Nos levantamos aún con la noche cerrada por 2 motivos, nos esperaba una jornada de muchas horas de carretera y principalmente para ver si caía la breva y nos topábamos con la primera aurora en uno de los puntos más icónicos de Islandia y para Freakies de juego de tronos cómo yo un sitio muy especial, mira que si me llego a encontrar a algún caminante blanco o al mismo Jonh Snow por allí…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Creo que no fui la única que pensó en ver el amanecer contemplando Kirjufell desde Kirkjufellsfoss que son una serie de cascadas en escaleras desde las cuales se aprecia la piramidal montaña de formas perfectas porque cuando llegamos el pequeño aparcamiento estaba casi lleno y nos costó encontrar un punto estratégico donde poner la cámara. No hubo rastro de la aurora y el amanecer no fue nada espectacular pero el sitio tiene su punto.
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Tras tomar un café en Grundarfjördur, 1 hora a pie quieto hace estragos… emprendimos camino hacia el norte de la isla.
En vez de ir por la costa decidimos ir por la 1 aún pasando por puntos vistos el día anterior, para ello teníamos que coger la carretera 56 pero antes teníamos apuntado en nuestras notas que buscásemos una carretera secundaria para adentrarnos en los campos de lava de Berserkjahraun. Se pueden ver desde la 56 pero cómo os comenté cada día iba dejando una pildorita a mi marido para que disfrutase de las carreteras secundarias..
Nos costó encontrarla pero al final lo hicimos y disfrutamos en soledad de parajes inhóspitos y espectaculares.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nuestra siguiente parada fueron los craters de Grabrók aunque teníamos marcado en el mapa una parada anterior pero nos pasamos y no quisimos retroceder. Me encantó esta visita. Hay 2 cráteres de formas perfectas que tienen una antigüedad de unos 3600 años y las vistas de los campos de lava desde arriba son simplemente magníficas. La parada nos llevó unos tres cuartos de hora pero nos dejó un gran sabor de boca y es que nos encantan los volcanes.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Continuamos trayecto esta vez sin paradas intermedias hasta Hvitserkur. El acceso hasta el mismo es por una carretera bastante tortuosa aunque no es necesario 4*4 únicamente aminorar la velocidad sobre todo si ha llovido los días previos y el terreno no es tan firme cómo fue nuestro caso.*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Aunque hay un mirador desde el que hay unas vistas de infarto, no nos conformamos con eso y bajamos por la playa para contemplar desde abajo el troll. La caminata de unos 20 minutos nos permitió dado que la marea estaba bajando acercarnos casi hasta la misma formación.
La erosión ha pulido la roca y dicen parece un rinoceronte, la imaginación es libre… cuando la marea está alta parece aflorar del mar pero francamente con la marea baja pierde un poco encanto y la visita me quedó un poco fría no así a mi marido que le encantó.
la playa estaba llena de medusas como estas
*** Imagen borrada de Tinypic ***
quedaros con ese símbolo que lo veréis mucho por Islandia...*** Imagen borrada de Tinypic ***
Continuamos hacia el norte en busca de sus construcciones tradicionales, así llegamos a Víðimýrikarkja, una preciosa iglesia de estructura tradicional Islandesa y posteriormente a Glaumbaer que es un museo etnográfico pero que encontramos cerrado y tuvimos que conformarnos con verlo desde fuera. Si tenéis suerte de ir pronto además hay una cafetería en la que degustar un buen trozo de tarta que nos recomendaron varias personas.
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Allí con esta puesta de sol acabó nuestro día.
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Allí con esta puesta de sol acabó nuestro día.
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Ahora sólo quedaba buscar alojamiento ya que este día tampoco teníamos nada reservado.. Como aún quedaba algo de luz decidimos avanzar hacia Akureyri pero al final cómo vimos que había probabilidad de aurora nos decantamos por un lugar más remoto aunque tampoco tuvimos suerte este día.
Terminamos en The Viking Country Club 98.10 euros desayuno incluido en el pequeño pueblo de Hjalteyri con vistas al mar desde cuya terraza nos comentó el dueño se veían frecuentemente ballenas aunque nosotros no tuvimos esa suerte.. Nos encantó todo, el alojamiento con baño compartido era peculiar pero no sólo la casa cuenta con unas vistas al fiordo preciosas sino que la habitación era realmente acogedora, disponía de un "hot tub" para disfrute de los clientes cosa que se agradece en un país donde cuando anochece hay poco que hacer y no hablemos del desayuno, casero y riquísimo!
Tuvimos la suerte de estar solos en el alojamiento y el dueño se sentó con nosotros mientras desayunábamos deleitándonos con información sobre Islandia, ballenas, y la vida en general y tan a gusto estábamos que creo que jamás hemos tardado tanto en desayunar casi hora y media, con el consiguiente retraso en el planning del día que tampoco nos importó. Hay que dejar que la vida te sorprenda.
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