Aquí fui testigo de un emotivo reencuentro. Emi y Merche ya habían venido otros años y estaban deseosas de ver a ANNA y hacerle entrega de una bolsa de medicinas que tanto escasea aquí. Mujer luchadora y que tiene aquí un centro para ayudar a dar a luz a las mujeres de la zona.
Realmente me sentí como en casa y fue un lujazo conocerla. Ya había sentido esa tan famosa cordialidad senegalesa con Campos, Dauda y Fuja (nuestros guias). Pero aquí, recibí un trato realmente familiar.
Campamento Badian de Mako, cabañas con baño individual a orillas del rio Gambia. Vimos hipopótamos.
Por la tarde, visita a las minas de oro, vuelta al campamento y partido de fútbol con los chicos de allí y cena de lujo.