas Bálticas ya podía decir ... (y no me atrevía ni a escribirlo) que lo teníamos todo preparado y listo para emprender el viaje. Es cierto que siempre quedan dudas y cosas que no consigues encontrar o que todavía no se han planteado porque siempre quedan las dudas y preguntas de última hora.
De todos los viajes que he preparado hasta ahora quizá este sea el que más complicado me ha resultado por varios motivos. Uno de ellos es el echo de que existe poca información sobre el destino y otra porque nunca se me había planteado la situación de tener que preparar un viaje en el que están incluidas 5 ciudades. Es verdad que estas ciudades no son muy grandes y eso lo salva en parte porque sino es como para volverse loco. Otra de las razones es que no me había planteado prepararlo. Desde el día que decidimos que este sería el viaje de invierno y que conseguimos tener todos los vuelos en nuestras manos yo también decidí que este viaje no lo prepararía y que lo dejaría todo en manos de Rubén. Nunca había ido a un viaje sin preparar y me apetecía no hacer nada, llegar al destino y que alguien me explicara que era lo que había que ver y a donde íbamos a ir. Peeeeero.... no fui capaz de mantenerme al margen. Por esa razón también empecé muy tarde a leer y a buscar información y el tiempo se me echaba encima. Empecé poco a poco, con intención únicamente de hacer Mis Mapas y os aseguro que empecé solo con eso, pero poco a poco me entró el gusanillo, empecé a leer y a buscar información y más que nada porque para configurar los mapas necesitaba saber los puntos de interés y tener información y como información no hay mucha... pues buscando, buscando y buscando me fui metiendo más y más en el tema y en la preparación y ya no pude parar.
Bueno pues este viaje comienza sin saber realmente a donde íbamos a ir, aunque como todo estaba en manos de Rubén y él (que yo lo se) tenía mucho interés en ir a las Capitales Bálticas pues empezamos a buscar destinos y vuelos en plan Low Cost (este año ya no podíamos viajar en ningún otro modo que no fuera este). Pero buscar un vuelo Low Cost no resultó del todo fácil y sino que se lo pregunten a Rubén. El día que me envió la tabla en Excel con las posibles combinaciones de vuelos y todos los costes casi me muero. Vamos mi reacción inmediata fue cerrarla porque si me parecía una locura la tabla no me quiero imaginar la locura que tenía que haber sido prepararla.
Así que después de muchos agobios y muchas búsquedas de vuelos sin solución, en la mañana de un Domingo recibo una llamada en la que Rubén, pletórico, me dice que ya lo ha encontrado. Así que ya teníamos vuelos y la combinación era la siguiente: Madrid-Bergamo (Italia), Bérgamo-Vilnius (Lituania), Tallin (Estonia) - Londres y Londres- Origen.
Menudo tour, no?
A continuación quedaban los cambios de ciudad. Para ir de una ciudad a otra decidimos utilizar el autobús (nos evitábamos todo el tema de los aeropuertos y además... nos salía más barato). El utilizar el autobús también nos permitía viajar de noche, y de noche en estas ciudades y en esta época es ya a las 4 de la tarde así que cogimos los autobuses para las 6 con lo que nos permitía además no llegar muy tarde a las ciudades de destino.
Viajamos con Luxexpres tanto entre Vilnius y Riga, como entre Riga y Tallin. La duración de los trayectos es de unas 4 horas entre Vilnius y Riga y de 4 y media entre Riga y Tallin.
Como teníamos 3 días completos en Tallin y Tallin no es una ciudad muy grande disponíamos de tiempo suficiente para hacer una incursión en Finlandia. Así que nos vamos a Helsinki en ferry desde Tallin. Cogemos el billete con la compañía Tallink Silja para el último día de viaje, saliendo muy temprano por la mañana y con vuelta por la noche con lo que conseguíamos un día entero en Helsinki. Ojo con estas páginas de estos paises a la hora de reservar porque en muchos casos y nos pasó en la página de Tallink si reservas con el idioma en Estonio pues es más barato que si la pones en inglés o en español. De esta manera nos ahorramos 8 euros.
A parte de estas 4 ciudades nos quedaba una escala de casi 12 horas en Bérgamo (Italia) cuyo aeropuerto está muy cerca de la ciudad, así que también teníamos la opción de visitarla. El aeropuerto de Bérgamo tiene taquillas para dejar las maletas y la ciudad dispone de un gran invento, un ticket de turista válido para 24 horas que te incluye todos los transportes públicos, incluidos los funiculares y el trasporte del aeropuerto a la ciudad por solo 3.50 euros. Por cierto, envié un correo electrónico a la oficina de turismo de la ciudad y me enviaron una miniguía en español (con un formato similar a las guías del País Aguilar) y varios planos y documentación. La dirección del correo electrónico es turismo1@comune.bg.it.
Viernes, 2 de Diciembre de 2011
Por fin había llegado el día. Después de unas semanas en las que ya se me hacía laaaaarga la espera, por fin llegó el día en el que partíamos al que sería el último viaje del año. Como ya he comentado anteriormente este viaje llegué a prepararlo con muy poco tiempo así que partía con la sensación de que me dejaba muchas cosas en el tintero pero me daba igual, quería disfrutar de unas Navidades frías y unas Navidades blancas (aún no sabía lo que me iba a esperar).
El día antes había preparado la maleta. Me costó un trabajo grandisimo porque esta vez tenía que ir solo con el equipaje de mano (juro que es la última vez que viajo con equipaje de mano en un viaje de invierno!!! primera y última vez!!!). Así que abrí la maleta, me senté ante ella y medité. No sabía que meter así que a lo justito, contando todo sin que sobrara nada. Metí lo justo, lo apreté todo bien y la cámara y el objetivo en el medio, bien asegurado todo. Y al final sobraba hueco y todo.
El viernes tenía que trabajar así que dejo todo preparado y me voy al trabajo. Pero como mi trabajo es así de imprevisible, a las 9 me entero que tengo que salir de la oficina así que no se que hacer. Entre ir, volver, no me da tiempo, no me da tiempo.... así que decido dejar todo cerrado en la empresa y ya no volver. Así que tengo todavía tiempo para pasear y disfrutar de mi primer día de vacaciones. Quien me lo iba a decir, empezaba las vacaciones antes de tiempo.
A las 3 de la tarde nos vamos a la estación de autobuses y por fin sentados y acomodados emprendemos rumbo a Madrid. Llegamos a las 9 de la noche, pero entre cenar, coger el metro, ir al aeropuerto, esperar el autobús del hotel, cuando llegamos a la habitación eran ya las 12 de la noche y a las 4 de la mañana cogíamos el autobús otra vez al aeropuerto. El hecho de hacer parada en Madrid venía de que al día siguiente muy temprano salia el vuelo en dirección a Bérgamo (Milán) pero si llegamos a saber que dormiríamos 3 horas y media casi que no pago el hotel. Bueno, la recompensa del día fue que nos dieron una habitación superior (aunque para lo que la aprovechamos). Hasta el chico del transporte al aeropuerto nos dijo que poco tiempo habíamos estado. Al menos dormimos un rato y nos duchamos para ir bien despejados.
Hotel Tach By Clements: