Por fin nos dirigimos a los Acantilados de Moher, estamos impacientes.
Salimos temprano ya que hoy nos espera un camino más largo. A medida que nos vamos acercado a Moher el paisaje es más bonito. Yo había leido que hay que pagar parking y que a las 8 cerraban, me resulta difícil imaginar como pueden cerrar los Acantilados, aunque cuando llegamos lo comprendemos todo. El único sitio donde se puede dejar el coche es el parking ya que todo lo demás son campos rodeados de los típicos muros de piedra, no hay otro sitio donde aparcar, algo que me parece estupendo, todo se conserva mucho mejor. Y si somos capaces de pagar seis euros y pico por una cerveza, ocho por el parking no me parece mucho.
Lo primero que vemos el el centro de visitantes que está construido en el interior de una pequeña colina, parece una versión moderna de HobbyTown.
No hace falta decir que los Acantilados son impresionantes.
Incluso nos colamos por una parte que no tiene muro de protección, a pesar del cartel de advertencia. No somos los únicos y no es peligroso (si no te acercas al borde, claro).
Al final una pequeña visita al Centro de Visitantes, que tiene una sala de expesiciones, una cafetería y una tienda donde no puedo evitar comprar un CD de Irish Drinking Songs.
Cuando ya nos ibamos vemos en el mapa que siguiendo la costa hacia el sur se llega a un lugar llamado Spanish Point. Intrigados decidimos pasar para ver como es y el por qué del nombre.
Se trata de un pueblo con una playa muy bonita de arena blanca (aunque en las fotos no se aprecie bien).
Hay gente tomando el sol y bañandose. Tambien hay un hotel llamada Armada y cerca encontramos esto:
Pasamos de nuevo por Limerick para ir a Killarney, aunque primero hacemos una parada en Adere, según la guía “el pueblo más bonito de Irlanda”, claro que dice lo mismo de otros muchos. Pero no le falta razón, es un pueblo realmente bonito, famoso por sus casitas con techos de paja. Muchas son tiendas de ropa y recuerdos.
Nos tomamos una pinta en un pub llamado Aunty Lena´s que nos encanta, por supuesto una Smithwicks y una Guinness, 6´45 euros.
Y para almorzar compramos unas cuentas cosas en un super y nos vamos a un parque enorme a comer. Pronto nos vemos redeados de cuervos y cornejas que se comen parte nuestro pan.
Y, tras un paseito, de nuevo a la carretera dirección Killarney. Una vez en la ciudad y tras preguntar un par de veces (la gente es muy amable y paciente con nosotros y nuestro inglés), encontramos el hotel. Se trata del International Hotel Killarney, es muy céntricoy de decoración clásica. Aquí nos espera una sorpresa. El camino hasta la habitación es un poco largo,
tenemos que recorrer varios pasillo, nos da la sensación de que han unido varios edificios para hacer el hotel, ya que el suelo tiene desnivel. Cuendo nos aproximamos a la habitación entramos en la zona Executive, y al entrar en la habitación descubrimos que ¡tenemos Jaccuzi! El hotel está lleno, supongo que por eso nos han dado esta habitación.
Damos un paseo por el pueblo que es muy turístico, está lleno de tiendas de recuerdos y ropa, de restaurante y pubs. Además todo cierra bastante tarde, las tiendas a las 10.
Algo que nos llama mucho la atención es la cantidad de cuervos que hay. Hemos visto muchos a lo largo del viaje, pero aquí esta por cientos, hay momentos en que el cielo está cubierto. Impresionante.
Como no tenemos mucha hambre nos comemos una hamburguesa con patatas no sin alguna dificultad ya que el acento del chico que nos atiende es imposible. Y, para terminar, la última pinta del día en un pub con música en directo, aquí una Smithwicks y una sidra Bulmer´s 7 euros. A las 11 toca un grupo, pero no aguantamos tanto, a esa hora ya estamos en la cama.