En el valle de Kauner hay una carretera panorámica espectacular (www.gletscherpark.com/ ...acier-road), con paradas en miradores, zonas infantiles y restaurantes que lleva hasta el glacial, una cueva de hielo, caídas de agua... Además, al final se puede coger el Karlesjochbahn para subir al glaciar, aunque desde www.descubretirol.com recomiendan disfrutar de la carretera panorámica y sus vistas, conducir los 25 km de la carretera de seguido y hacer las fotos a la vuelta. Kaunertal, junto con Imst y Pitztal, pertenece al Gletscherpark en el Tirol.
Desde Imst cogimos la carretera a Landeck y el desvío hacia Prutz. A medida que subimos nos vamos quedando boquiabiertos del impacto del paisaje.
Desde Imst cogimos la carretera a Landeck y el desvío hacia Prutz. A medida que subimos nos vamos quedando boquiabiertos del impacto del paisaje.
¡El blanco lo inunda todo! Al llegar a Feichten, a la entrada de la carretera la amable chica de la taquilla nos dice que la carretera hoy, precisamente, está cortada.
Es una pena, porque hace un día espléndido, despejado… aunque estamos a -5 grados. Así que nos sobreponemos a este cambio de planes para disfrutar del espectáculo que tenemos enfrente y nos tiramos en la nieve a jugar.
Como ayer no pudimos ver el Zugspitze, decidimos ir hasta Ehrwald, atravesando el concurrido Fernpass.
Desde Austria hay dos posibilidades para subir al Zugspitze, ambas desde Ehrwald: a) el Ehrwalder almbahn, que lleva hasta la Ehrwalder Alm, a 1500 metros, donde está el restaurante Tirolerhaus, con una zona infantil interior preciosa, según vimos en su web (Ehrwalder Alm);
b) el Tiroler Zugspitzbahn, un remonte con capacidad para 100 personas que llega hasta la misma cima, a 2962 metros.
Elegimos esta última opción. En la talstation hay zona de juegos o “spielpark”. En 10 minutos estábamos disfrutando de unas vistas que quitaban el aliento de los Alpes de Zillertal, de Stubai, Höhe Tauern…
El Eibsee es un lago alemán que está muy cerca de la frontera que separa los dos países.
Es muy curioso ver que desde nuestra parte estábamos en Austria y en un breve paseo, en la parte alemana, con su propia estación de montaña.
¡¡Nada se salva aquí arriba de los rigores del invierno!!
A pesar de lo fallido de Kaunertal, este también nos pareció un día redondo.