Hoy toca crucero por las islas que componen el resto del archipielago maltés.
Para ello nos untamos de crema solar de la buena y nos fuimos hasta Sliema Ferries (parada de autobús) disfrutando de la lentitud de los transportes y la exasperante conducción de los malteses. Echamos cerca de 50mins para recorrer los escasos 15kms de distancia.
Una vez que llegamos a Sliema, nos asaltaron los vendedores pero nosotros ibamos con una idea fija que nos habian recomendado, Luzzu Cruises. Por 35€ por persona, haciamos el crucero a Gozo, visita por la isla en autobús, visita a la laguna azul en Comino y de vuelta a Sliema visitando varias grutas de la isla. Y de regalo nos daban el crucerito por los puertos de La Valetta. Aparte de eso al tratar con el vendedor, que posteriormente iba a ser nuestro capitán, me hizo confiar en él. Nos salió bien la jugada...
Salimos costeando toda la isla maltesa, mar en calma como un plato de sopa y disfrutando de la superpoblacion de la isla ya que casi toda la población se concentra en la costa norte de la isla. Aun asi, la combinacion de luz, sol, azul y amarillo hace destacar al paisaje. Llegar a Gozo nos lleva una horita y media de plácida travesía y una vez atracados, el capitan elegantemente nos indicó que habia plazas libres en el safari Jeep y que nos acoplaramos. Una suerte de Upgrading. O eso quiero pensar... En teoria el recorrido en Jeep abarcaba lo mismo que el autobus y alguna cosa más.
Echandole un poco de morro nos subimos al carro aquel y nos dejamos llevar por un simpatico vejete que era el conductor pero cuyas dotes de conducción eran como máximo escasas y su atención difusa. La sensación obtenida en el tour es que todo pasaba muy deprisa, los acantilados, las vistas, los muros, los campos, las iglesias, los caminos, los pueblos, las calas, las plazas, las playas, las carreteras y todo comienza de nuevo. Recorrimos toda la isla con su bellezas naturales, La ventana azul, el mar interior, es posible que vieramos Ta' Pinnu aunque se me pasa entre las miles de iglesias de la isla, la roca Hongo, la cantera y Victoria con su ciudadela. Fueron 3h aproximadamente de recorrido por la isla bien aprovechados y una vez de vuelta al barco, en 10min estabamos en la Laguna Azul.
La laguna azul (Blue Lagoon) es precisamente eso, una fantastica piscina natural azul cielo, cristalino, límpido y brillante. Y nada más que eso. Casi no hay arena donde apoyarse y es fácil que haya 8 o 10 cruceros con su correspondiente cargamento ocupando toda la isla. Eso le quita bastante romanticismo al lugar pero aun así lo disfrutamos como enanos, obviando incluso hasta las medusas que circulaban tranquilamente por la laguna, que dicho sea de paso, debe ser el unico tramo con marea, resaca o corriente en toda la isla. Tienen hasta los tipicos chiringuitos de verano para malcomer pero los precios no son abusivos como podrian serlo en España, algo de lo que trataremos más adelante. A la vuelta, pasamos por distintas cuevas a cual más bonita. Nuestro barco creo que era el único que podria hacer ese recorrido ya que tenia el tamaño adecuado para entrar y salir de dichas cuevas. Tras otra hora de crucero bajo el inclemente sol llegamos finalmente al puerto donde desembarcamos y nos dedicamos a dar vueltas por los alrededores del puerto, que aparte de un par de Pastizzerias con la afamada y con justicia Pastizzi, no hay mas que destacar ya que son iguales a cualquier zona turística del mediterraneo... Maldito turismo de masas...