Este día era el de los más esperados. Otra vez pequeño madrugón y a las 9 ya estábamos allí ya que teníamos el permiso para subir al cráter de 9 a 11. Además hay que ir pronto, porque luego se forman unas colas para subir al teleférico (25€ por persona) impresionantes.
En fin, fue una pasada, daba muchísima impresión estar arriba del todo, sentir el olor a azufre y ver cómo salía humo de la tierra. Hay que ir y experimentarlo por uno mismo.
Después de bajar con el teleférico fuimos a "Los Roques", un paisaje rocoso curioso donde se pueden hacer fotos muy chulas.
Luego bajamos y fuimos a comer a "El Monasterio", es un recinto donde hay varios restaurantes con distintas especialidades y una pequeña granja con gallinas, patos, conejos... comimos en "San Pedro" unas sardinas y puntas de solomillo para compartir y la bebida 30€. Después el café nos lo tomamos en "El Mirador" también dentro del mismo recinto, todo riquísimo y a muy buen precio.
Por la tarde vuelta al hotel, para hacer un circuito de.. Spa!! y masaje incluido que nos lo habíamos ganado.