Este día empezó con la visita del templo de Horus, en Edfú. El traslado se realiza en calesa, más bien en carrera de calesas, a través de calles llenas de socavones, donde llegas a temer por la integridad de la calesa, rodeadas de motocarros también turísticos.
El templo es el segundo más grande, tras el de Karnak, y uno de los mejor conservados. Destaca el sancta sanctorum, donde se puede observar una réplica de la barca-altar dedicada al dios Horus, el dios halcón.
A continuación, visitamos el templo de Kom Ombo. Este templo es el único dedicado a dos divinidades, los dioses Haroeris y Sobek. Por eso el templo está dividido por la mitad, siendo totalmente iguales ambos lados.
A la salida se pasa por una sala donde están algunas de las momias de cocodrilos encontradas en la zona.
Esta noche fue la fiesta egipcia a bordo. La cena fue típica y nos pidieron que nos vistiéramos con chilabas o galabeyas, que es como se llaman en Egipto.
Y a dormir, que enseguida nos recogían para visitar el templo que, por lo menos a mi, más me impresionó.
El templo es el segundo más grande, tras el de Karnak, y uno de los mejor conservados. Destaca el sancta sanctorum, donde se puede observar una réplica de la barca-altar dedicada al dios Horus, el dios halcón.
A continuación, visitamos el templo de Kom Ombo. Este templo es el único dedicado a dos divinidades, los dioses Haroeris y Sobek. Por eso el templo está dividido por la mitad, siendo totalmente iguales ambos lados.
A la salida se pasa por una sala donde están algunas de las momias de cocodrilos encontradas en la zona.
Esta noche fue la fiesta egipcia a bordo. La cena fue típica y nos pidieron que nos vistiéramos con chilabas o galabeyas, que es como se llaman en Egipto.
Y a dormir, que enseguida nos recogían para visitar el templo que, por lo menos a mi, más me impresionó.