Lo he dividido en dos días, por verlo todo mas tranquilamente y sin prisas.
El primer día fuímos a visitar Ferragudo, precioso pueblo con casitas de colores dedicado al mar, me dí un paseo por el muelle. Hay bastantes restaurantes y están haciendo sardinas a la brasa en la orilla del río Arade. De pronto me apetecen sardinas.
Todos los restaurantes llenos, porque se acercaba la hora de comer, y no me preguntes por qué me metí en uno que estaba vacío, quizá me llamó la atención la terraza y pensé que estaría tranquila con Bruno. Sin gente, que siempre alguno protesta por el perrito y tan agusto que estábamos, me atendió una señora encantadora .
Pedí ensalada de sardina, en la foto tenía buena pinta (6 euros) y la bebida. Tras un rato largo, me trajo la ensalada la señora tan amable, y sorpresa!
Me fuí tras dar un paseo por el pueblo que es pequeñito y precioso, camino hacia Portimão, una ciudad que lo más bonito y turístico que tiene son sus playas enormes.
Primero fuí a Alvor, y ale, cartelón en la entrada prohibiendo perros, me llamó la atención una cosa.. ponía " Perros no, defiende tu salud " y sin embargo pude ver colillas, paquetes de tabaco tirados en la arena y hasta botellas de cristal. Es curioso el ser humano.
Me fuí a Praia da Rocha a dar un paseo, es la playa más famosa de Portimão. La particularidad yo creo que es la magnitud que tiene, y su arena blanca. Bruno tenía calor así que le dí un baño ante la mirada de todos y sin importarme demasiado lo que pudieran decirme, pues la salud de mi perro es mas importante que cualquier multa que pueda caerme eso está claro, y son propensos estos perros a los golpes de calor.
Ya fresquitos en el paseo marítimo me tomé un té con hielo.
Y de allí al alojamiento de nuevo, cervecita, piscina, libro, playa con Bruno y relax.
Estoy a favor de los perros en la playa, y en contra de los dueños que dejan que hagan caca y no lo recogen o que dejen q molesten a la gente sin ningún control, ya que nos perjudican a todos, al igual que me molesta muchísimo que la gente ensucie las playas con cigarros, latas, bolsas o lo que sea, prefiero la caca de un perro si cabe que al menos se biodegrada antes. Aprovecho este diario para pedir por favor que dejéis la playa como si no hubieseis estado en ella. Es muy desagradable ir pisando las colillas o ir con el miedo de cortarte con un cristal y no cuesta nada tirarlo a la basura
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