Amanece y huele a pan recién hecho.
Tras el suculento desayuno nos dirigimos a la Cité para hacer la visita del castillo y la muralla (8€ por persona y horario de verano de 10,00h a 18.30h).
Son interesantes las explicaciones del guía (hay en español) porque de otra forma solo veríais un bonito castillo escenario de muchas películas (Robin Hood de Kevin Costner p.e.)
A finales del siglo XIX el arquitecto Viollet-le Duc, famoso por haber restaurado Nôtre-Dame de París, fue el encargado de la reconstrucción de la ciudad.
La polémica vino por su interpretación de las torres y pináculos que culminó en formas cónicas cuando en estas latitudes lo habitual son terrazas almenadas. Por otro lado utilizó pizarra en su recubrimiento en lugar de teja.
De todos modos la ciudad recobró su aspecto medieval.
Un foso profundo rodea el castillo para impedir el acceso de arietes y demás máquinas de guerra y una barbacana semicircular adelantaba la defensa con un voladizo agujereado desde donde se podía vigilar y hostigar al enemigo.
La visita nos lleva por el camino de ronda, un pasillo estrecho sobre la muralla que comunicaba los puntos de defensa y que en algunos tramos está protegido por una estructura de madera para proteger a los centinelas.
Casi dos horas hemos tardado en recorrerlo todo, entreteniéndonos en cada escultura y fotografiando cada rincón.
Estamos en Mayo y los colores de la primavera realzan más, si cabe, la belleza de esta ciudad.
Haremos una parada para comer y tomar algo y para que mi amiga descanse su embarazo de 7 meses.
El día soleado acompaña nuestro almuerzo en un pequeño bar con terraza.
Toda la tarde estuvimos paseando por la Cité (ciudadela en español) conociendo la basílica de Saint Nazaire que como muchas iglesias de la época empezó siendo románica y acabó apuntando al gótico.
Lo que es la ciudad extra-muros tiene poco que ver, si acaso alguna iglesia o palacete, pero sólo si sois fanáticos de la arquitectura. Esta zona se conoce como Bastide de Saint Louis y se comunica con la Cité por el puente viejo.
Algunos os preguntaréis quienes eran los cátaros y en qué consistía esa herejía. Eso lo explicaremos un poco en la etapa de los castillos, sólo os adelanto que más allá de la religión hay siempre intereses político-económicos.
El Papa Inocencio III dio permiso al rey de Francia a expulsar al conde de Toulouse, que había abrazado la fe cátara, de sus tierras para dárselas a los buenos católicos.
Murió mucha gente, sólo en Beziers 30.000 personas cuando el legado papal pronunció la terrible frase "Matadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos" y toda la población fue asesinada sin ningún tipo de distinción.
Pero no todo su pasado es siniestro. En estas tierras occitanas nació la poesía trovadoresca.
A medio camino entre la crítica social y el amor, sus poesías y canciones simples y pegadizas fueron extendiéndose por las cortes medievales. Es fácil imaginar las fiestas y el ambiente liberal que reinaba en la corte, el escenario perfecto para que triunfara la llamada herejía cátara.
Vamos a buscar un sitio sencillo para cenar y nos acostaremos pronto, que mañana madrugaremos más para visitar alguno de los castillos de los alrededores.
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