Tenía muchas ganas de conocer Madeira, y no nos ha defraudado. Al contrario, la he disfrutado más de lo que me imaginaba. Un buen clima, paisajes maravillosos y senderos por entornos increíbles.
Lo que sí hay que tener claro a lo que se va, y es que Madeira no es un destino de sol y playa. Pero es el paraíso de aquel que le gusten los paisajes, la naturaleza y el senderismo. A lo largo de la semana encontramos gente en los senderos con calzado y ropa más adecuados para ir a la playa que para acometer una caminata, aunque fuera sencilla.
Alquiler de coche, conducir y aparcar en Madeira
Aconsejo totalmente alquilar un coche, pues te dará mucha libertad, sobre todo a la hora de parar en los miradores, los oficiales y los improvisados. La gasolina, en octubre de 2014 tenía un precio de 1,60 €. El gasoil es más barato, pero los coches de alquiler son mucho más caros. A la hora de plantearse conducir hay que saber que en la isla no hay ni una sola carretera que sea llana y/o sin curvas. Algunas de las cuestas son un poco puñeteras, por lo que el coche de alquiler debe tener un mínimo de potencia. Nosotros en ocasiones tuvimos que poner el coche en segunda para subir las cuestas, y una de las veces en primera. Eso sí, hay algunas carreteras llamadas vías rápidas, en las que hay túneles y permiten circular a mayor velocidad.
Es recomendable llevar GPS, pero no es imprescindible. Nosotros nos olvidamos el nuestro, y el primer día nos costó llegar al apartamento, pero cuando llevas un par de días te orientas mejor en la isla y con el mapa se va bien a los sitios. Además, los madeirenses son muy amables y a cualquiera que le preguntes te va a indicar el camino. Es una isla en la que se vive principalmente del turismo y sus habitantes lo saben, aunque no se dediquen al sector turístico. Eso sí, no esperéis que os hablen en español. A diferencia del Portugal continental, donde se encuentra a mucha gente que sabe español, en Madeira no es habitual.
El aparcamiento no abunda en la isla. En Funchal centro dejamos el coche en el Parking Almirante Reis, que cuesta 0,60 €/hora los días de diario y 1,10 €/hora los fines de semana. En los pueblos turísticos hay zona azul, que ronda entre los 0,60 y 1 €/hora. En los puntos de partida de los principales senderos suele haber un aparcamiento más o menos grande. Pero si se va tarde puede estar totalmente ocupado y tener que aparcar un poco lejos.
Gastronomía
La gastronomía es sencilla y rica. Es típico el pez sable, conocido allí como “espada”, frito o servido con plátano y salsa de maracuyá. También las espetadas de carne, que sirven con abundante guarnición. También se sirven mucho las lapas o el pulpo. La cerveza típica es la Coral, aunque en los supermercados puedes encontrar otras producidas en la isla, como la Zarco. Es obligatorio probar la poncha, un licor hecho a base de aguardiente, zumo de naranja y miel de caña, que está buenísimo, y el vino de Madeira. Hay un pan típico, que se llama bolo de caco, que en los restaurantes lo sirven con manteca y ajo, pero que está bueno también en bocadillo. Y no dejéis de probar el bolo de mel, dulce típico con miel de caña, canela, pasas y frutos secos.
Clima
En octubre nos encontramos un clima generalmente bueno, con una temperatura que oscilaba entre los veintipocos por el día y los diecimuchos por la noche. En el sur solía hacer más calor que en el norte, y por supuesto en la montaña el clima es cambiante y más frío. Solo nos llovió un día y medio, pero podía estar lloviendo en una parte de la isla y en otra no. El norte es, en general, más lluvioso. El clima húmedo hace que haya bastantes mosquitos. Nosotros no llevamos nada y tuvimos que comprar insecticida para el apartamento. Son mosquitos que pican más por el día que por la noche.
GASTOS PARA 2 PERSONAS:
Vuelo Lisboa-Funchal i/v: 150 euros
Apartamento: 186 euros
Coche de alquiler: 203 euros
Gasolina: 77 euros
Entradas varias y aparcamientos: 37 euros
Comida: aprox. 200 euros
Parking en Lisboa: 37 euros
Gasolina y peajes a Lisboa: 40 euros
TOTAL: 930 euros
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