Nos levantamos tempranito (gracias a lo madrugador que es mi hijo no nos ha hecho falta poner la alarma del móvil ningún día). El desayuno estaba incluido y la verdad es que el desayuno fue lo peor del hotel, era escaso y poco variado y con un zumo malísimo, pero bueno, sólo íbamos a desayunar allí un día.
Volvimos al centro para ver la parte que nos quedaba de la Herradura Verde, aunque el día anterior lo habíamos visto prácticamente todo, únicamente nos quedaba ver la zona del Teatro Nacional, claro que este edificio había que verlo porque quizás sea el más emblemático de Zagreb.
Terminamos la visita bastante temprano y decidimos coger el coche para seguir hasta nuestro siguiente destino, Plitvice.
Antes de llegar a Plitvice, como unos 35 kms antes, hicimos una parada en el pueblo de Slunj. El pueblo merece una parada porque la curiosidad de este pueblo es que pasa el río por él, si, si, lo he dicho correctamente, el río pasa "por" el pueblo y sus aguas bajan entre los cimientos de las casas.
En los bares del pueblo no tenían microondas para calentar el potito de mi hijo y unos señores muy amables que regentaban una sobe y estaban sentados en la calle a la espera de que alguien se interesara por su casa, fueron muy amables y nos calentaron la comida del niño. Nosotros nos comimos un bocata que habíamos comprado en Zagreb y menos mal porque por Slunj no había muchos sitios para comer, realmente no vimos ninguno.
Después de la comida improvisada seguimos dirección hacia Plitvice. El paisaje desde Zagreb hasta Plitvice es precioso, todo verde con muchas pequeñas poblaciones con pocas casas, y prácticamente todas y cada una de las casas son sobes, sobre todo cuando te vas acercando a la zona de los lagos. Nos llamó la atención que por esta zona aún se veían casas con las fachadas marcadas por la metralla de guerra.
Llegamos a Irinovac, donde teníamos reservada noche en el Hotel Sedra, del que ya hemos hablado en este foro y al llegar nos dice la mujer de recepción que allí no teníamos ninguna reserva. Le enseñamos el mail de confirmación de la reserva que había hecho allá por el mes de marzo y se marchó a hablar con su marido. Después de media hora viene con un mail que me enviaron a principios de julio en el que me decían que había habido un error en las fechas y que mi reserva quedaba anulada, lo malo es que este mail me lo enviaron desde otra dirección de correo y yo debí de eliminarlo pensarlo que era Spam.
Nos fastidió mucho el tema porque yo llevaba todo reservado porque al viajar con el niño no tenía ganas de andar buscando casa in situ. La mujer hizo unas cuantas llamadas y vino un hombre para llevarnos a ver su casa a ver si nos gustaba la habitación. La verdad es que la habitación era muy básica, pero como estaba limpia y tenía baño propio no quisimos complicarnos y nos quedamos allí, total, era solo para una noche.
Por la tarde estuvimos dando un paseo y la zona no tiene prácticamente nada. Algunos bares y restaurantes a lo largo de la carretera y poco más. Cenamos en uno de los restaurantes y a dormir tempranito que había que madrugar.