Este viaje lo organizamos todo nosotros, eso sí, con mucho tiempo, ya que reservamos los billetes de avión de la ida y la vuelta, y los hoteles de toda la estancia, a principios de Febrero, para viajar en Agosto.
Transporte:
Nuestro plan fue ir de mochileros, habiendo reservado el alojamiento ya con antelación, pero fuimos cogiendo los trenes y ferrys conforme llegábamos a los sitios.
Sobre todo para los ferrys no tardéis en cogerlos, ya que se llenan pronto, nosotros tuvimos que adaptarnos a las horas que quedaban.
VISITAS:
Fueron un total de 19 días de viaje en los cuales visitamos:
-ESTAMBUL
-METEORA
-ATENAS
-SANTORINI
-PAROS
-MIKONOS
-NAXOS
Dinero:
Para Grecia os aconsejo que llevéis dinero en metálico, ya que a nosotros en muchos sitios no nos dejaron pagar con tarjeta, y tuvimos que sacar durante el viaje, lo que nos ocasionó unas comisiones desorbitadas.
No consigo subir las fotos por lo que podéis entrar en mi blog, donde las voy subiendo:
[editado moderador]
Una vez hechas las maletas no despedimos de nuestras familias para poner rumbo a Estambul. El viaje fue muy largo pero barato!
En Pamplona cogimos un bus para Hendaya, donde tomamos el “petit déjeuner” y pusimos rumbo a Burdeos en tren, que salía a las 10h30. En Burdeos cogimos un vuelo a Basel, donde esperamos unas horitas hasta que salió nuestro avión a Estambul. Llegamos a 2h de la mañana (hora local, 2 horas menos en España)
Tuvimos algún problemilla con el visado y las maletas, pero nada grave. Cogimos un taxi (40euros) hasta llegar al hotel (se llamaba IDA), al cual llegamos a las 3h30. Pero estabamos contentos por que después de tanto tiempo ya había empezado nuestro viaje.
Abrimos los ojos gracias al amable sonido del despertador
, pues sólo llevábamos dormidos 5 horas (y además cuando amaneció oímos las oraciones que ponen en altavoces, era el Ramadán)
Tras las cortinas, el Bósforo nos seducía con su asfixiante calor. Mientras desayunábamos nos dimos cuenta lo duro que iban a ser estos días en estas calurosas tierras. El “desayuno turco” no nos gustó nada.
Empezamos a visitar Estambul, como no podía ser de otra forma, por las dos gran mezquitas, la mezquita azul y la mezquita santa Sofía, cada una más espectacular que la anterior.
En la mezquita azul nos tuvimos que descalzar, y por si no hiciera suficiente calor, también me tuve que poner una chaqueta (ya que las mujeres tienen que entrar tapaditas)
Tras las visitas cogimos fuerzas en un restaurante y callejeamos el resto de la tarde.
Estuvimos en el bazar de las especias, donde olía muy bien, pero tampoco había tantas especias como yo me imaginaba que iba a haber.
Y también conocimos el “Gran Bazar”, donde relucimos nuestro noble arte del regateo. Hicimos las compras oportunas, y casi sin darnos cuenta se puso el sol.
Llegamos baldados al hotel, tanto que nos dormimos un rato. Al despertar sólo quedaba tiempo de cenar y volver a la cama.