02/06/11
07:15 suena el despertador, pero qué dura es la vida del turista!!!, salimos de casa a las 8 de la mañana sin desayunar, ya tomaremos algo por el camino y nos vamos caminando hasta llegar al Vaticano, según llegamos a la Piazza de San Pietro, nos vamos a la derecha, ya la admiraremos más tarde, aunque no puedo evitar hacer alguna foto porque no hay mucha gente y luego cuando salgamos habrá demasiada. Antes de llegar nos compramos algo para desayunar (1 donut de chocolate, 1 croissant rellenos de mermelada y para él un bollo relleno de chocolate: 7,50). Nos lo vamos comiendo por el camino y llegamos hasta allí viendo una cola impresionante, pero nosotros llevamos los tickets ya comprados, así que adelantamos muchísimo y entramos directamente sin esperar nada de cola. Nada más entrar vamos a la Capilla Sixtina y aunque no se pueda hacer fotos, se nos escapa la cámara sin querer, dice que cómo no va a fotografiar tanta belleza, nos quedamos admirando un buen rato ese arte, intentando comprender como pudo pintar esa maravilla, además no hay apenas gente así que lo aprovechamos todavía más. Seguimos el camino, pero enseguida encontramos la salida y supuestamente no podemos darnos la vuelta, tenemos que continuar, o eso nos dice el vigilante, le debimos de dar pena y nos dejó salir por otra puerta que comunicaba al principio del Museo, luego nos dimos cuenta, que podíamos haber vuelto al principio en la salida…
Una vez en el principio empezamos a ver el Museo con más calma y volvemos a pasar y a admirar la Capilla, aunque esta vez con mucha más gente.
Al salir nos vamos a ver la Basílica, hay una cola bastante larga para pasar los detectores, pero la verdad es que se hace rápida, no tardamos nada en entrar. Dentro, llegamos a ver la Piedad a base de empujones, casi no se puede ni andar, nos dejamos llevar por la gente, hacemos fotos lo más rápido posible y empujados llegamos a la tumba de Juan Pablo II, y ahí sí que es casi imposible sacar una foto, te empujan por todos lados, los vigilantes te meten prisa para que no te pares, un agobio impresionante. Después de dar una vuelta viendo la Basílica, lo que se puede ver de ella, porque yo recuerdo que las dos veces que he estado, se podía visitar entera, pero ahora lo tienen acotado.
Salimos a la Plaza, la primera vez que fui recuerdo que se me pusieron los pelos de punta, al ver la plaza, supongo que esta vez al verla llena de sillas y vallas desluce bastante y no me impresionó tanto.
Después de descansar un rato en las escaleras laterales fuimos a fotografiar el Castello de Sant Angelo y bajamos hasta el Campo di Fiori a comer, aunque tuvimos que parar por el camino a comprar un paquete de tiritas y para las ampollas, y para que el maridin se refrescase con una Peroni (3,50€)
Comimos en Campo di Fiori, en un restaurante en la Plaza, que se llama Magnolia: 1 bruschetta pomodoro, spaghetti al ragú, lasagna al forno, agua pequeña, 2 jarras grandes de cerveza: 36 €
De vuelta a casa nos tomamos unos helados en Blue Ice, nutella y leche merengada, y melón y sandía: 5€
En casa nos cambiamos las zapatillas, descansamos un rato, porque para ser el segundo día ya estamos machacados.
Una vez repuestos, damos una vuelta por el barrio buscando donde cenar, buscamos una trattoria tradicional que recomendaban en la guía, pero después de llegar allí, no estaba, terminamos cenando al lado de casa: Trattoria della Scala: 1 bruschetta al pomodoro, 1 saltimbocca, 1 patatas fritas, 1 pizza capricciosa, 1 agua pequeña, 2 cervezs, 1 coulant de chocolate: 42€
Total recorrido: 8,2 km