Bariloche : Circuito Chico, Isla Victoria y Bosque de los Arrayanes
Temprano por la mañana (sobre las 8h30), el minibus con el que íbamos a hacer el circuito chico nos recogió delante de nuestro hostal. Lo primero que hacen es presentarte el fotógrafo, que te explica su trabajo y te pregunta si quieres sus servicios. Nosotros al tener nuestra cámara de foto, no nos interesó.
Después de recoger a todo el mundo, empezó la visita panorámica desde el minibus. La guía nos describió lo que veíamos, hasta llegar al cerro campanario. Allí, subimos con la telesilla, tuvimos que pagar 25 $ por personas ya que el camino de subida a pie estaba bloqueado por la nieve. La verdad es que las vistas desde allí son preciosas, se pueden ver todos los lagos que hay alrededor (Lago Nahuel Huapi, Lago Moreno, Lago Gutiérrez, etc...). Subir allí vale la pena. Además tuvimos la suerte de ver varios cóndores.
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Telesilla para subir al cerro campanario
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Vistas desde el Cerro Campanario
Después de la bajada, el minibus nos llevó a una tienda donde vendían aceite de rosa (supongo que la guía tenía sus comisiones, porque no se porque paramos allí, no era previsto en el circuito). Finalmente nos paramos en un punto desde donde podíamos ver el lago Nahuel Huapi, el hotel Llao-Llao, la isla victoria, el parque natural de Arrayanes, etc....
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Vistas panorámicas
Luego seguimos el circuito con el minibus hasta Puerto Pañuelo donde bajamos los que seguíamos con la excursión a la isla Victoria y el bosque de Arrayanes. Los demás volvían a Bariloche.
Mi impresión sobre el circuito Chico con una agencia no me gustó mucho porque casi no bajamos del minibus. A mi me gusta tomar mi tiempo para ver las cosas. En verano se puede hacer el circuito por libre por colectivo (en invierno no porque hay una parte sin servicio en invierno). Tampoco queríamos alquilar un coche solo para este circuito. Si lo podéis hacer por vuestra cuenta, os lo aconsejo, las vistas son preciosas.
Ya que nos sobraba tiempo antes de subir al barco, fuimos a visitar el famoso hotel Llao-Llao, no tuvimos ningún problema para entrar. Es muy lujoso. Las vistas desde allí también valen la pena.
Luego bajamos de nuevo y fuimos a visitar la capilla San Eduardo, una capilla hecha de madera, muy bonita.
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Capilla San Eduardo
Finalmente volvimos al embarcadero y fuimos a pagar los 20$ de entrada al parque nacional. A las 13h30 salió el barco para el bosque de arrayanes. El barco tiene bancos y mesas, así que se puede uno llevar comida y comer durante el trayecto.
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El Barco
Después de una hora de navegación llegamos a la Península de Quetrihue. Desembarcamos y nos dejaron 1 hora para recorrer el circuito a través del bosque. La verdad es que esos árboles son impresionantes, con un color canela muy intenso. No los había visto nunca. Al final del circuito se llega a una casita de madera : la casita del bosque. Dicen que Walt Disney se inspiró de estos árboles para hacer "Bambi" y llaman esa casa la casa de Walt Disney.
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El bosque de Arrayanes
Finalmente embarcamos de nuevo pero esta vez para dirigirnos hasta la Isla Victoria. Esa isla ha sido declarada reserva de la biosfera en 2005. Desembarcando en puerto Anchorena, realizamos una visita guiada a través el vivero de coníferas y otras especies. Un sendero lleva también hasta la playa del Toro donde se pueden apreciar pinturas rupestres.
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Isla Victoria
Finalmente volvimos a Puerto Pañuelo sobre las 18h30. Allí, al no querer pagar otra vez el traslado, cogimos el colectivo (línea 237) para volver hasta el centro de Bariloche.
Mi opinión sobre la excursión Isla Victoria + Bosque de Arrayanes es que vale la pena para el bosque, los árboles son impresionantes, pero se puede entrar desde Villa La Angostura y hacerla por uno mismo (eso sí, caminando ida y vuelta son unos 12 km me parece desde Villa La Angostura). Yo me hubiese quedado más tiempo allí. En cuanto a la isla victoria, a mi no me gustó mucho, no lo ví muy interesante. Las pinturas rupestre dejaban bastante, hay que buscar muy bien para verlas, y son algunas líneas y algunos puntos, poco más.
En el teleférico del cerro Otto, coincidimos con unos argentinos que nos comentaron que la excursión de Puerto Blest y la Cascada de los Cántaros era mucho más interesante (pero necesita el día entero, del que no disponíamos), además en el barco de la excursión ponían un video con fotos de las diferentes excursiones, y tengo que reconocer que me quedé con las ganas de hacer esa excursión. Por lo que, si hoy tuviera que elegir, quizás elegiría la excursión a puerto Blest antes que la de la isla Victoria.
Al llegar al centro de Bariloche, volvimos a tomarnos un chocolate caliente en la chocolatería de la abuela Goye y finalmente fuimos a cenar en un pequeño restaurante, no muy lejos del centro cívico. Se llama "La esquina" (C/ Urquiza, 292). Como su nombre lo indica, hace esquina. Es bastante barato bastante bueno, aunque sea comida sencilla y rápida con raciones grandes. (Nos costó 50 pesos la cena).
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Restaurante La Esquina
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