Una nueva mañana en esta fantástica isla, hoy nos vamos hacia el norte.
Después de desayunar en el apartamento cogimos el coche y nos pusimos rumbo a Foki Beach, está justo antes de llegar al pueblo de Fiskardo.
Aparcar aquí es complicado, así que siguiendo al resto de conductores, aparcamos en uno de los carriles, continuando la fila de estacionados que ya había hecha
No esperéis encontrar arena en esta playa, lo que si que encontraréis es lo que no esperáis, una gran cantidad de olivos a pie de playa a modo de sombrillas.
Después de comernos unos bocadillos que nos habíamos hecho por la mañana en el apartamento, nos fuimos hacia Fiskardo.
Es un pueblo pequeño, muy bonito y con muchas terracitas junto al puerto. Es un lugar agradable para tomarte algo mientras te relajas. Fuimos de día pero creemos que de noche tiene que ser aún más espectacular.
Visto Fiskardo nos bajamos hacia Assos.
Otro pueblo que teníamos muchas ganas de ver, por lo que habíamos visto de él, y no nos defraudó nada. Nos recordó un poco a Cinque Terre.
Tiene un parking público y una pequeña playa en la que 3 o 4 bares tienen terraza frente a ella, es un lugar muy tranquilo.
Ya solo nos queda una última parada en el día de hoy. Por fin íbamos hacia la famosa playa Myrtos, la que dicen que es la mejor playa de la isla.
Lo cierto es que te quedas sin palabras al verla, es impresionante el color del agua...
Nuestra mala suerte fue que, al llegar a la playa, habían unas olas enormes que te impedían disfrutar de un baño como el que se merecía esta playa. Aun así, no podíamos irnos sin probar el agua y nos bañamos.
Estuvimos poco rato porque ya se nos estaba yendo la tarde así que reanudamos el viaje hacia el apartamento, donde nos esperaba una buena ducha y un poquito de relax antes de irnos a cenar a Argostoli. Esta vez cenamos un kebap delicioso.