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ALREDEDORES DE OLOMOUC:
EL MORAVA Y PODEBRADY
ALREDEDORES DE OLOMOUC:
EL MORAVA Y PODEBRADY
Sábado, 27 de Septiembre por la tarde
Al ver que los centros turísticos comenzaban a cerrar y a no admitir visitas, decidí cambiar de tercio y darme un paseo en bicicleta siguiendo el curso del rio Morava por lo que yo creía que era el comienzo del Parque Natural de Litovelske Pomoravi (luego descubrí que esa parte no lo es) hasta llegar a Podebrady (a donde se puede ir también en el bus Num 18) que es algo así como el lugar de esparcimiento de los habitantes de Olomouc, ya que aquí, a unos 8 kms del centro de la ciudad hay un lago y alguna playita. Comencé el recorrido pedaleando junto al rio por un parquecito que rodea la muralla donde se encuentra la Catedral y el antiguo castillo, pero hubo un momento que no pude seguirlo más, me tuve que meter en la carretera hasta llegar a un cruce, donde tuve que pedir ayuda pidiendo direcciones. Un tío muy majo me acompañó andando hasta una bocacalle donde comenzaba un camino para bicis y peatones por el cual reencontraría el río y no me separaría de él hasta llegar al lago.
Por el río Morava
Al cabo de unos 5 kms tuve un contratiempo: Un pinchazo
Ahí estaba yo infla que te infla, cuando una pareja que estaba sentada cerca vino donde mí: Ella hablaba algo de inglés, él sólo checo:
-"¿Necesitas ayuda?"
-"Pues bueno... Estoy inflando la rueda, pero es inútil porque está pinchada y el aire sale rápidamente"
-"Déjame probar.... Uyyy, si... " Entonces ella me preguntó:
- "¿Tienes 50 coronas?" (unos 2€)... Estaba yo tan liado que ni le pregunté para qué. Simplemente se las dí y proseguí infla que te infla con la ayuda del chico.... cuando de repente ella salío del barracón de las bebidas con ...... ¡Oh, sorpresa !.... Síííí: Un kit de reparación de ruedas de bicicleta de la Señorita Pepis (que en el dialecto checo de la región de Haná se dice "Señoŕyttha Pepyýsźsz") El lo cogió y me dijo con gestos: "Yo me encargo" y ella me dijo "Pídete una cerveza. Relájate y siéntate en el banco con nosotros mientras Peter arregla el pinchazo"
- "Cómo no y tamblén os saco algo a vosotros" Ella me dijo "Yo estoy servida, señalando su cerveza" y el me dijo "Sácame una de ron" Faltaría más...
Fue entonces cuando estuve a punto de cometer el gran error de tener un arrebato bilbaíno y gritar "¡¡ Invito a una ronda a todos los aquí presentes !!" pero la Divina Providencia me ayudó otra vez reprimiendo mi natural instinto y no lo hice, pues lo hubiesen considerado excesivo
- ¿De dónde eres y que te trae por Olomouc?
- Pues aquí ando de visita y bla bla bla...
Ella me contó que ese sábado por la mañana había habido una maratón por los senderos de los alrededores del Morava y Podebrady y habían ido desde la mañana a animar a los participantes y que ya se sabe que en esto de dar ánimos la bebida es muy importante
- No nos hemos presentado. Yo me llamo Gabriel, vivo en Londres y trabajo en "Aburralia Ltd"
- Él es Peter y yo soy Lenka
Él había pedido un tupper con agua y, una vez parcheado el agujero, pasó el tubo de la rueda por el recipiente con agua para comprobar si salían burbujitas de otro posible pinchazo. Fue entonces cuando se sumaron a nuestra mesa unos amigos de ellos, que no hablaban inglés pero sí italiano. Me estuvieron explicando como ir a Podebrady desde ahí: Todo recto y en el puente cruzar el rio y seguir durante 3 kms. Siguió viniendo más gente, todos del vecindario. Me dijeron a ver si me quería tomar otra birra. Con un par de cervecitas más seguro que me hacen miembro ibérico honorario de la chupipandi de la región de Haná... pero decidí no hacerlo, porque si comienzo a beber puedo terminar cantando jotas junto al río o, aun peor: dentro del río con la bici. Simplemente no procede, así que una vez arreglada la rueda, dando las gracias, me despedí de ellos. Una gente muy maja.
Proseguí con mi paseo. La tarde era soleada y agradable y el Morava presentaba estampas fabulosas:
Al final conseguí llegar. En Podebrady comenzaba a caer la tarde
Así que, una vez visitada y explorada la zona, emprendí el camino de vuelta a Olomouc
Llegué a la ciudad, a algún punto del cinturón residencial que rodea al centro histórico, pero es fácil orientarte porque tarde o temprano verás las tres cúpulas de la Iglesia de San Miguel, que está situada en el centro y por lo tanto te marcan la dirección a serguir. Muy pronto ví carteles señalándome el camino hacia la estación (Hlavni Nadrazi) a donde tenía que ir para devolver la bici, cosa que hice a eso de las 8 de la tarde. Hice el papeleo pertinente y me dieron el dinero del depósito.
Cogí el tranvía número 1 y me bajé en la parada de Trznice para ir a la Dolni Namesti, que se encuentra a 5 minutos a pie. Comprobé y confirmé de nuevo que el Hanácká Hospoda estaba cerrado y sin más demora me fui a un restaurante cercano, ya que estaba un poco cansado, en la misma plaza, muy grande, decorado con mil cachivaches, en plan anticuario, muy bonito, donde servían comida italiana. Como véis no me compliqué mucho la vida con la elección de sitios donde comer. No soy precisamente un gourmet. La comida morava es muy parecida a la polaca: Está basada en sopas y cocidos. Se come mucha carne y casi siempre acompañada de berza. Yo, aunque no hago ascos a nada, tengo un gusto más mediterráneo... y sobre todo vasco. En ningún lugar se come como en Euskadi. Y en cuanto a bebidas pues lo mismo: A mí me encanta el vino y el del Sur de Moravia tiene mucha fama. De hecho en Olomouc ví muchas "Vinotecas". Además el vino tinto de aquí se produce con un tipo de uva específico de la región llamada Svatovavřinecké o uva de San Lorenzo, así que es un vino con toque peculiar. Pero a mí, que he estado andando en bici de aquí para allá todo el día, el cuerpo me pedía bebidas refrescantes: Agua o cerveza. Así que tengo que decir que en cuanto a vinos se refiere, tengo una buena excusa para volver a Moravia
La cena me costó unas 250 coronas (alrededor de los 10 €). El restaurante se llama U Červeného volka, en la Dolni Namesti. No tiene pérdida. Cuando terminé de cenar, me dí otra vuelta por ambas plazas para hacer unas cuantas fotos nocturnas, antes de irme a mi humilde pensioncilla, que también se encuentra muy cerca de ahí.
La Columna de la Trinidad, en la Horni Namesti