Hoy tenemos reservada hora para la Última Cena de Leonardo da Vinci a las 10:30
Nos levantamos sin prisa y después de un gran desayuno cogemos el metro hasta Cardona, al salir al exterior nos encontramos con el monumento a la costura en la Plaza, hilo, aguja y su nudo
Mapa en mano vamos callejeando hasta la Iglesia de Sta. Mª della Grazie, una preciosa iglesia del S. XV, en el lugar de otra capilla ya existente. Fue Francesco Sforza quien mandó construir el Convento y la Iglesia. El siguiente duque de Sforza, Ludovico, encargó en 1494 a Leonardo da Vinci que pintase la Última Cena en el Refectorio. Se pintó con témpera y óleo sobre una preparación de yeso, en lugar de la técnica común del fresco, por lo que comenzó ya a requebrajarse al poco tiempo de su finalización, también fue dañada por las tropas de Napoleón, que utilizaron la pared como campo de tiro y en la Segunda Guerra Mundial fue bombardeado el convento, aunque la pared consiguió salvarse de la destrucción, pero la dejó a la intemperie durante varios años, a pesar de todo, ahí está para admirarla
Cambiamos nuestra reserva por las entradas y esperamos que llegue nuestra hora para entrar
Debemos pasar dos puertas con doble seguridad para que no entre el aire caliente del exterior y mantener el refectorio a una temperatura constante, así que todo el grupo entra en una zona y la siguiente puerta no se abre hasta que se cierra la anterior, hacemos otra vez la misma maniobra y ya entramos en el refectorio
Nos llevamos la sorpresa de que dejan sacar fotos sin flash
15 min después nos piden que abandonemos la sala y en ese momento te das cuenta que en la otra pared hay otro precioso fresco, la Crucifixión de Giovanni Donato da Montorfano. Lástima que ya no nos dé tiempo de admirar esa magnífica obra
Ya fuera, descansamos un rato a la sombra, y es que debo recordar que hacía bastante calor
Después fuimos hasta la Iglesia, pero al ser domingo ponía que no se podían hacer visitas turísticas, pero entramos y había gente dentro visitándola
Muy bonita la iglesia
Después fuimos callejeando hasta Sant'Ambrogio, Milán nos está gustando mucho
Y llegamos a San Ambrosio, una preciosa iglesia de estilo románico lombardo, aunque la primitiva iglesia es del 379, su atrio porticado es de 1140. La torre de la derecha es del S. VIII y la de la izquierda de 1144, aunque los dos últimos pisos se añadieron en el S. XIX
Su interior es precioso, lleno de obras de arte
Después de disfrutar durante bastante rato de esta preciosa iglesia seguimos nuestro callejeo y pasamos por delante del Tempio Della Vittoria, en memoria de los milaneses muertos en la Gran Guerra (1ª Guerra Mundial)
Encontramos una muestra de arte callejero hecho con chapas de botellas incrustadas en la acera
Seguimos nuestro callejeo en dirección al Duomo y pasamos por delante de la Iglesia de San Satiro (S. XV), así que entramos para ver el trampantojo en su ábside, de Bramante
Su singularidad es que al no tener espacio para construir un ábside, el gran Bramante decidió hacer un trampantojo en sólo 97 cm de fondo, y este fue el resultado
Y llegamos a la Plaza del Duomo
Vamos primero a ver el Museo, el cual nos pareció muy bueno y disfrutamos mucho de los restos que provienen del Duomo más antiguo, retablos, orfebrería, etc...
Desde el Museo se tiene acceso a un patio desde el que se obtiene una bonita vista del campanario de San Gottardo in Corte
Y ya nos vamos a ver el Duomo, aunque al ser domingo no podremos verla tranquilamente ya que hay misas continuas
Después bajamos hasta la zona arqueológica y el Baptisterio de San Juan de las Fuentes, finales del S. IV, muy interesante
Nos despedimos del interior de la Catedral y nos dirigimos a la subida de las terrazas andando
La verdad es que a subida no se hace dura, lo peor es que la misma escalera es de subida y bajada
Cogemos el metro y nos dirigimos a los Navigli para cenar, aunque ya vemos el cielo muy oscuro y parece que pronto lloverá
Según salimos del metro empiezan a caer las primeras gotas y el chubasco es intenso, hay truenos y relámpagos durante bastante rato, las terrazas se vacían y nosotros esperamos al abrigo de un balcón a ver si mejora
Bastante rato después parece que la lluvia y la tormenta van pasando, pero el cielo sigue muy negro, paseamos un poco por la zona y buscamos un lugar en el que tomar el famoso "aperitivi", un bufet por el precio de una bebida, que va de 9 a 12€, pero los mejores sitios están llenos y acabamos en un bar que tiene más o menos lo que buscamos por 9€, no es una maravilla pero cenamos
Buscamos un tranvía que nos deja cerca del hotel, aunque al ser de noche nos despistamos un poco y acabamos en la Estación Central
Al día siguiente teníamos previsto ir al Lago de Como, pero decidimos seguir en Milán, esta ciudad nos gusta y queremos ver un poco más con tranquilidad